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sábado, 13 de mayo de 2017

El concepto de conciencia práctica de Anthony Giddens

La consciencia práctica es aquella que nos permite desenvolvernos en nuestra vida diaria de forma normal, habitual; es decir, la que nos permite realizar nuestras actividades cotidianas sin preguntarnos el por qué o para qué de nuestras acciones, simplemente nos permite hacerlas. Esta consciencia no nos cuestiona sobre lo que hacemos en nuestra vida diaria, sino que nos faculta a saber de antemano lo que tenemos que hacer, para que así podamos tener en mente otras actividades o prioridades, de lo contrario ocuparíamos nuestro tiempo en meditar sobre rutinas que no tienen mayor importancia para nosotros.

Por ejemplo un individuo en su vida diaria, al levantarse no se interroga acerca de lo que va a hacer inmediatamente, puede tener en mente otros pensamientos como lo que va a hacer más tarde o si es que se olvido de cerrar la puerta de la casa el día anterior. Por costumbre se asea y luego acude a desayunar sin tener que reflexionar sobre ello antes de hacerlo, pues de lo contrario dejaría de realizarlo para preguntarse sobre las razones de que por qué lo hace. Como esto lo realiza diariamente, sería para esta persona una activad vana, ya que se covertiría en una duda de todos los días que retrazaría sus demás actividades, y en la vida práctica, ello no tiene necesidad de meditarse, simplemente de hacerse.

Por ello, nuestra consciencia práctica esta en el no consciente, es decir que no somos conscientes de lo que hacemos en nuestra vida diaria, sino que simplemente lo hacemos y ello porque esta consciencia práctica se basa en la rutina. Aunque al presentarse un fenómeno distinto a lo habitual, el individuo tiene la capacidad de reflexionar sobre como va a solucionarlo, pues no es simplemente un personaje mecánico, sino pensante, que obvia el meditar su vida diaria, pero que no ha perdido la capacidad de hacerlo; simplemente que para continuar con su vida, tiene que hacerlo de ese modo.

La rutina le provee al individuo un conjunto de experiencias en su vida diaria, que al ser constantemente realizadas se tornan en conocidas para él, de manera que al enfrentarse a esas situaciones el individuo ya sabe previamente que hacer; esta acostumbrado a afrontar su vida cotidiana a tal punto que ya no se preocupa cómo tiene que actuar; es decir que este conjunto de experiencias se han instaurado en su consciencia práctica, indicándole que hacer sin tener ya que meditar como hacerlas. De esta forma la existencia del individuo se vuelve segura, sin problemas sobre la forma de enfrentar a la vida cotidiana.

En el caso del individuo que al levantarse acude a la regadera, el no es consciente de coger el mango de la llave del caño de tal o cual forma, no medita sobre ello sino que lo hace pudiendo tener en mente otros pensamientos. Para el es normal que el agua salga por el caño al abrir la llave. Si embargo, si esta segurid no existiera,  el individuo se preguntaría del porqué de esta situación, ya que no es normal, no es parte diaria de su modo de vida que el agua no salga por el caño al abrir la llave. La rutina desde sus primeros años de vida, en la socialización primaria, le ha demostrado que a tal causa tal efecto, y él vive acostumbrado a que las cosas normalmente sean como siempre han sido.

Como se ve la consciencia práctica esta íntimamente ligada a la seguridad ontológica que ha adquirido el individuo en sus primeros años de vida y que le brinda una fe en que la vida diaria ocurrirá como siempre a ocurrido para el, en otras palabras,  que mantendrá su coherencia establecida dentro de las experiencias vividas. Esta seguridad le provee la confianza para realizar otras actividades, porque se presupone que lo que sucede en la vida diaria va a ser de tal forma, que va a continuar como siempre, y si eso no ocurre se origina un contratiempo. Por ejemplo al no salir agua por el caño el individuo tendría que desplazar sus otras actividades para ocuparse de la llave del caño, alterando su normal forma de vida.

El individuo al realizar las mismas actividades todos los días adquiere un conocimiento fiable para él acerca de lo que diariamente le rodea, entonces ya no se pregunta sobre como enfrentarlas, porque ya desde sus primeros años de vida sus cuidadores le han enseñado como hacerlo; hay una confianza en la continuidad de la vida diaria que a efectos prácticos se vuelve natural, puesto que siempre se considera que será así, a tal  punto que al presentarse un fenómeno diferente se le considere anormal.



jueves, 11 de mayo de 2017

Escribir en el aire de Antonio Cornejo Polar

El proyecto de Ricardo Palma en literatura era homogenizar todo el universo lingüístico nacional bajo una forma culta de expresar el habla de todos, impidiendo de esta forma mostrar las jerarquías socioidiomáticas existentes. En tanto que los modernistas mostraban en su literatura un sentido jerárquico con respecto al lenguaje de sus personajes. Pero en las primeras décadas del siglo XX, empieza a surgir una renovación en la literatura indigenista, liderado por intelectuales de las sectores medios de provincia, con el fin, mayormente, de combatir al régimen cultural oligárquico imperante.

Sin embargo y a pesar de ser este un nuevo movimiento de renovación, no pudieron eliminar totalmente las influencias del movimiento anterior, modernista, de forma contundente; pues al contrario, este fue un proceso lento y confuso.

El movimiento renovador, a diferencia del modernista que trataba de usar un lenguaje estilísticamente excelente y literario, trata de insertar el lenguaje popular e incluso a la oralidad quechua en sus diálogos escritos. Ellos cuestionaban de esta forma al lenguaje culto usado anteriormente; ya que consideraban que este no representaba a la nación ni era autentico. De este modo, trataban de encontrar un nuevo lenguaje que no fuera el impuesto por el canon Modernista.

Ante estos cambios, surgió una preocupación por parte de intelectuales como Mariátegui y Vallejo, quienes proponían que no solo se debía cambiar la forma de escribir, sino la esencia de lo que se escribía; esto es, proponer una renovación social  por medio de sus discursos, con el fin de demoler el viejo orden y construir uno nuevo.

Para este efecto, muchos indigenistas, como por ejemplo Icaza, recurrieron al Realismo literario y al Naturalismo para darle mayor énfasis al indigenismo, con la intención de retratar tal cual era la situación del indio, pues la mayor parte de ellos escribía para denunciar la explotación que sufría el indio. Además de utilizar un lenguaje representativo de la realidad, en donde los literatos escriben el habla de los que no saben escribir, tratando de forjar una identidad nacional también homogénea, pero basada en la cultura de los indios.

