Luís Millones hace una crítica del análisis que
realiza Martín Lienhard sobre el libro de José María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo, la cual es una obra
compleja para estudiar, dado que en ella el final es inconcluso y no
convencional.
Lienhard descubre que Arguedas en su libro
reconstruye la oralidad andina a partir de la escritura, dentro de una “puesta
en escena” en la cual no hay personaje principal, sino diversas voces; lo cual
ocasiona una ruptura con la trama tradicional de la novela, puesto que cada
personaje participa de ella desde distintos ángulos sin ser uno el punto
central de su argumento. Y en donde la coherencia se haya organizada sobre la
cosmovisión andina, que Arguedas introduce en su relato.
Por ejemplo tenemos, de entre los varios
personajes que aparecen en la obra, al Loco Moncada, del que Lienhard argumenta
que es un personaje que convierte en espectáculo sus apariciones y que de su
locura se puede hacer una analogía con el trance al que llegan los shamanes
andinos en sus ritos. Lo que Millones critica del análisis que hace Lienhard,
es que coloca al loco Moncada como parte del discurso de Chaucato y no como a otro
personaje principal; ya que esto no permite dar una mirada total al relato de Arguedas,
pues esta es recurrente, continua el tema y vuelve a los elementos iniciales
que dejo inconclusos y prosigue, no habiendo una linealidad en ella.
En tal sentido, Millones argumenta que para
Lienhard Arguedas hace una ruptura con el género novelesco, dando dos razones: Primero
que coloca al lector dentro de su narrativa, como otro personaje más; esto se
debe a que en el relato de Arguedas se suceden distintas voces principales.
Segundo, que su narrativa es un indigenismo al revés; esto porque para crear el
ambiente de interacción de sus personajes extraídos del mundo andino recurre al
escenario costeño y no al serrano, a la sociedad urbana chimbotana de los años
sesenta, en donde los migrantes andinos logran llevar su cultura y adaptarla a
la nueva geografía, que es diferente a la suya en varios aspectos.
Por otra parte también manifiesta que Arguedas
al introducir elementos de la cosmovisión y cultura andina, como la oralidad quechua,
a su novela, esta excluyendo a su principal y tradicional publico lector; en
tanto que intenta cambiarlo por el publico migrante bilingüe y bicultural que
se ha asentado en la costa; y esto a Millones no le resulta posible, dado que
este nuevo publico se encuentra en el Perú en condiciones paupérrimas.
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