jueves, 30 de noviembre de 2017

Conociendo la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de la Florida Central


Ofrece 75 programas tanto en pregrado como posgrado, en las áreas de:

•             Estudios Afroamericanos
•             Historia
•             Estudios Judaicos
•             Estudios sobre Latino America
•             Estudios de Medio Oriente
•             Estudios de Lengua y Literatura modernas
•             Musica
•             Filosofia
•             Estudios de la mujer

DEPARTAMENTO DE HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD DE LA FLORIDA CENTRAL

Áreas de concentración: orientales y occidentales.  Al centrarse en grandes áreas de concentración se busca romper las fronteras nacionales y geográficas tradicionales dentro de la historia.  Áreas liberales de concentración permite a los estudiantes examinar los procesos globales desde una perspectiva comparada.

Áreas de especialización incluyen la facultad de África, América, Asia, Europa, América Latina y la historia de Oriente Medio, así como la historia de la mujer y el género, la historia económica, social, cultural, diplomático y militar, y la historia del mundo atlántico.

•             Historia pública en la UCF
Enfatiza el recojo de las experiencias de la historia y las historias de la Florida Central. Los proyectos de investigación ofrecen a los estudiantes la oportunidad de centrarse en la promoción turística del patrimonio, utilizando la historia empresarial en el un contexto comunitario, recogiendo las historias de los veteranos, el examen de la identidad cultural, o de otras facetas de la historia regional.  

Estos proyectos van mano a mano con el  programa que busca capacitar a los historiadores en las metodologías y técnicas de la historia pública que se pueden aplicar a audio, vídeo, formularios digitales y otros medios de comunicación emergentes.  Ellos también proporcionan excelentes posibilidades para los estudiantes en una amplia gama de otras disciplinas y programas de posgrado en medios de comunicación digital a película de Empresas y Antropología

ORGANIZACIONES ASOCIADAS

•  Condado de Orange Centro de Historia Regional
•  Florida Historical Society
• Phi Alpha Theta (Fundada en 1921, Phi Alpha Theta es la historia de la sociedad internacional honores.  La misión de Phi Alpha Theta es promover el estudio de la historia a través de fomento de la investigación, la buena enseñanza, la publicación y el intercambio de conocimientos e ideas entre los historiadores).

PUBLICACIONES
- James, Clark. Pimiento rojo y George magnífico: Derrota épica Claude Pepper en la primaria demócrata 1950, en Gainesville: University Press of Florida, 2011.

-Foster,  Amy.  Integración de la Mujer en el cuerpo de astronautas: Política y Logística de la NASA, 1972-2004.  Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2011.

-Kallina, Edmund. Kennedy vs Nixon: La elección presidencial de 1960.  Gainesville: University Press of Florida, 2010.

- Martínez Fernández, Luis. Fronteras, plantaciones, y ciudades amuralladas: Ensayos sobre Sociedad, Cultura y Política en el Caribe hispano, 1800-1945.  Princeton, NJ: Markus Wiener Publishers, 2010.

- Pineda, Yolanda. El desarrollo industrial de una economía de frontera: la industrialización de la Argentina, 1890-1930,  Stanford University Press, 2009.

- Cassanello, Roberto. La migración y la transformación del lugar de trabajo del Sur a partir de 1945 con Colin Davis J., eds Gainesville: University Press of Florida, 2010.

- Kamrath, Mark. El historicismo de Carlos Brockden Brown: Radical History y la República temprana.  Kent: Estado UP (2010).

PROYECTOS

Proyecto Charles Brockden Brown (1771-1810), Para hacer todas las obras de Brown accesible, este proyecto está preparando un archivo digital, junto con una edición impresa de los escritos seleccionados (7 volúmenes) que será publicado por Bucknell University Press.

Él escribió prolíficamente en muchos géneros, fundó y editó tres revistas más importantes, han sido ampliamente difundidas a leer panfletos políticos, e intervino en muchos debates acerca de la cultura y la política de la nueva nación.

INVESTIGADORES

-John Sacher, Ph.D. Presidente Interino del Departamento, Profesor Asociado.
Research Interests: Civil War, US South, 19th Century Politics Intereses de investigación: La Guerra Civil Sur de los EE.UU., Política del Siglo XIX.

-Carole Adams, Ph.D. , Profesor Asociado.
Research Interests: Women's and Political History Líneas de investigación: la de las mujeres y la historia política.

-Rosalind Beiler, Ph.D. Directora Interina de la Historia Pública, Profesor Asociado.
Research Interests: Early American, Atlantic History, Migration, Early Modern Germany Intereses de investigación: Los albores de Norteamérica, la historia del Atlántico, la migración, Early Modern Alemania.

-James Clark, Ph.D. , Instructor James Clark, Ph.D. , instructor.
Research Interests: Florida History, US South, Presidential History. Intereses de investigación: Historia de la Florida Sur de los EE.UU., la historia presidencial.

-Patricia Farless, MA , Instructor Patricia Farless, MA , Instructor.
Research Interests: US History--19th Century, Constitutional, Legal, Gender Intereses de investigación: Historia de EE.UU. - del siglo 19, constitucional, legal de género.

-Amy Foster, Ph.D. , Associate Professor Amy Foster, Ph.D. , Profesor Asociado
Research Interests: US Space History, History of Science and Technology Intereses de investigación: Historia de los EE.UU. Espacio, Historia de la Ciencia y la Tecnología.

-Edmund F. Kallina, Ph.D. , Professor Edmund F. Kallina, Ph.D. , Profesor.
Research Interests: US Political, Military, and Diplomatic History Intereses de investigación: Historia de EE.UU. político, militar y diplomática.

-Anne Lindsay, Ph.D. , Assistant Professor Anne Lindsay, Ph.D. , Profesor Asistente.
Research Interests: Public History, Heritage Tourism, Historic Preservation, Public Memory, Eighteenth-Century America Intereses de investigación: Historia Pública, Turismo de Patrimonio, Conservación Histórica, la memoria pública, Norteamérica del siglo XVIII.

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miércoles, 29 de noviembre de 2017

Las comunas chinas de 1963


Los años 59,60 y 61, fueron muy duros para china. Todo el plan de modernización de la economía que se había implantado se frenó debido a los tremendos desastres que la asolaron por aquellos tiempos. Tanto así que en 1961 los técnicos soviéticos que se disponían a instruir y levantar industrias se vieron obligados a retirarse. Realmente fue una situación dura para el pueblo chino. Sin embargo a pesar de esto, el gobierno conservó el control y el pueblo la serenidad. Nadie murió de hambre y china pudo afrontar estos años gracia a una política de comunas. El secreto está en una política razonable y una administración incorruptible.