Se incorpora las lenguas nativas orales y el habla popular a la escritura, tratando de hacer que esta pueda acogerlas. Sin embargo los escritores, que hacen de intérpretes de los indios, no pertenecen a ese mundo, pues tampoco son indios y no han vivido esa realidad; y por el contrario, pertenecen a los sectores de las clases medias. Además de que, a quienes se toma como referente para escribir, no pueden acceder a tales escritos por no saber leer. Estos indigenistas de las elites provincianas trataban de reivindicar al indio autoproclamándose sus defensores, al pedir que se respetasen sus derechos y al reivindicar sus atributos y valores socioculturales.

La mayor parte de los indigenistas hacían hincapié en el espacio geográfico diverso de los países latinoamericanos, haciendo evidente una dicotomía entre la región costera y la serrana, entre la ciudad y el campo, la capital y la provincia, la modernidad y la tradición; lo cual entendido de ese modo hacia difícil una integración nacional y en consecuencia también hacía difícil la construcción de una nacionalidad peruana. Del mismo modo también acentuaban la dicotomía entre blancos e indios a quienes se les asignaba el papel de transformadores de la sociedad feudal e intolerante en la que vivían, pero en el futuro.

Puesto que si bien basaron su código literario en el Realismo y el Naturalismo, al llegar a la parte desencadenante de su obra, cuando se supone que los indios tomaran las riendas del cambio en la sociedad, se pasa a retratar esa situación de forma simbólica recurriendo a los códigos básicos del Idealismo alegórico, como por ejemplo escribir que un “cataclismo cósmico” destruirá todo el viejo orden existente y forjara uno nuevo y justiciero. Esto se debe a que tales indigenistas no pertenecen a esa comunidad indígena que pretenden reivindicar, además de que por otra parte pertenecen a una determinada convicción política y que tienen ciertos principios éticos que no les permite avizorar ese final de cambios en la realidad.

Prefieren escribir, si se sucede algún cambio a favor de los indios, que esto fue obra de otros ajenos a la realidad indígena, como los terratenientes o el gobierno o incluso el mismo escritor del relato, pero esto no puede ser obra de los propios indios. Los narradores sitúan el desenvolvimiento de los acontecimientos a partir de la irrupción en escena de un personaje externo al mundo indígena, el cual les lleva la modernidad y dramatiza, en sus literaturas, el mundo indígena. En esto se puede apreciar la contradicción existente en su pensamiento, ya que por una parte situaban al indio como hacedor de una nueva sociedad, por otra lo retratan incapaz de realizar su propia vida individual y social, ante esto es difícil que sus lectores lo puedan ver como el artífice de su propia salvación, pues se muestra una imagen deprimida e indefensa del indio, que mas que verlo como sujeto activo de su lucha, el lector le tiene pena y compasión.

Por el contrario Arguedas, quien escribe dentro del contexto de las migraciones andinas a las principales ciudades y en una época donde el agro se encontraba en crisis, intenta recomponer la dirección del discurso indigenista, a través de la creación de un nuevo personaje, este es el migrante andino mayormente mestizo que transita entre dos mundos: el de los blancos (moderno, con escritura, urbano, de habla español) y el de los indios (tradicional, oral, campesino, de habla quechua). Esto implica que el discurso y el sujeto nuevos van a ser plurales, entreverados entre uno y otro mundo con distintas culturas e idiomas, dejando atrás el discurso monológico antes imperante. Esto es, que el discurso va a girar por múltiples lenguajes, en donde también Arguedas va a incorporar a la oralidad quechua a la escritura castellana, mostrando de ese modo la posición múltiple también de su autor, quien ha transitado por ambos mundos también.

Ante todo ello es evidente que el discurso acerca de una comunidad peruana homogénea, en el relato de Arguedas, se vuelve carente de sentido; puesto que ahora surge la opción de hacerla heterogénea, es decir, una comunidad que sea abierta, que pueda albergar dentro de sí a los distintos grupos humanos que viven dentro de ella, manteniendo y respetando sus cultural originales, y  que esto no sea una traba para la integración.  



Lenguaje y habla personal de Pedro Ortiz Cabanillas

La diferencia existente entre el nivel de organización multiindividual humano y el animal, es que la sociedad humana ha desarrollado un complejo sistema de comunicación caracterizado por la transmisión de información social a sus miembros a través del lenguaje.

Es también necesario diferenciar el carácter natural del lenguaje del carácter individual del habla, ya que el primero se transmite por medio de códigos signicos sociales; en cambio, el segundo depende de un proceso mental propio del hablante aunque determinado por una cultura.

Los hombres al inicio del proceso evolutivo tan solo contaban con simples señales para manifestar alguna intención; pero es con el avance de su actividad técnica que va desarrollando en su corteza cerebral una red neuronal mas compleja, que lo faculta a poseer una mejor memoria y un mayor procesamiento de señales síquicas.

A diferencia de los animales -que para comunicarse emplean la segregación química de sustancias que tan solo son percibidas por organismos receptores con sensores específicos para detectar tales segregaciones- el hombre a llegado a adquirir un lenguaje consistente en la articulación de emisiones sonoras percibibles por cualquier receptor.

Con el avance de su actividad creadora y por la complejidad de su cerebro, el hombre va plasmando sus representaciones cognitivas a través de figuras graficas en diversos objetos; lo que implica que las representaciones de su mundo (cosas y hechos de su entorno) puedan ser observadas por personas que conviven o no con su autor. Estas manifestaciones graficas del mundo subjetivo de su autor, permiten por medio de un análisis de ella avizorar los hechos que lo impulsaron a realizarla o el medio geográfico en el cual se plasmó.

De esta forma las señales sonoras graficas se convierten en datos de una realidad externa a la subjetividad de su autor. Por lo tanto estos datos comienzan a constituir un lenguaje no solo para su autor sino también para todos aquellos que interactúan con él o con su obra, dejando de lado su disposición individual para configurarse en una representación social, de ahí el carácter social del lenguaje.

Este lenguaje inicial del hombre primitivo, que es diferente del lenguaje artificial desarrollado luego por el hombre por medio de su cultura, era transmitido a las nuevas generaciones a través de un sistema signico preconsciente con el cual nacen y que almacenan únicamente en la memoria, hasta que se plasman en un medio físico con gráficos. Haciendo posible que el hombre cuente con dos medios diferentes para almacenar imformacio: su memoria y un medio físico extracerebral, este ultimo va a posibilitar la acumulación de un número ilimitado de palabras. Tal invención escrita determino los siguientes efectos:

·         La “acumulación de información psíquica almacenada en un lenguaje escrito” hizo posible su transmisión a nuevas generaciones o a personas ajenas o no a ese entorno social.
·         Con la codificación del sonido a un medio físico como el papel, se tiende a buscar o crear nuevos medios físicos para representarla.
·         El lenguaje en su forma escrita permite reorganizar el modo de transmitir una información en forma más coherente; ya que se necesita transmitirla a personas no afines a su contexto. Ocasionando que ello, posibilite una reordenación de la red neuronal del hablante.

