viernes, 10 de noviembre de 2017

DEFINICIÓN Y ETIMOLOGÍA DE LA EPILÉPSIA


I. DEFINICIÓN:

Las epilepsias son síndromes caracterizados por trastornos transitorios, paroxísticos y repetitivos de las funciones del cerebro. Es decir, por ataques o crisis que comienzan bruscamente, duran un cierto tiempo y terminan cuando un enfermo vuelve a su estado previo. Los ataques pueden repetirse minutos, horas, días, meses o años más tarde. Estos trastornos paroxísticos se deben a la descarga excesiva de neuronas del encéfalo. Estas descargas se pueden inscribir en el electroencefalograma (E.E.G.) incluso durante los períodos intercríticos, o sea, entre los ataques.

Las manifestaciones irritativas de las epilepsias pueden ser motoras, sensitivas, sensoriales, psíquicas o del sistema nervioso autónomo. Por ejemplo, un cierto tipo de epilépticos pierde súbitamente el conocimiento y cae al suelo, con convulsiones generalizadas (convulsiones son movimientos involuntarios de la musculatura estriada debidos a descargas sincrónicas de las neuronas de la corteza motora). Otros, en cambio, tienen convulsiones localizadas en una extremidad o en un hemicuerpo, sin gran alteración de la conciencia (convulsiones focales); en algunos, lo más importante es el estrechamiento de la conciencia, con mínimas manifestaciones motoras.

De la definición anterior se infiere que un ataque aislado, sea motor, sensitivo, sensorial, psíquico o autónomo, no debe ser calificado inmediatamente como epilepsia, porque puede atribuirse a una causa momentánea (síncope, hipoglicemia, hipoxia, insolación, etc.). Las crisis epilépticas son repetitivas porque tiene causas duraderas: si tales causas son demostrables mediante los actuales medios de diagnóstico, hablamos de epilepsia sintomática o secundaria. Por ejemplo, las cicatrices corticales post traumáticas, los focos de isquemia o de inflamación y los tumores, son causas de epilepsia secundaria. Cuando no podemos demostrar ninguna causa, hablamos de epilepsia criptogénica o esencial o idiopática, nombres sonoros que no consiguen ocultar nuestra ignorancia. Posiblemente estas epilepsias idiopáticas se deben a cambios bioquímicos hereditarios que bajan permanentemente el umbral de excitabilidad el cerebro.

II. CONCEPTOS  BÁSICOS:

CRISIS EPILÉPTICA: son manifestaciones clínicas resultantes de la descarga anormal y excesiva de un grupo de neuronas en el cerebro. Las manifestaciones clínicas consisten en fenómenos anormales súbitos y transitorios que pueden incluir alteraciones de la conciencia, motoras, sensoriales, autonómicas o episodios de naturaleza psíquica, percibidos por el paciente o por un observador. Los estudios epidemiológicos en diferentes regiones han detectado historia de crisis epilépticas en 3 a 10 de cada 10000 hombres.

EPILÉPSIA: la epilepsia es una condición caracterizada por crisis epilépticas recurrentes (2 o más) no provocada por ninguna causa inmediata identificada. Las crisis múltiples ocurridas en un periodo de 24 horas son consideradas como un episodio único. Un cuadro es status epilepticus se considera como un solo episodio.  Los casos en que ha ocurrido solamente crisis febriles o solo crisis neonatales se incluyen en esta categoría.

CRISIS FEBRIL: es una crisis epiléptica que ocurre entre la edad de 1 mes hasta 5 años.

CRISIS NEONATAL: se refiere a una crisis epiléptica que ocurre en las primeras 4 semanas de vida.

AURA: ha sido usado en forma muy clara para referirse al conjunto de síntomas y signos que preceden a una convulsión. Estos síntomas constituyen en realidad la primera manifestación de una crisis epiléptica.

III. ETIMOLOGÍA Y FRECUENCIA:

Cualquier persona puede sufrir una epilepsia sintomática si tiene una lesión que irrite la corteza cerebral con suficiente intensidad y duración como para descarguen sus neuronas en forma sincrónica. Sin embargo, hay grandes variaciones individuales en el umbral de la excitabilidad cortical. Generalmente, es más bajo en los epilépticos y más alto en los normales. El tener un umbral bajo predispone a la epilepsia. Esta predisposición es hereditaria: aproximadamente un tercio de las pacientes con epilepsia esencial tiene algún familiar que sufre también de epilepsia.

La epilepsia es la más frecuente de todas las afecciones del sistema nervioso. En la población general hay entre 5 y 10 epilépticos por cada mil habitantes. Por consiguiente, la probabilidad de que una persona normal tenga un hijo epiléptico es de aproximadamente 1/200. Uno entre 40 de los hijos de un padre epiléptico sufre de la enfermedad. Si ambos padres son epilépticos la sufre 1 de cada 4.

La incidencia es aproximadamente igual en ambos sexos. En los niños, la crisis comienza frecuentemente en los dos primeros años de la vida; la epilepsia idiopática comienza, por lo común, en los preescolares y escolares. Las crisis que aparecen en la tercera década o más tarde (epilepsia tardía) son prácticamente siempre sintomáticas.

Las etiologías más frecuentes de las epilepsias según la edad de comienzo:

EDAD DE COMIENZO
ETIOLOGÍAS MÁS FRECUENTES
Recién nacido
Trauma de parto (hemorragia y asfixia). Malformaciones.

Lactantes
Meningitis. Absceso. Encefalitis. Tromboflebitis cortical.

Pre escolar y escolar
Epilepsia esencial.

Adulto joven
Traumatismo encéfalo craneano. Gliomas.

Adulto mayor y ancianos
Lesiones cerebrovasculares: Arteriosclerosis, infarto, hemorragias.  Metástasis. Absceso cerebral.



BIBLIOGRAFÍA

CECIL TRATADO DE MEDICINA INTERNA. J.B. Wyngaarden, Ll. H. Smith. México, 1988.
EPILEPSIA Y EPILÉPTICOS. Liga francesa contra la epilepsia.
HISTORIA CLÍNICA DE EPILEPSIA. Francisco Morante Goachet. Perú, 1998.
INTRODUCCIÓN A LA NEUROLOGÍA. Enrique Uiberal y Alberto Politoff. Editorial Andrés Bello, 1965.
LAS EPILEPSIAS EN CENTROAMÉRICA. Marco T. Medina H., Franz Chaves S., Nelson Chinchilla C., Fernando Gracia G. 1ra edición – noviembre, 2001.
PRINCIPIOS DE LA NEUROCIENCIA. Adams-Víctor-Popper. Editorial McGraw, Hill interamericana, 1999.

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