Los productos básicos: aceite, telas, cereales se hallaba bajo el control del estado, se establecieron raciones específicas para su distribución, y los otros productos se obtenían a través del canje de cupones. Organización y meticulosidad en la administración estatal y de sus funcionarios y del pueblo agrario.

Es así que la aparición del sistema de comunas fue fundamental para poder afrontar esta situación. El sistema descansaba en el ámbito agrario. Este nivel de organización comprendía tres niveles: la comuna, la brigada y el equipo.

El equipo es la unidad básica en la cual se organiza el trabajo diario. éste administra los ‘cuatro fijos’ (la fuerza de trabajo, los animales, las herramientas de trabajo y la tierra). El equipo está formado los trabajadores de 30 o 40 familias vecinas.

La brigada comprende un máximo de 10 equipos. Es la unidad primaria por lo que respecta a la planificación del programa de cosechas.

La comuna comprende una o dos docenas de brigadas. Existen entre sesenta y setenta mil comunas que abarcan la totalidad del país. Una comuna puede comprender cualquier superficie desde una hasta veintemil hectáreas. Se ocupa de las funciones como registro de nacimientos, defunciones, matrimonios, litigios locales y la defensa local.

Haciendo un paréntesis, mucho interés se puso en la familia, considerada como la unidad básica de la economía.

Entonces existía un trabajo articulado entre los equipos, brigadas y comunas, y de todas ellas con el estado que a través de sus funcionarios tenían una relación reciproca para poder llevar a cabos los programas de alimentos, salud, educación etc, puestos en marcha durante esos tiempos difíciles. Las comunas fueron el medio para imponer la política del gobierno.


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El segundo plan quinquenal de la India 1955


El segundo plan quinquenal de la india, en el aspecto referido al empleo, plantea cuatro consideraciones:

1 El gobierno busca que todos sus ciudadanos tengan empleo. Si no hay empleo, se asume con incapacidad del gobierno. Entonces el empleo es una política necesaria del gobierno.

2 Cuando la estructura social de la economía no permite subsidiar el desempleo, el empleo sirve de excusa para distribuir poder adquisitivo entre los necesitados.

3 El desempleo es concomitante con el beneficio. Es decir, si en una economía de libre empresa aumenta el nivel de empleo, también aumenta el beneficio.

4 El empleo es deseable en razón del ‘output’ producido.

Los planificadores han puesto énfasis en el tercer punto. Así pues, en el caso de la India, para que su economía mejore  necesita de un plan de inversiones por un largo periodo. De la misma manera se contempla un plan de planificación familiar, puesto que el descontrol del crecimiento demográfico representa un problema para el desarrollo de la economía india. Entonces un crecimiento demográfico que no vaya acompañado de un correspondiente incremento en los medios de producción derivará en una creciente miseria.

Para la india, la inversión es deseable por un largo periodo de tiempo y deben establecerse las bases para la producción de bienes de inversión. Por ello, está justificada la política de dedicar una gran parte del plan exclusivamente a la industria base, invirtiéndose en industria, en bienes de producción.

Para evitar el alza de precios en los productos por el impacto de la producción de bienes (maquinarias, industria), este debe ir acompañado de una producción urgente de artículos de primera necesidad. Un vasto proyecto de inversión con un periodo de gestación prolongado debe contar con el apoyo de una cantidad adecuada de inversión de rápido rendimiento, a fin de poner el sector en condiciones de satisfacer la demanda que recibirá.



Aportes de Walter Benjamin a la historiografía contemporánea


Walter Benjamin (1892-1940) fue un personaje que siempre estuvo en contradicción con su entorno, incluyéndose el campo académico. Los diferentes contextos en los que vivió lo hicieron de alguna manera renegar acerca de la crisis que se vivía en aquella época, tales como la desafortunada Primera Guerra Mundial, la caída económica de 1929, la Segunda Guerra Mundial y los nacimientos de pensamientos como el nazismo, fascismo y franquismo. Del lado filosófico, la democracia y el marxismo se mostraban inoperantes, motivo por el cual Benjamin tratará de desarrollar un pensamiento marxista propio y original.[1]

Uno de los primero aportes de Walter Benjamin al campo de la historia va estar dirigido a la crítica de la historiografía positivista y a la supuesta nueva forma de hacer historia que surge como contradicción de lo que planteaban los rankeanos positivistas. Tal es el caso de presentar las falencias de la forma histórica de ambas, resaltando en ello la falta de crítica que hace el historiador frente a su objeto de estudio y además la manera en que trabajan la historia universal, el cual termina siendo una limitada forma de narrar los hechos. Benjamin menciona que en realidad no podemos conocer a ciencia cierta todo lo que implicó el devenir del pasado, pero ello no implica que el historiador se limite  a narrar los hechos tal como sucedieron pues ello daría pie a que el historiador sea considerado como un mero cronista.

Para Benjamin, en el relato del historiador debe primar el “principio constructivo” para con ello articular históricamente el pasado y con ello aplicar un análisis critico y comprensivo del pasado.

Con ello, Benjamin resalta que los historiadores positivistas deberían acordar qué hechos deben ser considerados como tal y qué hechos deben ser eliminados, pues la manera en como van construyendo los hechos los positivistas, son apilados uno tras otro sin dar cabida a interrelación. Es por ello que Benjamin resalta la “recuperación selectiva”.

Otro aporte es el establecimiento de una “estructura teórica” en donde Benjamin señala que los historiadores positivistas e historicistas al carecer de ella no pueden trabajar adecuadamente la historia universal, pues lo que supuestamente ellos -positivistas- llaman Historia Universal, es hacer una “adición”, colocando todos los hechos registrados sin respetar la génesis y el desarrollo de cada una, sin examinarlos.

Otro aporte de Benjamin es el reclamo por abordar la historia de los vencidos, deslegitimando y desmitificando la historia oficial en donde sólo se narran las victorias gloriosas, dejando de lado el estudio de la otra parte, de las debacles de los imperios, de las derrotas, como el caso de Alemania en las dos guerras mundiales y su pérdida de territorios.

En cuanto a la idea del progreso humano, Benjamin resalta que la idea de una vida ascendente es mas que nada una vida relacionada con debacles o “acumulación de ruinas”, ya que en una sociedad que se encuentra divida en clases sociales siempre estará presente la dialéctica (progresos y retrocesos).