La información que se codifica en la escritura deja de ser relacionada con el mundo subjetivo del que la representa, y se convierte en un medio para conocer la realidad de manera indirecta. Puesto que esta al estar separada de su autor en un medio físico se hace mas exterior a él, y en muchas ocasiones se lo llega a desligar completamente de su autor. Hay muchas cosas en el entorno del hombre que es muy difícil de entender de forma hablada como el binomio de Newton o las sinfonías de Beethoven, que se hacen más entendibles por medio del lenguaje escrito.

Los medios para la decodificación de la información psíquica como la escritura han hecho  que se pueda rectificar la manera de funcionar de tales signos, evolucionando el lenguaje en uno más práctico y permanente.

La sistematización de todos esos efectos en una sociedad hacen que esa pueda basar su organización en tales signos y lenguajes, concibiendo la difusión de información de una sociedad a sus habitantes- como normas, costumbres y demás atributos de una organización social- que a fin de cuentas van a repercutir en la conducta y conciencia de tal individuo, que se va acercando a su cultura por medio del lenguaje.
            La información social tiene características especiales como:
  • Se pueden codificar en medios físicos
  • Reflejan el entorno físico y social de la persona que lo describe y no solo las apreciaciones que de el pueda hacer su autor
  • Su forma de codificación en signo permite ir más allá del ambiente natural en el cual nos encontramos, sino a extrapolar a entes más complejos y ajenos a nuestros sentidos.
Este lenguaje  almacenado en un medio físico, permite su difusión hacia otras personas. A la vez  que el carácter social del lenguaje permite difundir información característica de una  sociedad determinando la conducta de sus miembros. Pero es cuando este lenguaje llega a estructurarse en discurso u oración  se comienza a hablar de una asimilación consciente de información por parte del receptor, que le permite sentir y conocer su mundo social.

La sociedad humana como forma superior de organización desarrolla una cultura que se puede apreciar en todas las manifestaciones de la mente humana, como por ejemplo en los objetos culturales que realiza y que se definen como tales no porque sean hechos por hombres, sino porque, como el lenguaje, es una forma de información. Esto es lo que  lo define como tal y es algo a lo que los animales no han podido llegar.
A partir de su estructura cultural y social, también ha desarrollado una estructura económica, la cual le permite organizar su entorno de maneras mas compleja que la de cualquier otro ser.



Las culturas estéticas de América Latina de Juan Acha

En el proceso de la configuración artística latinoamericana se han sucedido diversas etapas, sucedidas cada una como reemplazo de las anteriores; las cuales fueron en un comienzo autóctonas, luego de influencias ibéricas, pasando luego por las influencias estilísticas europeas y, en nuestros tiempos, a la vanguardia norteamericana de los medios de masas.

En la época autóctona, o la que conocemos como precolombina, la política, sociedad, costumbres estuvieron regidas por la concepciones mágico- religiosas de mitos y es por eso que, desde luego, el arte e ideas estilísticas estuvieran dominadas por dichas concepciones.

La concepción de lo bello se regia por un carácter netamente utilitario o con fines religiosos, puesto que no habían obras que fuesen creados con fines profanos, todo tenia una significación religiosa. Incluso el desarrollo de la arquitecta en mezo América fue utilizado en ceremonias y eventos rituales. Las pinturas, arquitecturas, esculturas, textiles, cerámicas, metalurgias, todas ellas estaban subyugas al elemento mágico- religioso.

En la época de la colonización no solo se impusieron normas políticas y económicas de explotación, sino que también, formas de pensar, y entre estas, maneras de experimentar lo estético. Pasando a Latinoamérica, y sobre todo a las clases hegemónicas, las concepciones e ideales de belleza del mundo europeo, que supusieron una alteración en las sensibilidades, sensorialidades y mentalidades propias, que se convirtieron, al poco tiempo, en hábitos. Incluso con la evangelización se puede apreciar que las imágenes sagradas que se les imponían a los indígenas se asemejaban los dominadores europeos. Ante ello, y a la forma de verse inferior de los indios con respecto a los conquistadores, se comienza a preferir lo traído del extranjero y a rechazar lo autóctono. Formándose una mentalidad latinoamericana dominada principalmente por tres erróneas ideas:

1) Para esta época la adopción de productos y usos occidentales, entre las clases hegemónicas, fueron consideradas como una modernización en Latinoamérica, modernización que obviamente no era producida aquí, sino importada.

Con estas adopciones externas a las clases pudientes, es que se comienzan a manifestar las polaridades entre estos y los sectores populares, a los que se los aislaba del avance traído desde Europa. Pero como es lógico, el declive de España como potencia y la perdida de sus colonias en el continente americano, hicieron que estas al descolonizarse adquiriesen, como forma de acelerar su modernización atrasada, las tendencias francesas y luego inglesas en boga; es decir que se reemplazada una dominación cultural por otra.

2) Se comienza a creer que el avance cultural es debido a la raza del que la construye; en otras palabras, que la cultura tiene una naturaleza racial y no geográfica de adaptación al medio. Se enraíza la idea de que la cultura superior tiene que ser la de los blancos, por tanto que en el arte sólo se plasman temas relacionados con la raza humana blanca.

3) Los intelectuales latinoamericanos no se preocuparon en crear concepciones científicas propias a las realidades latinoamericanas, tan solo se limitaban a imitar o a seguir el conocimiento ya abordado por los cronistas españoles.

Con la republica, los criollos no intentaron emprender ningún cambio cultural (no se cuestionaban los ideales estilísticos impuestos por occidente a América), aunque con el contacto con otros países europeos, se introdujeron en Latinoamérica las tendencias neoclásicas, románticas, costumbristas, positivistas.

La apertura de Latinoamérica a estas corrientes, posibilitaron la gestación en las literaturas nacionales de un nuevo espíritu de pensamiento critico y lógico, dándole la facultad a ésta de reclamarle a los pintores de la época la necesidad de “llevar el paisaje nacional a sus obras” (p.214).

Para la segunda mitad del siglo XX, la fotografía estaba acaparando al publico de los pintores, haciendo que las manifestaciones pictóricas, escultóricas y arquitectónicas se limitaran, mas que todo, al uso que le dieran sus respectivas republicas.

La maduración del pensamiento latinoamericano hizo que se comenzara a tomar conciencia de las potencialidades culturales autóctonas, revalorizando lo precolombino y lo popular. Logrando que para los años veinte del siglo XX se incluya al indio y a las realidades internas en los productos culturales, incluso en algunos casos se incluyen las dinámicas con el exterior.

Este fenómeno cultural se vio estancado cuando, por influencia norteamericana, se comenzaron a proliferar los medios de masas como la televisión y los medios audiovisuales en las sociedades latinoamericanas, ocasionando que el consumo artístico se reduzca a unas minorías. 



