El 10 de enero de 1879, Antonio de Lavalle leía los titulares de
un diario chileno en el que el presidente Aníbal Pinto solicitaba la autorización
del Consejo del Estado para declarar la guerra al Perú. Hubo todo un entramado y ese cuarteto que
había formado Perú y Chile, Ecuador y Bolivia fue abriéndose una profunda
brecha entre ellos y cada país se preocupaba por sus intereses.
CHILE INICIA SU EXPANSIÓN TERRITORIAL
Cuando se supo del poder fertilizante del guano en la producción
agrícola, en el año de 1842 el presidente chileno Manuel Bulnes, enderezó la
política de su país hacia la ocupación del litoral boliviano y la explotación
del yacimiento del codiciado producto. Mandó una comisión que explorara desde
el puerto Coquimbo hasta el morro de Mejillones para averiguar si existían
guaneras para su beneficio. Las halló kilómetros al sur y creó una ley para que
ese territorio sea propiedad del estado chileno. De nada valieron las propuestas oficiales de
Bolivia. Este hecho no fue posible de ignorar.
Al cabo de 20 años, y ante la persistente aprobación de los
beneficios rendidos por las guaneras existentes en las tierras usurpadas, el
congreso de Bolivia autorizó al Presidente de la República para que declarase
la guerra a Chile (1863). Pero es probable que esta decisión fuera solo una
medida de política interior, dado que Bolivia estaba en notoria inferioridad
militar que Chile.
El Gral. Mariano Melgarejo asesina al presidente Belzu y toma el
poder. Abrogó la ley que tres años autorizaba la declaratoria de guerra a Chile
(1866). Fue asediado por los halagos de la diplomacia chilena y logró fijar el
límite boliviano-chileno que se destinaba a superar una situación conflictiva
que pasa a expandirse aún más.
DE LA EXPANSIÓN PACÍFICA A LA POSESIÓN JURÍDICA DE
ATACAMA
Al norte de la línea correspondiente a los 24° Lat. S, fueron
descubiertos ricos yacimientos de salitre y plata en 1870. De modo que se
hicieron más enérgicas las instancias para obtener el cumplimiento del tratado
suscrito el 10 de agosto de 1866 y las reiteradas instancias en que Bolivia no
cedía. Por ende, los mandatarios conversaron y crearon un nuevo tratado, el 6 de
agosto de 1874.
Y se advirtió que después de lo sucedido, se escuchó la noticia de
que Perú y Bolivia habían formalizado una alianza defensiva (6 de febrero de
1873).
Con respecto a tal actitud, el presidente Hilarión Daza promulgó
una ley que gravó con una tasa mínima de 10 centavos cada quintal el salitre
que exportase la Compañía Chilena de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta.
Esto era inconsistente, porque en el tratado de 1874 acordaron que no elevarían
la tasa y no afectarían los impuestos a los ciudadanos.
CHILE OCUPA MILITARMENTE EL LITORAL DE ATACAMA
Antes los reclamos diplomáticos del gobierno chileno por esta
condición, se suspendió temporalmente la recaudación de los diez centavos, pero
luego de dos semanas se insistió en que sea efectivo debido al alegato de un
desequilibrio de la hacienda pública.
Para Chile esta decisión retrocedía la disputa por Atacama.
Entonces, desembarcaron las fuerzas armadas conducidas por aquel blindado
(Blanco Encalada) y ocuparon Antofagasta. El coronel Emilio Sotomayor dispuso
que el jefe de la ocupación Nincanor Zenteno, hasta entonces cónsul general de
Chile, asumiera la gobernación del “nuevo departamento”. De modo que así perdió
Bolivia su acceso al litoral.
ANÁLISIS DE LA ALIANZA PERUANO-BOLIVIANA
Mucho se ha especulado de este tratado acordado el 6 de febrero de
1873 por los plenipotenciarios José de la Riva Agüero y Juan de la Cruz
Benavente. Pero el comentario más directo fue el del gobernante Manuel Pardo,
persona que lo autorizó, al decir con tono despectivo no ser capaz de formar un
alianza con un país como Bolivia por no aportar nada al Perú. Sin embargo,
tienen razón al decir que este tratado puso fin a épocas de conflictos y
recelos ya que suscribieron un tratado de “paz y amistad” y se ayudarían
recíprocamente para salvar su independencia y sus instituciones
fundamentales. Manifestándose así,
alguno de ellos protegerlo en caso de que un Estado exterior le declárase la
guerra especulado por ciertos puntos.
POLÍTICA INTERNACIONAL DURANTE LA VIGENCIA DE LA
ALIANZA
Este tratado no tenía nada que ver con los tratados, alianza
ofensiva y defensiva entre Perú y Chile que años antes había forjado contra la
agresión española. Pero induce a meditar que el tratado amistoso entre Perú y
Chile sea luego reformado por el plenipotenciario Godoy bajo un recelo
convertido a un tratado burlesco.
Sobre el tratado peruano-boliviano, logró adherirse el país
argentino por activas gestiones del plenipotenciario peruano Manuel Irigoyen
porque afrontaba reclamos de Chile, pero al observar con detenimiento el
gobierno rioplatense se negó ya que sería obstaculizada.
Chile abandonó los reclamos que le planteaba Bolivia, para
participar en las operaciones aduaneras de los puertos atacameños, y el 6 de
agosto de 1874 suscribió un nuevo tratado que consolidó las posiciones
legitimadas en 1866 cuya alegación originó la crisis de 1879.
Luego de que salió a la luz el tratado secreto entre Perú y
Bolivia y la no posible adhesión de la República Argentina, fue notorio que el
Perú abandonara la política precautoria. Pera era obvio que Chile no cesaba de
ejercer una presión demográfica en Atacama y Tarapacá hasta el punto de que
llegó a ocupar Atacama.
INTERÉS CHILENO POR TARAPACÁ
El pretexto por el cual Chile le declara la guerra al Perú fue por
el tratado peruano-boliviano de 1873. Pero aún sin ese tratado, la guerra se
hubiera desencadenado ya que los chilenos querían ocupar el departamento
litoral de Tarapacá. Chile tuvo dos
razones para sus objetivos expansionistas: habían crecido el precio del salitre
en el mercado internacional de manera asombrosa y se considera a los
yacimientos como inagotables.
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