[1] AGUIRRE, Carlos. “Walter Benjamin y las lecciones de una historia vista a contrapelo”. Archivo de Chile, Web del Centro de Estudios Miguel Enríquez, CEME.

Aportes de Robert Fogel y Douglas North a la nueva historia económica institucional


Entre los aportes de Robert Fogel a la historia económica se encuentran la definición operacional del ahorro social, la utilización explicita de los costos calculados y la comprobación de hipótesis.

Tras realizar una investigación sobre la esclavitud, Fogel inserta en dicha investigación nuevas técnicas econométricas (aprender de la historia para no hacer especulaciones), como la demografía, la salud, la nutrición, la altura y la masa corporal, para así obtener una mejor comprensión de lo que se busca. De esta manera, deshecha los postulados que afirmaban que la caída de la esclavitud en los Estados Unidos se debió a que esta era una institución que esta comenzando a ser obsoleta y como tal no generaba ganancias. No obstante, Fogel demostró que la esclavitud fue durante la guerra de Secesión, no estaba en ruinas, sino en apogeo y que cayó en crisis como producto de las discrepancias políticas.

En cuanto a Douglas North, encontramos el énfasis por analizar la evolución de los mercados, desechando los postulados de la historiografía norteamericana que pugnaban por la descripción y el cambio institucional, sin entender los procesos de crecimiento económico. [1] 

Para North las esferas económicas, sociales y políticas deben estar unidas en la investigación de un sistema económico, para así entender los procesos socioecónomos que se generan dentro de las instituciones.

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[1] KALMANOVITZ, Salomón (2005). “La Cliometría y la historia económica institucional: reflejos latinoamericanos. En: Historia Crítica. N° 027. Universidad de los Andes, Bogotá.

Características de la historia económica contemporánea


La historia económica contemporánea ha supuesto el influjo de dos vertientes de análisis: la metodología de la cliometría y el de la historia económica neoinstitucional.

En la cliometria podemos observar que se da la aplicación de la teoría económica, principalmente la neoclásica al estudio histórico. Por otro lado también se observa la construcción de modelos económicos de economías pasadas en base a su estudio; esto es, el de utilizar categorías económicas para analizar realidades pasadas, existiendo además una inclinación hacia el estudio de análisis econométricos de carácter global, como el estudio de la productividad de un país, el comercio, niveles de tributación, cuentas nacionales, inversión, etc., en donde se busca aplicar técnicas cuantitativas para verificar sus postulados, con lo cual aspiraba a obtener un carácter científico.

De otro lado la economía neoinstitucinal, se ha enmarcado en el análisis de la repercusión del estado, sus instituciones y sus mecanismos de poder dentro de la economía. De esta suerte, se analiza el papel de las instituciones en el desenvolvimiento de la sociedad, de su repercusión en las costumbres, gustos, interés de los agentes sociales que a su vez influirían en el devenir de una sociedad. Es así que un conjunto de políticas llevadas a cabo por el estado se relacionaran directa e indirectamente con el comportamiento social, que también tendrá repercusiones en las estructuras económicas.

El historiador económico no debe de desentender estos procesos ya que le brindaran los aportes para comprender los mecanismos de funcionamiento de una determinada realidad en el tiempo y en el espacio.

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El estudio de las mentalidades como un retorno al individuo


Tras los fenómenos acaecidos en los años sesenta del siglo XX, como mayo del ’68, se manifiesta que las formas hegemónicas de interpretación histórica, que trataban de dar una perspectiva global de la sociedad, no ofrecían verdaderamente una explicación capaz de acercarse a los acontecimientos de aquellos años: cambios sociales, protestas masivas, revoluciones, etc. Ante eso se produce una demanda por lo social, por lo humano, ya que es precisamente él quien hace la historia y no por el contrario las estructuras rígidas de la sociedad. Esto genera una crisis de los grandes metarrelatos, de las historias enfocadas en el análisis de las estructuras, en temas de investigación de larga duración. Dándose un desmembramiento de los grandes temas de estudio, hacia unos más concretos, más individuales, que permitan entender a través de estos sujetos el funcionamiento de una sociedad.
 
El estudio de las mentalidades es un regreso hacia el sujeto, hacia los individuos, que como miembros de un conjunto social, expresan por si mismos la manera de pensar, sentir, actuar, de un grupo social, ya sea consciente o inconscientemente, ya que la mentalidad no es solo propio de un individuo, sino lo común dentro de un grupo mas amplio, es decir, que las mentalidades se sitúan entre el estudio del individuo y lo colectivo, entre un sujeto y su grupo, y ello por no estar desconectados sino en permanente dinámica . Con lo cual pueda el investigador enfocar una época desde la perspectiva de sus actores, retornando en la investigación el interés por las biografías, los acontecimientos.
 
Por tanto, el estudio de este sujeto (individuo, grupo racial, marginados, etc.) en su medio y en sus relaciones en el tiempo y en espacio, pueden darle al investigador la compresión de una realidad. Ante ello se producirá un mayor acercamiento con ciencias como la Antropología y la Psicología, que facilitaran al investigador el estudio de los sistemas de valores, símbolos, constructos sociales, creencias, conductas, psique de una sociedad y de un sujeto. 

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El papel del Regimiento Granaderos a Caballo

Índice


 Introducción                                                                                       

I.  El Virreinato del Río de la Plata y los orígenes de la IndependenciaArgentina                                                                                             
1.1- Organización colonial rioplatense
1.2- De la Junta de Gobierno de Buenos Aires y el Primer Triunvirato

II.- La llegada del General José de San Martín y la Formación del Regimiento Granaderos a Caballo (1812)
2.1- Antecedentes militares
          2.2- El arribo de San Martín a Argentina
          2.3- Organización del Regimiento

III.- Participación política de los Granaderos en la Independencia Argentina. (1814-1815)
3.1- Proceso político
          3.2- El modelo de los granaderos para la consolidación del ejército.

  
I.  El Virreinato del Río de la Plata y los orígenes de la Independencia Argentina

1.1- Organización colonial rioplatense

Economía

Para el S: XVII e inicios del S. XIX el poder económico residía en los colonos, propietarios urbanos y rurales entre los cuales había una minoría de peninsulares y una proporción mas grandes de criollos. Aunque la finca ganaba en importancia, la mayor fuente de riqueza provenía del comercio exterior y el comerciante tenia mas presencia que el estanciero. Esto favorecía a los españoles contra los criollos porque dominaban el comercio transatlántico. Su cantidad aumento la actividad comercial hacia 1770. Así llegaban nuevos inmigrantes.