Procesos interculturales de Javier Protzel

Javier Protzel  señala que es necesario que los investigadores latinoamericanos empiecen a pensar y teorizar sus propias realidades sociales, antes que esperar a que personas externas a esta cultura lo hagan por ellos. Y esto porque investigadores extranjeros parten, aunque no lo quieran, de conceptos elaborados desde sus culturas y sociedades para analizar las latinoamericanas. Un ejemplo de esto lo podemos constatar, cuando en la época de expansión colonial, los europeos llegaron a pensar que en América los nativos no tenían una cultura ni una civilización. Además de que actualmente en varios países hegemónicos se viene desarrollando procesos de contacto multicultural, en donde se aceptan a culturas emigrantes, mayormente latinoamericanos, pero no se pretende incorporar a estos a su cultura, ni a su influencia cultural en un proceso intercultural.

Con respecto al término cultura es necesario rescatar en que contexto éste fue elaborado, para así poder entender como ha ido desenvolviéndose a lo largo del tiempo en las interpretaciones de las ciencias sociales.  El discurso de la cultura fue elaborado cuando en Europa occidental ya se estaban efectuando los cambios de la Modernidad, en la época de las expansiones coloniales y de los descubrimientos científicos; por todo ello era necesario para los europeos triunfantes diferenciarse de los demás, en consecuencia el termino cultura fue utilizado para designar un tipo de gusto refinado de las clases altas y que era el resultado de su riqueza económica. Además en esta época también se introduce el término de civilidad, que hace referencia a un conjunto de comportamientos adecuados dentro de la vida social, que luego pasaría a confundirse con el de civilización. Esto debido a que las clases dominantes buscaban diferenciarse de los estratos inferiores.

Con el contacto con los otros pueblos del nuevo mundo, Europa occidental se da cuenta del gran de desarrollo obtenido en comparación con estos pueblos, a los que al analizar no les encuentra ni una cultura ni una civilización; puesto que a como habían sido planteados estos conceptos, les era difícil asignárselos. Por tanto se ve como estos investigadores europeos no podían ir mas allá de lo que les imponía su cultura, pues esos conceptos habían sido proyectados desde sus realidades y no desde las nuestras. Lo que es más, con las expansiones posteriores inglesas y francesas llegaron a pensar que los pueblos latinoamericanos se encontraban en un estado inicial de civilización, estado que Europa ya había superado; siempre tratando de analizarnos desde su cultura.

Otro problema con respecto a la terminología cultura, es que para las corrientes de pensamiento estructuralista y funcionalista, la cultura seria un todo cerrado y aislado, sin una relación de intercambio dinámica con otras culturas. Y es que para investigar una cultura que no es la tuya es necesario tomarla como un todo cerrado y relativamente estático para entenderlo; además de que en este proceso, como dice Friedman, la diferencia se transforma en esencia, esencia que caracteriza a una cultura con respecto a otras, pero que no necesariamente es su verdadera esencia; y esto sucede porque esa es la conclusión de un observador foráneo. Pero la cultura por el contrario es sumamente dinámica gracias al contacto que tiene con otras culturas a lo largo de su existencia; y que se puede ver incluso cuando una cultura somete a otra, a través de la apropiación cultural, que es cuando una cultura dominada o no toma algunos elementos de otra, para incorporarlos a la suya, adaptándolos.

Esta apropiación es característica de los países latinoamericanos, en tanto que los países desarrollados del norte efectúan una reproducción de sus patrones culturas en otros países; esto es, que llevan su forma de pensar y actuar a los países sujetos a su dominación. Razón por la cual estos últimos tuvieron que resistir de alguna manera la inferencia externa, y una de esas formas fue la apropiación cultural. Es por ello que podemos encontrar en muchas costumbres andinas elementos que no le pertenecen, como por ejemplo el aclopamiento del arpa y del violín a la música andina, o la escritura a la literatura quechua, o la incorporación de la cristiandad a la cosmovisión andina. Pero esto no significó una mezcla, en la cual los elementos externos se confunden con los oriundos, sino una apropiación, en donde se toman algunos elementos externos, que no implican modificar la esencia de la cultura, en un choque cultural.

Todo ello lleva a que en países latinoamericanos sea mucho mas notorio el contacto intercultural; puesto que, se encuentran integrados por una gran gama de culturas que se encontraron desde el proceso de colonización, y que como respuesta a ello se han ido adaptando a través de la apropiación cultural y a la resistencia de la nueva formación social. En cambio en las potencias occidentales, como producto de su hegemonía sobre el mundo, se viene realizando un proceso multicultural, esto es que en sus países conviven varias culturas que no se mezclan con las suyas. En otras palabras, que ven a cada cultura como un todo cerrado, que si bien pueden convivir en un mismo lugar no pueden mezclarse. Esto con el objetivo de diferenciarse de las otras, como viene ocurriendo en EE.UU. en donde los patrones anglosajones ya no se les imponen a los migrantes, gracias al respeto a su cultura que ampara la igualdad de derechos. En tal caso la multiculturalidad estaría jugando un papel segregacionista; ya que con eso impiden que los llegados puedan adherirse y contribuir a la cultura nueva. Además de que con ello ejercen una diferencia con respecto a los migrantes, evitando el contacto con ellos y su cultura.

Es por ello que investigar las realidades propias, es en cierta medida más seguro que el ser investigados por otros pueblos, puesto que estos inician sus investigaciones con conceptos y prejuicios creados desde su propia cultura. 



Para leer a Arguedas de Luís Millones

Luís Millones hace una crítica del análisis que realiza Martín Lienhard sobre el libro de José María Arguedas, El zorro de arriba y  el zorro de abajo, la cual es una obra compleja para estudiar, dado que en ella el final es inconcluso y no convencional.

Lienhard descubre que Arguedas en su libro reconstruye la oralidad andina a partir de la escritura, dentro de una “puesta en escena” en la cual no hay personaje principal, sino diversas voces; lo cual ocasiona una ruptura con la trama tradicional de la novela, puesto que cada personaje participa de ella desde distintos ángulos sin ser uno el punto central de su argumento. Y en donde la coherencia se haya organizada sobre la cosmovisión andina, que Arguedas introduce en su relato.

Por ejemplo tenemos, de entre los varios personajes que aparecen en la obra, al Loco Moncada, del que Lienhard argumenta que es un personaje que convierte en espectáculo sus apariciones y que de su locura se puede hacer una analogía con el trance al que llegan los shamanes andinos en sus ritos. Lo que Millones critica del análisis que hace Lienhard, es que coloca al loco Moncada como parte del discurso de Chaucato y no como a otro personaje principal; ya que esto no permite dar una mirada total al relato de Arguedas, pues esta es recurrente, continua el tema y vuelve a los elementos iniciales que dejo inconclusos y prosigue, no habiendo una linealidad en ella.

