Cerca de las 7 de la noche y la cola para asistir al conversatorio con Christina Rosenvinge está avanzada. Una asistente al evento de pronto silencia a todos al irrumpir nuestras conversaciones con el grito: "Christina". Los presentes enmudecemos y atentos vemos pasar, tranquila y sin poses de diva, a la gran Christina Rosenvinge. Grato fue verla tan cerca de nosotros, saludándonos con una tierna sonrisa, muy sincera y respetuosa por aquellos que aguardábamos en la cola para verla.
Dentro del auditorio, receptor del conversatorio "Muertas o algo mejor: canciones, chicas y otras taquicardias" con Cristina Rosenvinge e invitadas, las y los asistentes esperábamos la entrada de Christina para dar inicio al evento y conocerla un poco más. Al ingresar notamos nuevamente la humildad de esta gran cantante española, icono de los ochenta e inicios de los noventa, intérprete de temas como mil pedazos, tú por mi, señorita, canción del eco, la distancia adecuada, entre otras.
En el conversatorio, Christina respondió a varias de las preguntas de las moderadoras, así como de las del público. En ella es de notar la madurez tanto en su producción artística como en su persona. Amante de la poesía, nos refiere que ella prefirió hacer música más personal que seguir el camino comercial, pese a comentarios que le recordaban que ella bien podría haber sido, en su momento, una estrella como Shakira y obtener la fama mundial.
Un pregunta importante, que dejó entrever algo más de su persona, fue una referente a una de sus canciones más populares "Voy en un coche", con lo cual ella tuvo oportunidad de comentar algo muy cierto, y que nos remite a la idea de que cada idea tiene su tiempo, pues cuando ella escribió esa canción, aún en el siglo XX, para aquella época comprarse un coche era símbolo de independencia, de estatus; sin embargo en este tiempo, un coche es un medio de transporte "absurdo". Mencionó que "el transporte tiene que cambiar". Ahora piensa de una manera distinta. No por nada, horas antes de asistir al conversatorio, Christina fue parte de una bicicleada para impulsar en Lima el uso de las dos ruedas como medio de transporte.
Con respecto a la maternidad, Christina tiene ideas muy claras, "una no deja de ser quién es, por ser madre", "la maternidad no te quita nada de tu esencia y tampoco te da nada, la maternidad hace crecer". Para Christina, debemos caminar hacia una sociedad en la cual los niños nos pertenezcan a todos, en donde todos tengamos que cuidar de todos los niños; además, que el hecho de ser madre no implique renunciar a lo que uno es. Ideas que en parte están materializadas en su canción La Tejedora, del álbum "Lo Nuestro".
Finalmente, terminó este brillante conversatorio con unas palabras de despedida y con la sensación de haber conocido ya no sólo a la gran cantante, sino también a la gran persona que es Christina Rosenvinge.