          El productor rural de Buenos Aires y el refuerzo del control comercial fueron afectados por la ausencia de verdaderas estancias, la división de tierras en numerosas propiedades, la vulnerabilidad de estas en los incursiones indígenas, la existencia de un numero de pequeños y débiles productores a merced de compradores porteños. Con esto también vemos que los favores internos de Buenos Aires juegan en su propia contra.

          Su producción rural de no fue orientada a exportar. El ganado y el pasto eran, en cambio, los más abundantes. Esta ciudad iba también hacia la agricultura pero la producción se retraía por el control de precios y de la exportación.

          Es así que en este contexto. La economía del Río de La Plata ya estaba lista para expandirse. La base de tal paso estaba en que Buenos Aires sea un nuevo puerto de Sudamérica y su vinculación con la minería del Alto Perú. Sin embargo el tráfico con Europa siguió sujeto a la política imperial. Acerca del modelo económico a seguir se inicia un debate sobre la práctica a exportar, hacia fines del S: XVIII: Monopolio comercial vs. Liberalización del comercio. Buenos Aires planteaba el monopolio pero muchos criollos buscaban la expansión y liberalización económica. Pero ninguna postura representaba la opinión de ciudades del interior: Córdoba, Mendoza, Tucumán, etc. donde la agricultura y la industria abastecían los mercados locales.

          Este virreinato vivió de manera muy agitada entre 1795 y 1810 a causas de las guerras. En tal contexto, la economía no estuvo a salvo. Hacia 1796 hubo problemas con Gran Bretaña. Los británicos hicieron un bloqueo naval, bajando las exportaciones e Buenos Aires en más de la mitad de sus ingresos. En 1795 se dio un permiso para comercializar con las colonias del extranjero pero en 1802 esto generó un amplio desacuerdo entre liberar el comercio o monopolizar.

          La guerra con los británicos se reanuda en 1804 y la producción baja. En 1808 el comercio ingles se retiro de Buenos Aires y Montevideo. El debate entonces entra en otra etapa. Los criollos pidieron reforma comercial. Se recomendó un limitado comercio con sus naciones aliadas de España. La administración, con esta medida, se beneficio porque el contrabando de la zona fue reemplazado por el libre comercio pero los peninsulares sufrieron. Entonces, se decidio la “independencia económica”.


Sociedad

          La producción histórica nos muestra que aquellos lugares que se llamaban ciudades solo eran caseríos, salvo excepciones como Buenos Aires. En ellas abundaban inconvenientes derivados del clima y de la falta de recursos para la vivienda, la higiene, etc. En contraste, los que disponían de medios tenían grandes casa, mansiones, muebles, fuentes, cuadros e instrumentos musicales. Agreguémosle la caballeriza, coches y buena provisión de alimentos.

          Esta sociedad llega a constituirse por una serie de elementos: el ímpetu vital en sus fundadores y pobladores, la espiritualidad de la Iglesia Católica puesta en la evangelización, de educación y asistencia y, al mecanismo administrativo dictado desde España. Esto permitió que esta sociedad sea la base de las transformaciones de la región. La actividad comercial, el rápido crecimiento y la propiedad son productos del surgimiento y adhesión de grupos sociales.

          Comienza a marcarse entonces la forma de vida. Aumenta el número de funcionarios, hay una mayor aspiración a seguir estudios universitarios, se identifican las lecturas de autores de la época, se viaja mas frecuentemente a España, se intercambian ideas con los extranjeros, se estudia la naturaleza, etc.

          El conjunto rioplatense desarrollo aspiraciones y comprobada que se producían sucesos importantes en su entorno: la expulsión de los jesuitas, lucha contra los portugueses, la creación de nuevos organismos institucionales y de cultura. Tal aspiración se remonta al último tercio del S: XVIII cuando aparecieron nuevas expectativas y ansias de mejoramiento económico y búsqueda de ciertos cambios.

Los grupos superiores aceptaron las transformaciones políticas: Virreinato e Intendencia, y mostraron su colaboración. Se beneficiaban, además del comercio libre, sintiéndose un bienestar económico.

          Por su parte, la burguesa adquiría una predominancia. Ella actuaba activa y prósperamente. La integraban los escasos títulos nobiliarios, comerciantes, hacendados, profesionales, gente con bienes patrimoniales, altos empleados del gobierno, militares, industriales y publicistas  Era una clase social nueva que aspiraba el progreso material, con deseos de participar en el gobierno de la ciudad o de influir en el, con ganas de que se reconozcan sus meritos culturales y su habilidad en el comercio, dispuesta a colaborar en las reformas, buscando una libertad de comercio mayor impulsando medidas de progreso en la explotación agrícola-ganadera.

          Esto chocaba con el criollo del interior que se apegaba a ciertos usos y costumbres familiares. Su patricidio fundado sobre el prestigio social había armado la estratificación de los grupos. Se dedicaban más a labores ganaderas, mineras y agrícolas.

          Ambas clases, burguesía y criollo, formaban el grupo social alto. Poseían medios económicos. Se educaban en colegios y universidades (de preferencia Derecho). Comprendían que podían dirigir las instituciones.

          A ellas se suma la presencia de los habitantes del campo. Son arrendatarios o aparceros, troperos y peones. Se distinguieron en cuatro grupo mestizos: gauderios, vagos, materos y cuatreros.

          También existían matices. El Alto Perú fue uno que estuvo asentado de indígenas. Allí la administración no ha podido resolver los temores y enfrentamientos. Otro es le Paraguay, con sus problemas, derivados del enfrentamiento con los portugueses.


Política

En 1776 se creo el Virreinato del Río de la Plata. Tal medida constituyo la primera reunión de un cuerpo político en esta región de Sudamérica. A las provincias o gobernaciones de Paraguay, Buenos Aires, Tucumán se agregaron a las jurisdicciones de la Audiencia de Charcas y el Corregimiento de Cuyo.

          La creación política, como medida gubernamental, vino a satisfacer las aspiraciones de la corona. Al haber presencia del Estado español la zona pudo tener posibilidades de crecimiento para enfrentar peligros exteriores y de la misma sociedad dado el aumento demográfico, lo mismo en los recursos y en la producción.