En tal sentido, Millones argumenta que para Lienhard Arguedas hace una ruptura con el género novelesco, dando dos razones: Primero que coloca al lector dentro de su narrativa, como otro personaje más; esto se debe a que en el relato de Arguedas se suceden distintas voces principales. Segundo, que su narrativa es un indigenismo al revés; esto porque para crear el ambiente de interacción de sus personajes extraídos del mundo andino recurre al escenario costeño y no al serrano, a la sociedad urbana chimbotana de los años sesenta, en donde los migrantes andinos logran llevar su cultura y adaptarla a la nueva geografía, que es diferente a la suya en varios aspectos.

Por otra parte también manifiesta que Arguedas al introducir elementos de la cosmovisión y cultura andina, como la oralidad quechua, a su novela, esta excluyendo a su principal y tradicional publico lector; en tanto que intenta cambiarlo por el publico migrante bilingüe y bicultural que se ha asentado en la costa; y esto a Millones no le resulta posible, dado que este nuevo publico se encuentra en el Perú en condiciones paupérrimas.




Épica y Novela de Mijaíl Bajtin

Al tratar de realizar una teoría sobre la novela, el estudioso se encuentra con grandes dificultades, puesto que la novela es un género en proceso de formación, que aun hoy no se puede prever todos sus alcances y posibilidades.

Los otros géneros literarios, como la epopeya, la épica o la tragedia, son géneros acabados, que se iniciaron incluso desde antes que aparezcan la escritura y el libro; sus estructuras  aun hoy siguen siendo casi las mismas, puesto que no son cambiantes y se mantienen firmes. Además de que cuentan con una configuración clara y precisa, gracias a que poseen unos cánones establecidos previamente para su construcción.

Al contrario que los demás géneros, la novela es el único género que aun hoy se encuentra en proceso de formación y es también el único género que se formó y produjo como tal, en el mundo Moderno, con la escritura y el libro. Además es preciso señalar que a diferencia de los otros géneros, la novela no cuenta con un modelo o canon establecido, ni con una historia que la configure como tal, pues es reciente en su formación; aunque sus bases ya se encuentran en la antigüedad clásica. Ante esto es un género inacabado, imperfecto, constantemente en renovación, con múltiples planos y problemáticas.

La novela es de una naturaleza distinta a los otros géneros; es decir que no armoniza con el conjunto de los demás géneros acabados, de la literatura; pues es muy difícil su convivencia con los demás, lo cuales sí forman un conjunto unitario. Y por el contrario se incorpora a ellos de distinta forma. En la época de auge de la novela, esta noveliza a los demás géneros; es decir que les incorpora su estilística e incluso su parodización. Esto es, que los demás géneros se van renovando con ella, se vuelven más flexibles y libres; como por ejemplo tenemos a la novela caballeresca, la novela barroca, la pastoril o la sentimental. La parodización del mismo género novela es uno de sus elementos sobresalientes, en tanto la provee de una autocrítica y autoconocimiento en su proceso de formación.

La novela posee tres rasgos principales que la diferencian radicalmente de los otros géneros:

1) Su tridimensionalidad estilística. Esto es, que a diferencia del lenguaje puro y cerrado utilizado por los otros géneros, la novela, como reflejo de su formación en una época de interrelación internacional, muestra una consciencia plurilinguística.

2) Que ahora el tiempo que se va a representar va a ser la realidad contemporánea, que es la presente y efímera, y que a la vez no es perfecta ni idealizada; por el contrario se la ridiculiza por medio de lo cómico y la parodia, para esto se recurre a la risa, la cual impide que el tiempo se idealice y que se acorten las distancias jerárquicas temporales que predominan en los otros géneros.

3) En el acercamiento con la contemporaneidad imperfecta y  con el uso del estilo serio cómico, se crea un nuevo tipo de hombre en la novela, que deja de ser un héroe mítico idealizado situado en un pasado perfecto, cerrado y distante, para convertirse en uno familiarizado con el tiempo presente, en un mundo y tiempo histórico.








martes, 9 de mayo de 2017

El mito del eterno retorno de Mircea Eliade

A través de El mito del eterno retorno Mircea Eliade nos trata de explicar el problema esencial para entender la mentalidad del hombre arcaico, entendiendo que éste tiene un rechazo hacia el transcurso de la historia, para regresarla a través del mito -y la repetición de actos sagrados como el rito- a se momento originario de creación. Esto, como demuestra el autor, se debe al miedo que se siente con respecto al devenir de la historia, que implica algo desconocido que es mejor evadir por medio de la regeneración del tiempo o del tiempo cíclico.

Evidentemente, las concepciones metafísicas de mundo arcaico  no siempre se han formulado en un lenguaje teórico, pero el símbolo, el mito y el rito, a diferentes niveles y con los medios que les son propios, expresan un complejo sistema de afirmaciones coherentes sobre la realidad ultima de las cosas...

Necesitaban de estos símbolos para expresar de una u otra manera sus concepciones del mundo que los rodea; y en especial de aquello que para estos era difícil de explicar o precisar en términos absolutos, que de por sí no conocían o no habían desarrollado, como los conceptos del ser y del no ser. Entonces por tal motivo y como dice Eliade no se puede negar que tales concepciones fuesen desconocidas para el hombre  primitivo, puesto que las dejaban ver en sus mitos.

A la vez que el hombre de aquel tiempo, con aquella mentalidad mítica, al verse en sí tan desprovisto de medios para protegerse, tan indefenso, trata de ver en los objetos inanimados- y por consiguientes carentes de sentimiento y de dolor- algo sagrado, invulnerable a la naturaleza que atormenta al hombre. Y  más aun si este objeto tiene un origen, para él, mágico, como una piedra salida del mar o una roca tocada por un rayo. Eso hará que en la mentalidad del hombre primitivo se asocie a estos objetos, con justa razón, a las categorías de sagrado; y por lo mismo que invulnerables, resistentes a catástrofes que el hombre no soportaría. 

El objeto aparece entonces como un receptáculo de una fuerza extraña que lo diferencia de su medio y le confiere sentido y valor.

