El legado de Sebastián Lorente

El español Sebastián Lorente llego al Perú traído por domingo Elías para la enseñanza en el colegio Guadalupe, uno de los pocos colegios que existían por el siglo XIX en el Perú. Lorente le dio un sentido pedagógico traído de España, liberal y moderno, a esta institución educativa, que luego se convertirá en uno de los mejores colegios de América Latina  por aquellos años. Además de ello, Lorente, a través de sus estudios sobre el Perú republicano y colonial ayudó a construir "la nación peruana", dándole una visión de grandeza a nuestra historia.

Sebastián Lorente nació en una época en la que la libertad en España se encontraba en un momento crítico, puesto que se había establecido la ley de la mordaza para todos los españoles; en tanto que el pueblo español estaba a favor de un gobierno liberal. Tal coyuntura quedo grabada en la memoria del pequeño Lorente, quien desde niño recibió una enseñanza científica, literaria y filosófica, para luego comenzar a leer en secreto los libros de la Ilustración por temor a la represión.

Mientras tanto en el Perú, ya llegada la republica, el contexto era otro. Había rebeliones, conspiraciones, explotación al indio (por medio de la contribución personal). Además que la educación peruana era atroz: se habían confundido los cursos superiores con los inferiores y viceversa; faltaban maestros idóneos; se exigía mas la memorización que el desarrollo mental del alumno; no existía libertad para el desarrollo de la enseñanza; las actividades educativas no tenían un sustento pedagógico, solo se trataba de imitar la educación memorista y conservadora de Francia antes de la revolución.

Ante esto, al llegar Lorente a Lima, decide aplicar drásticas reformas en bien del colegio Guadalupe: Convierte al colegio de instrucción primaria a un secundaria; introduce nuevos métodos educativos como lecciones orales, conferencias, explicaciones con un lenguaje pulcro y motivador; introduce por primera vez el curso de Historia en un colegio, además de los cursos de economía política, estadística, así como de reformular las asignaturas de filosofía y latín; exhorta a los maestros a dominar  los contenidos de los cursos que dicten y a exponerlos de forma clara y sencilla y sobre todo a tener afecto por los alumnos.

La demanda que Lorente hace es que el Perú deba recobrar y recordar su pasado superlativo, hacerse fuerte y poderosa como lo había sido siempre. Pues consideraba que los antiguos peruanos eran descendientes de Adán y Eva. Y en esta afirmación demuestra su profundo espíritu cristiano, que junta con su manera de ver el mundo de forma científica. Sin embargo tomará las tesis evolucionistas que estaban muy de moda en Europa por aquel tiempo, de forma irónica, no creyendo en ellas.

Durante la guerra con España, Lorente califica a las acciones españolas contra el Perú, como la toma de las islas Chincha, de vandálicas; en tanto que elogiará las medidas adoptadas por el entonces presidente Piérola.

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Por otro lado, para Celia Méndez durante la republica peruana a la que llegó Lorente, se asociaba la noción de raza con el espacio geográfico, cosa que no había existido durante la colonia. Al crearse el primer atlas peruano, en el siglo XIX por Mariano Felipe de Paz Soldan, se trataba de homogenizar las distintas variedades geográficas del Perú en costa, sierra y selva; encasillando al blanco en la costa, al indio en la sierra y al chuncho en la selva; ya que esta seria la única forma de identificarlos en un conjunto.

Se suele creer que los españoles son los culpables de que exista centralismo en lima, pero en realidad eso no fue así; puesto que en la colonia las principales ciudades se encontraban en la sierra. Y que los españoles, a diferencia de los criollos, no consideran a la Cordillera de los Andes como un obstáculo para el desarrollo; ya que no intentaron modificarla, ni renegaron de ella, sino que utilizaron  los caminos que proveía. Si embargo, los criollos en siglo XIX al intentar construir ferrocarriles en el Perú, vieron como una traba para el desarrollo a los Andes, ya que la adquisición de ferrocarriles, por aquellos años, significaba desarrollo.

Fotografía de Internet
  

Aportes:

Sebastián Lorente nunca se dedico a la investigación histórica, ya que no se preocupo por darle a sus manuales un soporte de fuentes o archivos. Lo que Lorente quiso hacer fue una síntesis de la historia del Perú, para  darle al país una imagen cargada de riquezas arqueológicas, entendiendo a nuestro pasado como uno glorioso y que aun sigue poseyéndolo. Con el objetivo de darle al Perú una historia nacional.

Trata de levantar la imagen que se tiene de la población indígena, ya que por aquellos años, como se vio en la ponencia de Cecilia Méndez, se identifica al indio como ladino.

En todo ello vemos como Lorente utiliza mucho de las teorías del sentido romántico nacional de Herder, pues las considera como un requisito para formar a la nación de un país.

En este sentido Lorente inaugura, por primera vez, cátedras de Historia del Perú. Por aquel entonces nadie se había propuesto dictar una asignatura de historia en el Perú, ni mucho menos una que hablara de la época prehispánica. Él hace una curricula estudiantil, tanto para el colegio Guadalupe como para la facultad de Letras en San Marcos.

Lo que Lorente hizo fue especializarse en elaborar manuales y compendios de historia y de como enseñarla. Él quería que los alumnos conocieran la historia y la geografía peruana para crear una imagen nacional. Además de abogar por una tendencia paternalista del soberano con los indios, y rechaza la falta de libertad en el Perú.

Lorente es uno de los fundadores de la historiográfica moderna peruana; participa en la revolución llevada a cabo por el presidente Ramón Castilla en Las Palmas; funda el colegio Santa Isabel en Huamanga, reformó la forma de enseñar en el colegio Guadalupe, en suma fue un español que peruanisó al Perú.