          El gobernar este virreinato requiera tener mucha prudencia por la geografía, la compleja organización administrativa, cultural, social, económica y militar de sus partes. Se debía ver si el nuevo orden en América del Sur no constituía problemas por la acción del gobierno. El crear virreinatos conllevaba a romper la organización anterior.

          Lo mismo se vio en la reforma de Intendentes (1782-83) por ser un vinculo entre España y las colonias y estableciendo funcionarios que fomenten la economía de las regiones y su progreso. Estos funcionarios buscaban reorganizar la América española ante la influencia ejercida por los jesuitas. En el Río de la Plata las intendencias fueron ocho y nueve durante un tiempo contando a Puno (integrada entre 1789 y 1796): Intendencia de Buenos Aires, de Córdoba de Tucumán, de Salta de Tucumán, del Paraguay, de Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y La Paz. A estos acompañó a organización en cuatro gobiernos militares: Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos. En este virreinato las funciones de los intendentes estaban en cuatro aceptos: justicia, policial, hacienda y guerra.


1.2- La junta de Gobierno de Buenos Aires y el Primer Triunvirato


Revolución de Mayo (Mayo de 1810)

El 13 de mayo de 1810 llegó a Buenos Aires una fragata comunicando la noticia de que las tropas de Napoleón Bonaparte habían invadido España y apresado al rey Fernando VII. Cuando estas noticias se conocieron en Buenos Aires desencadenaron el proceso revolucionario. Sus causas son la debilidad y el desprestigio de la monarquía; el sistema de funcionarios, que favorecía casi exclusivamente a los españoles peninsulares, y la rivalidad entre criollos y peninsulares. Por ello se genera la muestra de fuerza de los criollos y la evidencia de la debilidad de las autoridades españoles producto de las Invasiones inglesas; y los movimientos ideológicos de la Ilustración.

Luego de la llegada de las noticias acerca de la caída del rey español, el viernes 18 de mayo de 1810 el grupo revolucionario formado por Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso, Antonio Luis Beruti y otros sostuvieron reuniones con Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, en las que decidieron solicitar una convocatoria a Cabildo abierto. Luego de varias conversaciones se decido formar una junta presidida por Saavedra.

Además, se dispuso el envío de una expedición de quinientos hombres para auxiliar a las provincias del interior argentino. El Cabildo exigió la ratificación del pedido por parte del pueblo reunido en la plaza. Los revolucionarios amenazaron entonces con recurrir a las armas, con lo cual los cabildantes debieron acceder y nombrar a la nueva junta, conformándose entonces la Junta Provisional Gubernativa o Primera Junta.


Primera Junta o Junta de Gobierno de Buenos Aires

La Junta Provisional Gubernativa, o Primera Junta, juró en la tarde del 25 de mayo de 1810. Su formación marcó el comienzo del ejercicio del poder por parte de los criollos, prescindiendo de las autoridades existentes en España. El resto de la organización virreinal siguió intacta: audiencias, gobernadores, intendentes y cabildo permanecían en sus funciones. La Junta envió una circular a las provincias solicitando la designación de representantes para unírseles. El 28 de mayo la Junta dictó su propio reglamento. Las milicias fueron transformadas en regimientos regulares, dando origen al ejército de la revolución.

Sin embargo los funcionarios españoles se resistieron al desplazamiento de Cisneros. Surgió así el problema de la contrarrevolución. En Buenos Aires los principales núcleos de oposición fueron la Audiencia, el Cabildo y el ex virrey. La Audiencia no reconoció a la Junta. Esta dispuso, en junio de 1810, la detención de Cisneros y de los miembros de la Audiencia y su embarque hacia España. El Cabildo continuó en la oposición, hasta que sus integrantes fueron reemplazados por partidarios de la revolución. En el interior, las autoridades de Córdoba, Potosí, Cochabamba, La Paz, Chuquisaca, Paraguay y Montevideo desconocieron el poder de la Junta Gubernativa. Se organizaron movimientos contrarrevolucionarios, el más peligroso por su cercanía de Buenos Aires fue el de Córdoba que, dirigido por Liniers, estableció contactos con las autoridades alto peruanas y reunió fuerzas para resistir.

A medida que la revolución se consolidaba, Mariano Moreno señalaba la necesidad de la reunión de un congreso general de los pueblos para la organización definitiva del Estado. Este proyecto que aspiraba a la organización constitucional (basándose en la soberanía popular) contaba con el apoyo de Belgrano, Castelli, Paso, Larrea, Azcuénaga y de la juventud porteña, conformándose el grupo “Morenista”. Sin embargo, amplios sectores de la sociedad adoptaron una posición más moderada, postergando la definición sobre la forma de gobierno. Este grupo ha sido denominado moderado o “Saavedrista”, porque lo encabezaba Saavedra, el presidente de la Primera Junta, y contaba con el apoyo de los cuerpos militares.

Las tensiones entre ambos grupos crecieron cuando Moreno presentó un proyecto para reservar los honores a la Junta, eliminando los destinados al presidente. Las ciudades del interior, cumpliendo lo dispuesto en la circular del 27 de mayo, enviaron sus representantes a la capital, para ser incorporados a la Junta. Gregorio Funes, diputado de Córdoba, lideró el grupo. Moreno se opuso a integrarlos a la Junta, consideraba que debían formar el Congreso General de los pueblos para sancionar la constitución y establecer la forma definitiva de gobierno. Advertía que aumentar el número de integrantes del ejecutivo atentaría contra la unidad de criterio y la rapidez de la toma de decisiones.


La Junta Grande (1810-1811)

Con la integración de los diputados del interior por orden de ésta, la Primera Junta se transformó en la Junta Grande, constituyéndose el primer gobierno con representación nacional. Sin embargo, el excesivo número de sus miembros y las múltiples tendencias internas dieron lentitud a sus tareas.

La guerra iniciada contra los funcionarios españoles que no reconocían el nuevo gobierno se extendió al Alto Perú, el Paraguay y la Banda Oriental. En el Alto Perú los realistas recuperaron la región. En el Paraguay una expedición dirigida por Belgrano fue derrota en Paraguarí (9 de enero de 1811) y Tacuarí (9 de marzo de 1811). No obstante, el 14 de mayo de 1811 estalló en Asunción una revolución liderada por liberales que destituyó al gobernador y estableció una Junta local. Desacuerdos con el gobierno de Buenos Aires impusieron una política aislacionista que mantuvo al Paraguay al margen de la guerra por la independencia.  En la Banda Oriental estalló una insurrección de la población rural contra las autoridades españolas de Montevideo. El movimiento cobró fuerza bajo la jefatura del hacendado José Gervasio de Artigas. El gobierno Buenos Aires los enfrento pero la flota española dominó el río y bloqueó el puerto de Buenos Aires.