Al igual que este hombre cree en la fuerza sagrada de los objetos inanimados, también asocia a éstos hechos trascendentales ocurridos en una fecha no determinada, valorando no el objeto en sí, sino lo que representa en la categoría mítica. El producto bruto de la naturaleza, el objeto hecho por la industria del hombre, no hallan su realidad, su identidad, sino en la medida en que participan en una realidad trascendente. El gesto no obtiene sentido, realidad, sino en la medida en que renueva una acción primordial. En la mentalidad del hombre arcaico es un hecho “racional” pensar y actuar de esa manera, ya que si obraban tal cual lo había hecho el modelo o héroe mítico, entonces no corría el riesgo de equivocarse y eso le brindaría seguridad. Pues si tal persona lo hizo –y su acto es reconocido por todos- eso quiere decir que obró de forma adecuada, entonces él también deseará hacer las cosas de ese modo, para evitar errores y a la vez para evitar las críticas, puesto que es más seguro actuar como el modelo que hacerlo a su manera. Y en eso se ve su rechazo a la historia, porque para entrar  al acto del rito y a la imitación del héroe, en otro tiempo, necesita anular el tiempo en que vive.

Como fundamenta Eliade, el hombre de las culturas tradicionales tiende a proyectar el presente en un tiempo mítico, a una época trascendente, para repetir los actos de ese héroe ejemplar y hace de ello una necesidad que lo obliga a realizar ritos para sentirse él, puesto que lo real es lo sagrado. En todos los actos cotidianos buscará imitar esos arquetipos.

Tiene un arquetipo extraterrestre, concebido, ya como un <<plano>>, ya como una <<forma>>, ya  pura y simplemente como un doble existente precisamente en un nivel cósmico superior. Pero todo en el mundo que nos rodea  no tiene un prototipo de esa especie [...] los territorios incultos, los mares desconocidos [...] participan todavía de la modalidad indiferenciada, informe, de antes de la creación. Por eso, cuando se toma posesión de un territorio así [...] se realizan ritos que repiten simbólicamente el acto de la creación: la zona inculta es primeramente <<cosmizada>>, luego habitada.

Ellos creen que lo conocido es lo que se ha construido según el plano cósmico y que por lo mismo las zonas ocultas, desconocidas, no pertenecen a ese plano supraterrestre diseñado por el ser superior. Es por ello conveniente imaginar que cuando se llega a estas zonas los hombres traten de ponerlas al recaudo del cosmos, organizándola. Para esto necesitan valerse de actos especiales y sagrados como los ritos simbólicos de creación. Las poblaciones al momento de llegar a un nuevo territorio, realizan rituales de sagradacion con el fin de hacer mas duraderos sus espacios, construcciones; ya que lo sagrado simboliza eternidad, fuerza, perennidad.

 El hecho de que el hombre tradicional trata de reinterpretar los acontecimientos nuevos dentro de categorías míticas y de personajes heroicos como una forma de rebelión contra la historia, para defenderse de ella; puesto que es una manifestación de su rechazo a lo desconocido o lo que está por conocer; además que ello es un regresar a un tiempo ideal, mítico, originario.

Este hombre tiende a relacionar las calamidades que le ocurren con las catástrofes que ya fueron pasadas y afrontadas por el héroe mítico; ya que resulta más seguro, para él, actuar del mismo modo que el héroe en lugar de hacerlo por él mismo, sabiendo que esto implica riesgos; además el hecho de saber que eso no es extraño al hombre, que ya ha sido pasado por otros, resulta mas confiable de afrontar, pues se sabrá como encararlo. Todo esto lo hace con el objetivo de evitar una desesperación o una crisis por el no saber qué sucederá o del cómo actuar, una presión que siempre ronda la vida del hombre histórico.  
Fotografía de Internet


El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado de Fredric Jameson

Cuando se intentan hacer esbozos de periodificaciones históricas siempre se suele caer en darle homogenización al periodo histórico al cual uno está estudiando, enmarcando las manifestaciones de una época dentro de un carácter homogenizante. Pero en el posmodernismo, entendido no como un tipo de estilo, sino como  una pauta cultural globalizante, en donde los rasgos característicos de sus manifestaciones pueden ser diferentes y a la vez coexistir dentro del mismo periodo histórico, no se puede aplicar tal método.

Esto se debe a que en el posmodernismo, por su misma esencia económica, se intenta continuamente de innovar a través de la experimentación de diversos estilos, con el fin de acrecentar la producción. Por ejemplo Con el posmodernismo se abre un nuevo horizonte cultural que había sido limitado por la estética modernista: esta es la estética popular, la de la gran industria cultural.

Por ende, es que es erróneo decir que en la etapa del Posmodernismo exista una homogeneidad cultural, que desde luego por su misma naturaleza, no podría existir.

Y con respecto al otro postulado que se ha hecho del posmodernismo, colocándolo como una fase posterior al Modernismo, también es esa una afirmación no acertada, puesto que muchos de sus preceptos ahora vigentes fueron duramente criticados cuando aparecieron dentro de la sociedad Moderna.

La moral Moderna, veía a las iniciales manifestaciones posmodernas de una forma discordante, ya que nombraba a tales manifestaciones culturales con adjetivos tales como inmorales, subversivos, repugnantes y antisociales. No pensaban que dichos esquemas pudiesen ser aplicados dentro de la estética de una sociedad.

Pero es a mediados de la década los años 50, que la sociedad empieza a considerar a tales ideales Modernos como retrógrados, pasados, dejando de ser validos y se comienzan a instaurar, e incluso institucionalizar dentro de los patrones de la sociedad, a los preceptos posmodernistas.

Inclusive las diversas instituciones de la sociedad han comenzado, en estas épocas, a apoyar las tendencias heterogenias de la posmodernidad. Evidenciándose ello en ayuda brindada a sus artistas, que se hace mucho más notorio en las construcciones arquitectónicas, puesto que están éstas más ligadas a la vida económica en general, factor este ultimo que se preconiza dentro de la sociedad capitalista.

Por todo esto, es que no se puede hablar de correspondencia o continuidad entre modernidad y posmodernidad, ya que ambas están dentro de sistemas económicos y culturales evidentemente diferentes. Pues en los tiempos posmodernos se observa la utilización de una nueva tendencia de dominación militar y económica que adquiere dimensiones globales llevadas a cabo por Estados Unidos.

Ante esto la única manera de estudiar la esencia de la construcción cultural  posmoderna es considerándola heterogénea, es decir que en ella se pueden confluir los distintos enfoques estilísticos sucedidos en la historia, sin entran en conflicto.



El estado mafioso de Manuel Dammert

Dentro de los sistemas de comunicación actual, se ha superado la tensión que existía entre la comunicación alfabética y la comunicación audiovisual a través de una nueva comunicación electrónica que integra dentro de sí a la comunicación oral, escrita y audiovisual en una especie de supertexto o metalenguaje.

Todo este cambio en la comunicación también se ha reflejado en una modificación de la cultura, la organización social, e incluso en las formas de poder social. En esta ultima, se nota que se viene produciendo una relación entre los medios de comunicación audiovisuales, especialmente con la televisión, y el control del poder.

La televisión se ha convertido en el objeto fundamental de la comunicación dentro de la sociedad; ella es el “centro simbólico de la sociedad”, pues es la principal transmisora y articuladora de los mensajes simbólicos. Además de que ahora  la televisión se ha convertido en la principal formadora de la personalidad social del grupo.

En el Perú, nuestra consciencia colectiva se ha formado en torno a la televisión, sin que antes se haya alfabetizado a las mayorías como sucedió en otros lugares. La escritura concedía poder a quienes podían utilizarla, mientras que los otros se veían relegados al acceso al poder por tales motivos. Pero en la década de los 70’s, con la llegada de la televisión y su difusión por el Perú, se pudo interconectar a los distintos habitantes de todo el territorio, formándose una comunidad nacional articulada  fundamentalmente por la televisión.

Con esto se comienza a notar que la televisión se convierte en una nueva forma de dominación, pues se ve como llega a todo el Perú, y que lo integra en torno a ella. Además de ser una fuente de configuración de la personalidad social, pues es quien difunde y muestra indirectamente las normas y patrones sociales a través de su pantalla.

Es así que a partir del año 1992 el régimen político dictatorial del Perú toma las riendas del control de la televisión a través de la subordinación de todos los canales de señal abierta (que llegan a toda la población) y de la prensa escrita. La televisión a partir de entonces jugó un rol importantísimo en el control social a favor del poder político de los que la dominaban. Se la convirtió de forma exclusiva en la única que podía transmitir información, limitando a los otros medios, como a las editoras; y más que servir al entretenimiento del publico se le asigno la función de ser un medio entre el pueblo y el estado, es decir el de asumir un papel de asistente social capaz de procurar la obtención de servicios sociales a su publico, mayormente pobre, con la emisión de programas que trataban los casos supuestamente privados, como públicos.

Es por eso que los políticos intentan controlar a la televisión de alguna manera, además de que intentan aparecer en ella con el fin de obtener el reconociendo por el publico.



Don Quijote y los molinos de viento de América Latina de Aníbal Quijano

En el pensamiento eurocentrista la visión que se tiene de Europa, en su historia por lo que ha llegado a ser, es verla como el resultado de un proceso homogéneo, lineal, continuo de camino hacia el progreso. Por el contrario, Europa ha llegado a ser lo que es hoy por medio de un proceso heterogéneo, en donde han coexistido tiempos históricos distintos a la vez. Para explicar esto se puede recurrir a la escena del Quijote de la Mancha, en donde este personaje se enfrenta a un molino de viento, siendo derrotado. Esta imagen simbólica representa el encuentro de 2 mundos, que forman parte de uno en plena formación. Por un lado la mentalidad medieval, con la caballería, y por el otro, representada en el molino de viento, la nueva mentalidad mercantil, que se impone con el comercio, producto del contacto con América, dejando atrás los viejos modos medievales.

Esa visión eurocéntrica es la que llega a América, haciendo que se distorsione la percepción de nuestra propia experiencia histórica, en perjuicio de la conformación de un “proyecto latinoamericano”, que es tan necesario, y a favor del sistema de dominación colonial.

América latina se constituyó tras la destrucción de todo un mundo histórico socio cultural, que se había desarrollado en estas tierras; al tiempo que empieza a emerger, como producto del contacto entre conquistadores y conquistados, un nuevo sistema de dominación que se les fue impuesto a nuestros habitantes nativos. Es decir que comienza a constituirse un nuevo tipo patrón de poder producto del contacto, basado en la construcción del concepto de raza. Este concepto hace que se naturalice socialmente en la subjetividad de los conquistados, la nueva relación de poder emergente. Por otra parte, esta idea de inferioridad se sustenta no en el hecho de haber perdido ante los conquistadores, sino en el color de la piel. De esta forma se encasillan a los habitantes americanos bajo la categoría de indios, y luego, a los traídos de África como negros, haciendo que se generen y reconfiguren las nuevas identidades basándose en la idea de “raza”.

Este primer sistema de clasificación social, basada en el color de la piel,  se origino en América, como producto de la conquista y colonización,  y fue expandida por todo el mundo a través de la colonización europea. Como un nuevo sistema de dominación en donde nadie podía estar ya fuera de esa clasificación.

Al mismo tiempo que también se articulaba, como producto mismo de la dominación social en América latina, un nuevo tipo de sistema de explotación del trabajo, basado también en la idea de “raza”. Esto es, que se le asignaba a cada persona dependiendo del color de su piel, un determinado trabajo: el negro era esclavo, el indio siervo, y el blanco era amo.

Con todo esto se pudo articular un basto sistema de explotación, que le permitió a Europa occidental disfrutar y administrar los recursos que se producían en América Latina, haciendo que ella pueda desarrollarse en contraposición a ésta. En tal sentido Europa occidental comienza constituirse, y a hacerse ver ante los demás pueblos, como el centro de la modernidad, en donde se genera lo mas adelantado de la civilización humana, realzando el poder creativo de su raza.

Pero lo cierto es que sin América, Europa Occidental no hubiese sido lo que fue y es, ella y su modernidad fueron el producto de la colonialidad. Aunque estos dos términos resulten antagónicos, coexistieron en la conformación de este nuevo mundo. A pesar de las ideas eurocéntricas de una homogeneidad histórica.

Ante esto es necesario que eliminemos de nuestras mentes  las concepciones eurocentristas de superioridad europea, a fin de acabar con aquellos fantasmas que aquejan la configuración de una identidad en América Latina.



Culturas hibridas de Néstor García Canclini

Acorde con Nesto García no es posible seguir colocando a los nuevos procesos sociales bajo las categorías de culto o popular según sus características, ya que los nuevos procesos sociales se están dando en los márgenes y cruces de dichas categorías conceptuales, que utilizan las Ciencias Sociales para centrar y ordenar su estudio.

Ante esto, muchos científicos sociales han tratado de encasillar estos fenómenos bajo la denominación más abarcadora de culturas urbanas, en donde se le asigna a la ciudad el papel de hacer más masiva y anónima a la sociedad. Pero por el contrario, la ciudad, como  consecuencia de su inseguridad y de la violencia que se genera en ella, ha llevado a sus individuos a buscar espacios más seguros y aislados para socializarse. Espacios más privados en donde los sujetos pueden mostrar su subjetividad. De este modo la vida en las ciudades se va fragmentando, pues incluso lo que les sucede a sus miembros fuera del espacio privado se comenta dentro de ella. Además de ser la televisión, o la radio, la que se encarga de dar cuenta de lo que acontece en la vida publica de la ciudad, haciendo factible darle un sentido integrado a esta sociedad fragmentada.

Ante eso, la cultura urbana se ve reestructurada al otorgarle el control de los espacios públicos a las tecnologías.