A mediados de 1811 la situación militar se tornó desfavorable. Se decidió la creación de un Ejecutivo de tres miembros, responsables ante la Junta.


El Primer Triunvirato (1811-1812)

El Primer Triunvirato asumió el 23 de septiembre de 1811 y se abocó a la tarea de elaborar un documento para establecer las atribuciones de cada poder y el funcionamiento del gobierno, redactando el 22 de octubre de 1811 un Reglamento Orgánico que adoptaba el principio de división de poderes. El Poder Ejecutivo se delegaba en el Triunvirato, que respondía ante la Junta Conservadora.

El Triunvirato disolvió esta Junta por considerar que ella se reservaba excesivos poderes, dejó sin efecto el Reglamento Orgánico y asumió la totalidad del gobierno. En diciembre de 1811 estalló un golpe contra el Triunvirato y tropas del gobierno lo reprimieron. El Triunvirato suprimió las juntas provinciales, demostrando su tendencia centralista. También postergó la definición del tema de la independencia y la Constitución.

Mantuvo la política de aparentar fidelidad a Fernando VII, aunque la guerra continuó. En el Norte vencieron a los realistas. En el Litoral, se puso contener el avance portugues.

          A la par del Triunvirato se formo la Logia Lautaro, una sociedad secreta integrada por un grupo de jóvenes americanos, con la finalidad de luchar por la independencia y la organización constitucional de América. La Logia matriz residía en Buenos Aires y estaba presidida por Carlos María de Alvear. Ella se decidió dar un golpe de fuerza. Movilizó a las tropas exigiendo una renovación de los miembros del gobierno y la Sociedad Patriótica (quien en un principio apoyaba al gobierno, pero luego comenzó a criticarlo) recurrió a las peticiones públicas y a la movilización de vecinos. En 1812 la Logia Lautaro, no estuvo conforme con la postura conservadora del gobierno, organizó un movimiento que lo derrocó y formó el Segundo Triunvirato con personas de su confianza.

II.- La llegada del General José de San Martín y la Formación del Regimiento Granaderos a Caballo (1812)


2.1- -Antecedentes militares

Los Granaderos de Infantería

Los Granaderos a caballo tiene su origen en los Granaderos de Infantería, creados en el e siglos XVII por Luís XIV Rey de Francia. Al principio estos se llamaron “enfants perdus” por sus labores arriesgadas siendo parte de cada Compañía de Infantería de línea. Sus miembros debían ser de tallas elevadas, ágiles y valientes. Sus armas solo fueron un hacha, un sable y un saco llamado granaderia que contenía doce granadas.

En 1670 fue reunido en una compañía independiente y en 1672 se decreto que cada batallón tuviese su propia compañía granadera, armada de fusil con bayoneta. Tras esta experiencia militar en Francia, todas las potencias siguieron tal caso, organizando sus unidades de granaderos convirtiéndose en tropas de primera calidad.

Sin embargo, los Granaderos de Infantería en la Francia Napoleónica, llegaron a superar a sus similares de los demás ejércitos. Es así que se tuvo glorias en las batallas de Austerlitz, Fiedman y otros.


Los Granaderos a Caballo

          Los Granaderos a Caballo son producto del régimen analizado en el acápite anterior. Se inicio en 1676 cuando Luís XIV decreto ese nombre bajo la formación de una caballería que lucharía a pie y a caballo. Su armamento fue el sable y la pistola. Fue incorporada a la tropa real.

          En las guerras del S- XVIII desempeño un papel muy importante. Durante el Imperio Napoleónico formaron parte de la guardia imperial y se distinguieron bastante en Austerlitz (“la batalla modelo”), destrozando a los Granaderos a caballo rusos. Sin embargo, fueron vencidos en Waterloo. En la Restauración formaron parte de la Guardia Real. El grupo dejo de existir en 1830 cuando el gobierno de Luís Felipe modifico la caballería.

          En España se intento organizar una institución de este tipo. En 1811, luego del retiro de San Martín de España, se formo un regimiento Granaderos a Caballo. Ello se hizo en base a Húsares y tropas de Infantería. Pero el cuerpo fue disuelto en 1813, distribuyéndose en la infantería.


2.2- El arribo de San Martín a Argentina

San Martín en Argentina

          San Martín lucho contra el Imperio napoleónico combatiendo en el ejercito de Andalucía (donde se distinguió) y en Bailen. Por su comportamiento ejemplar fue mencionado en la orden del día, ascendiendo a teniente coronel y condecorado con una medalla de honor. Luego actuó en las batallas de Tudel y Albuela.

          Entonces decidió regresar a América del Sur. Seguía los hechos políticos en la región y comprendía que habría muchos esfuerzos para alcanzar la Independencia.

          El 15 de octubre de 1811, a sus 33 años, abandono España y paso por Inglaterra parta luego trasladarse a América. Es así que parte en enero de 1812 y llego luego de dos meses a Buenos Aires. Económicamente, no tenían nada de fortuna mas que su sable. Lo único que tenia era su experiencia militar. Le atraía la idea de una grande insurrección en la que había sido actor participe. La lucha en España le mostró el poder de as fuerzas populares en una guerra nacional. También aprendió que una larga guerra se triunfa con una sólida organización militar. Sabia también que una vez que se resuelva el conflicto dentro de España y con Napoleón, se enviarían tropas a las colonias.

A pocos días de arribar a Buenos Aires, el Triunvirato le encomienda la formación de un cuerpo de caballería. En esa fecha existía el regimiento de Dragones de la Patria. Esta estaba fraccionada en lugares de operación: dos escuadrones en la Banda Oriental y otros en el ejercito del Norte.


2.3- Organización del Regimiento

Primer escuadrón

El 16 de marzo de 1812 fueron expedidos los despachos para San Martín, como comandante del escuadrón, y para Zapiola, como capitán de la 1° compañía. El 17 de marzo fue expedido el despacho para Alvear como sargento mayor. El 24 de marzo fueron expedidos los despachos de Vergara, como capitán de la 2° compañía, los tenientes Bermúdez y Murillo, los alfereces Bouchard y Necochea, el porta-estandarte Manuel Hidalgo y el 6 de mayo al ayudante mayor Luzuriaga.

Totalizando una fuerza de 2 jefes, 8 oficiales, 9 sargentos, un trompeta, 3 cabos y 31 granaderos, los efectivos, se hallaban distribuidos de la siguiente manera:

-Comandante del Escuadrón: teniente coronel José de San Martín
Sargento Mayor Carlos María de Alvear
Ayudante Mayor Francisco Luzuriaga
Portaguión Manuel Hidalgo

-Primera Compañía
Capitán José Matías Zapiola
Teniente Justo Bermúdez
Alférez Hipólito Bouchard

-Segunda Compañía
Capitán Pedro Vergara
Teniente Agenor Murillo
Alférez Mariano Necochea


Organización y reclutamiento

El nuevo regimiento buscaba funcionar como ejemplo de profesionalismo y perfeccionamiento para el resto de las fuerzas. Tal aspiración se correspondería con la visión que San Martín tenía sobre el futuro mediato de las fuerzas militares modernas: confiaba en una rigurosa disciplina militar, evocada no sólo en las maniobras y el entrenamiento, sino también en la esfera social del militar, que debía funcionar como figura ejemplificadora no sólo para sus camaradas de armas sino también para el resto de la sociedad. Así, quedarían delineados desde el nacimiento del Ejército, los valores y fundamentos primarios que San Martín esperaba se convirtieran en los basamentos del accionar del Ejército Argentino: la estricta disciplina y la conducta ejemplar.

San Martín dispuso el reclutamiento de los hombres más aptos y estipuló un estricto código de disciplina, que hasta el día de la fecha, bajo la denominación de "Código de honor sanmartiniano", rige el accionar diario de los Granaderos a Caballo:


-Uniformidad

El uniforme primitivo de este cuerpo modelo que llegó á componerse de cuatro escuadrones era el siguiente:

Jefes y oficiales. Sombrero falucho, y en cuartel, gorra azul chata ó de pastel sin visera y de galón ancho, Casaca larga de paño azul, peto acolchado, vivada con nueve botones dorados, y dos granadas de oro en el estremo de cada faldón, corbatín calzón de punto o de brin blanco bien ajustado, bota granadera con espolín, catalejo militar, y cartera pendiente al costado de una especie de bandolera donde guardaban los avíos para levantar croquis del terreno у un diario prolijo de la marcha, obligados á llevar. Espada sable de 36 pulgadas, guante de ante con manoplas, capote de paño. Silla húngara con pistoleras cubierta hasta el arzón con un chabrac de paño azul franjeado de oro con granadas de lo mismo en sus dos ángulos los que remataban en una borla balija a la grupa.

Tropa. Gorra azul de pastel sin visera, ó casco sencillo carrillera de metal escamado, granada al frente y un pompón verde, cambiado poco desipues por el penacho punzó alto. Casaca larga azul, vivos encarnados, con palas de bronce escamado y cuatro granadas amarillas en el estiemo de los faldones, botón dorado con el sol y el lema: "viva la patria" y en el extremo del reverso "granaderos á caballo", calzón azul de paño, bota granadera con espuela de fierro; capote. Su arnés consistía en el sable corvo adelgazado á "molejón", carabina de chispa, y lanza. No permitiéndoseles caballo de diestro, el de montar era generalmente tordo, crinado, de cola al corvejón, herrado y mantenido á pienso; formando su arreo al recado del país, cubierto con un caparazón de paño azul, adornado de fajas, y dos granadas con borlas punzó en las puntas; balija de cuero. En la lista contestaba el granadero por su nombre de guerra. Ningún oficial podia tutearlo ni ocuparle en servicio alguno que no fuera estrictamente militar. Una mancha, raspón en el uniforme, un botón menos ó mal abrochado costaba un dia de policía. Acostumbraban el pelo corto y la mirada mas arriba del horizonte.


Código de Honor

De la misma forma en la que San Martín reclamaría de los granaderos el acatamiento de una conducta ejemplar frente a la sociedad y el Ejército, haría caso irrestricto de tales disposiciones sosteniendo como forma de vida la política de "predicar con el ejemplo".

La férrea disciplina, el culto al valor y al honor, la exigencia y rigurosidad en la instrucción física y militar quedarían entonces patentes en las siguientes disposiciones, establecidas en aquel entonces como la lista de "Delitos por los cuales deben ser arrojados los oficiales", a fin de establecer una norma de conducta para los oficiales del regimiento que sentara el ejemplo para el resto de la tropa. Esta dicta:
  1. Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal.
  2. Por no admitir un desafío, sea justo o injusto.
  3. Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado.
  4. Por no defender a todo trance el honor del cuerpo cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte.
  5. Por trampas infames como de artesanos.
  6. Por falta de integridad en el manejo de intereses, como no pagar a la tropa el dinero que se haya suministrado para ella.
  7. Por hablar mal de otro compañero con personas u oficiales de otros cuerpos.
  8. Por publicar las disposiciones internas de la oficialidad en sus juntas secretas.
  9. Por familiarizarse en grado vergonzoso con los sargentos, cabos y soldados.
  10. Por poner la mano a cualquier mujer aunque haya sido insultado por ella.
  11. Por no socorrer en acción de guerra a un compañero suyo que se halle en peligro, pudiendo.
  12. Por presentarse en público con mujeres conocidamente prostituídas.
  13. Por concurrir a casas de juego que no sean pertenecientes a la clase de oficiales, es decir, jugar con personas bajas e indecentes.
  14. Por hacer un uso inmoderado de la bebida en términos de hacerse notable con perjuicio del honor del cuerpo.
 Desarrollo

El rigor en la preparación y capacitación de los efectivos exigida por San Martín a la larga retrasaría la conformación definitiva del cuerpo. No obstante, pese a las complicaciones y al apremiante transcurso del tiempo revolucionario, el 11 de septiembre de 1812 se decretó la creación del segundo escuadrón y el 5 de diciembre se dispuso la creación del tercero.

Ya para este momento, la autoridades nacionales, hacen referencia a San Martín con el título de Comandante de Granaderos a Caballo, y fue ascendido a coronel el 7 de diciembre de 1812, fecha en que se creó el Regimiento de Granaderos a Caballo en base a los tres escuadrones.

También en 1812 fue trasladado el regimiento desde los precarios establecimientos del "Cuartel de la Ranchería", hasta los terrenos del "Cuartel de Retiro", (en aquel momento ocupado por el Regimiento de Dragones de la Patria), más aptos para las labores de instrucción militar y entrenamiento.

En diciembre de 1812 el capitán Francisco Luzuriaga recibió el despacho de sargento mayor del regimiento, debido a que Rojas fue nombrado comandante del 3° Escuadrón. En junio de 1815 José Melián recibió los despachos de comandante del 4° Escuadrón, que se organizó.

III.- Participación política de los Granaderos en la Independencia Argentina. (1814-1815)

3.1- Proceso político

En la noche del día 2 de febrero de 1813, tras días de marcha forzada, San Martín y los granaderos arribaron al convento de San Carlos, en San Lorenzo La incursión se enmarcaba en la misión asignada por el Gobierno de Buenos Aires al coronel del recientemente formado regimiento. Se le ordenaba destacar una sección de su unidad para proteger las costas del Río Paraná desde Zárate hasta Santa Fe, en prevención de posibles incursiones enemigas; en tal situación, y por la sumatoria de la más intrincada cadena de circunstancias casuales, es que San Martín toma conocimiento del futuro desembarco realista en las cercanías del convento, y decide aprestarse a su encuentro para evitar el reabastecimiento de víveres de la flota española en tierra a fin de retrasar o evitar futuros avances en tierra.

El plan de San Martín era aguardar el arribo enemigo con los granaderos al amparo de los muros del convento; frente a éste se extiende una alta planicie, muy propicia para las maniobras de caballería; más allá, el borde de un barranco acantilado, y luego unos 300 m de playa hasta la orilla. El objetivo era evitar que los españoles sospecharan su presencia, lograr que se acercaran hasta el terreno mencionado y una vez allí lanzar el ataque sin darles tiempo de organizar la defensa.

San Martín estudió las posiciones y disponibilidad de recursos del enemigo, y dispuso la división de su contingente en dos escuadrones: el 1º, al mando del capitán Justo Bermúdez, con órdenes de flanquear y cortar la retirada a los invasores; y el 2º, a su propio mando. El comandante arengó a sus hombres, que se hallaban a punto de combatir por primera vez, y explicó a Bermúdez que le daría las órdenes posteriores una vez en combate, otorgando a ambos escuadrones sus posiciones a izquierda y derecha del convento, a la espera de la orden de ataque.

A la señal del clarín ambos escuadrones se lanzaron sobre las líneas enemigas, formadas por unos 250 hombres dispuestos en dos columnas paralelas con el pabellón desplegado, y dos piezas de artillería al centro. Los realistas sólo atinaron a replegarse en forma desorganizada sobre las mitades de retaguardia, intentando repeler el sorpresivo poder de la carga simultánea impartida por ambos flancos de las líneas de tropa, a lo que respondieron con fuego de mosquete y bayoneta calada.

San Martín y sus hombres triunfaron. Frente al sorpresivo embate de las fuerzas revolucionarias, los realistas, desconcertados, escaparon del campo de batalla dejando atrás su artillería, muertos y heridos, intentando banalmente reagrupar sus fuerzas cerca del borde del acantilado, sin lograr mayores éxitos gracias a la diligencia del escuadrón liderado por el Capitán Bermúdez, quien presionó a las columnas enemigas en retirada.

En menos de cuarto de hora y contando entre la nómina de bajas a veintisiete heridos y quince muertos, (entre los que cabe destacar al Capitán Bermúdez, herido de bala en la última carga de su escuadrón y al Teniente Manuel Díaz Vélez, caído por el desfiladero), el regimiento de Granaderos a Caballo y su capitán habían alcanzado la primera victoria en la guerra de emancipación argentina.

Lograda aquella primigenia victoria del coronel José de San Martín en San Lorenzo, el papel del Regimiento de Granaderos a Caballo se vería destacado ante los ojos del gobierno de Buenos Aires, que decidió nombrarlo Comandante de las fuerzas de Capital, y le asignó la tarea de proteger a los recién liberados territorios de los futuros ataques realistas.

Tras las derrotas de los independentistas en Vilcapugio y Ayohuma y la retirada del ejército de Manuel Belgrano, quien trataba de retrasar el avance enemigo empleando su táctica de "tierra arrasada", San Martín debía contener a los españoles en la frontera norte y quitarles el control de Montevideo (ciudad peligrosamente cercana a Buenos Aires y que servía de punto de abastecimiento y concentración de tropas para el ejército realista). El gobierno de Buenos Aires lo envió entonces en auxilio de Belgrano, próximo a arribar a Tucumán. Para tal tarea, se destinó al 1º y 2º escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo, y se le sumaron el 1º batallón del 7º Regimiento de Infantería y un contingente de 100 artilleros, quienes lograron llegar a Tucumán el 12 de enero de 1814.

En esta campaña San Martín se encontró con Belgrano en la reunión de la "Posta de Yatasto", en 1814. A partir de entonces el Regimiento protagonizó una serie de escaramuzas y encuentros armados sucesivos, haciendo uso de técnicas de combate convencional y de guerra de guerrillas. Las guerrillas de Humahuaca, Yavi, Casabindo, Toldos, Bermejo, el combate de Barrios, la emboscada del El Tejar, Puesto del Marqués, Mochara y la derrota en la Batalla de Sipe Sipe, serían las acciones en que el Regimiento se mediría contra el enemigo, luchando para asegurar el éxito de la revolución, hasta el 10 de septiembre de 1816.

Paralelamente, los escuadrones 3º y 4º del Regimiento se dirigieron a la Banda Oriental para reforzar el ejército de Oriente. El 22 de junio de 1814 estos escuadrones entraron en la Plaza Fuerte de Montevideo encabezando la columna vencedora.
   
 Conclusiones
  
El Teniente Coronel San Martín fundó una verdadera academia técnica y práctica para oficiales y cadetes, ocupándose personalmente de la educación y condiciones de cada uno. Labor necesaria para el desarrollo de la institución.

Tal aspiración se correspondía con la visión que tenía sobre el futuro mediato de las fuerzas militares modernas: confiaba en una rigurosa disciplina militar, evocada no sólo en las maniobras y el entrenamiento, sino también en la esfera social del militar, que debía funcionar como figura ejemplificadora no sólo para sus camaradas de armas, sino también para el resto de la sociedad.  

A ellos súmenosle la experiencia miliar que adquirió en tierras europeas. El actuar del Regimiento fue muy particular en el escenario de la Independencia Argentina. Sus labores por ello los hizo de manera muy eficiente.
  
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