Con respecto a los monumentos simbólicos y a la memoria histórica, que llevan dentro de sí el periodo y el estilo artístico que los engendro, al interactuar con el proceso social de las culturas urbanas, se vuelven hibridas, es decir culturas que han surgido producto del contacto entre culturas; a diferencia de cuando están en los museos, sustraídos de su historia y talvez de su sentido original, al interactuar con los procesos sociales, como en manifestaciones o al ser representadas en los graffiti, los monumentos se renuevan y se logran insertar en la vida contemporánea, es decir, que se actualizan.

El orden clasificatorio de épocas pasadas, en donde uno podía diferenciarse de los demás al poseer una cultura distinta, esta agonizando, ya que la cultura urbana ha logrado transgredir todas las clasificaciones y ordenes, tanto por ejemplo en la organización arquitectónica de las urbes como en las actividades culturales de los grupos. Pues incluso hoy, una persona puede combinar lo culto con lo popular en sus colecciones privadas gracias al uso de nuevas tecnologías, como fotocopiadoras (que permiten extraer por capítulos lo que a uno le interesa de un libro y agruparlo junto a otras copias que uno posee sobre otros temas), videocaseteras o video clips. Ante esto, la diferenciación social por los gustos se hace cada vez más difícil, puesto que ahora la tendencia es que estos se vayan a mezclar.

Por tanto existe una gran dificultad al intentar agrupar a las distintas manifestaciones culturales de una sociedad bajo nociones totalizadoras, como la de  cultura urbana, o en  nociones culto o popular. Es decir que en estos tiempos, ello se ha vuelto cuestionable, y que al volverse la cultura en hibrida, se hace imposible agruparla en una sola categoría, pues en ella se confluyen los elementos de diversas culturas.

Por su parte los nuevos procesos de globalización o internacionalización de la cultura, como el hecho de que ahora una empresa pueda estar en diversos países, o que la información se pueda trasladar de una región a otra vía satélite, hace que se produzca una desterritorializacion  de los productos simbólicos de un país. A la vez que esto hace que los investigadores no puedan seguir viendo a las interacciones entre países dominadores con los países dominados como luchas frontales, es decir que el modelo de la dominación imperialista ya no es suficiente para explicar los nuevos procesos híbridos que se están sucediendo actualmente. Puesto que ahora, al emigrar latinoamericanos a los países más prósperos, también llevan consigo su cultura, que en muchas ocasiones producto de la interacción se mezcla con  la de los otros. Por ejemplo en la ciudad de Tijuana, una ciudad abierta y cosmopolita, coexisten diversos idiomas, y el predominio lo tienen conjuntamente, el castellano y el inglés.

Ante esto, las practicas culturales como las artísticas ven mermados sus paradigmas, ya que ahora al volverse la cultura posmoderna hibrida, al no poder agrupar las manifestaciones culturales en colecciones y al desterritorializarla de su lugar de origen, el arte moderno encuentra una gran gama de estilos para su elección, provenientes de distintos lugares que coexisten junto con las nueva tecnologías. Como resultado de esto podemos encontrarnos con el graffiti y con la historieta.




La colonialidad del saber

En la antigüedad Europa occidental no era vista como la entendemos comúnmente ahora, como  centro del mundo civilizado. Por el contrario la Europa del futuro era considerada como lo bárbaro, “lo incivilizado, lo no político, lo no humano”. Existían varios factores que la alejaban completamente de la característica de centro, como lo es su ubicación geográfica alejada del centro del mediterráneo. A la vez que era tan solo una cultura secundaria comparada con la del mundo turco o con la del mundo musulmán, que dominaban a lo largo y ancho del mediterráneo, desde el atlántico hasta el pacifico. 

Es en el renacimiento cuando se comienza a construir la visión euro céntrica de Europa como centro del mundo. Con esta idea se pretende hacer de Europa el resultado de una fusión, a largo tiempo, de las culturas griega, occidental y cristina. No puntualizando que en la antigüedad, el helenismo no fue parte de toda Europa sino de una pequeña parte de ella, en el Mediterráneo, exactamente en Grecia y sus colonias, que tienen mas contacto con Asia y África que con el norte y oeste del continente.

Es a partir de 1492, con la expansión europea hacia otros continentes y con el viaje de circunnavegación a la Tierra, que Europa empieza a verse a si misma como la integradora del mundo, puesto que de ella salen las naves que irían hacia otros continentes a la vez que a ella llegan, también, todas las riquezas y posesiones de otros continentes. Entendiéndose Europa,  centro de la actividad de este movimiento colonial, como personaje principal de una Historia Mundial (que hasta ese momento no existía), en tanto que ve a las demás culturas como parte de su periferia.

En el encuentro con los otros pueblos, los europeos empiezan a comparar la superioridad de su cultura con la de los pueblos colonizados. Considerando que como superiores, es obligación moral para ellos dotar a estos pueblos bárbaros de su modernidad europea, aunque ello implique imponerla con violencia. Arguyendo que es un sacrificio que van a pagar lo conquistados para emanciparse de la barbarie, imponen el mito de que la modernidad no represento un proceso despiadado y brutal, sino que constituyó un gran paso hacia la liberación del hombre de sus trabas, exacerbado su gran papel civilizador.

Difundiendo el mito de que la trans modernidad o la expansión de la modernidad hacia otros pueblos, es totalmente positiva para todos, se valieron de todos los métodos posibles para contravenir cualquier obstáculo a su realización. Este proceso no manifestó las expectativas que de ella se habían planteado desde el  renacimiento sus ideólogos, como un proceso de  liberación de la inmadurez y barbarie. Por el contrario, modernidad significo para muchos pueblos dominados un proceso brutal e irracional, en donde se les convertía en victimas involuntarios de algo totalmente ajeno a ellos: la modernidad se transformaba en barbarie.

Ante esto se debe presentar al proceso de difusión de la modernidad europea en el mundo con sus dos caras, para entender como influyo la “modernidad” en la mentalidad del hombre conquistado, ya que no solo significó avance y progreso, sino que también fue un proceso cruel y violento que no dudo en aplicar métodos coercitivos para lograr sus fines. Y dejar con eso, la antigua visión que se tenia de ella, en la que solo  se nos mostraba su lado positivo.



La sociología de la cultura de Pierre Bourdieu por Nestor García Canclini

Néstor García Canclini trata de explicar el análisis sociológico que hace Pierre Bourdieu de la cultura a través de un enfoque marxista, pero que no solo se limita a esta y va más allá, en lo que se podría decir de lo que la teoría marxista había subvalorado: el consumo social, en donde también encontramos estructuras de dominación y poder.

Nos dice que Bourdieu en la mayor parte de sus investigaciones se hace la pregunta de cómo las estructuras económicas y simbólicas se articulan en la diferenciación social. Para aclarar esta interrogante recurre a algunas ideas del marxismo (como clases sociales y lucha entre ellas) sobre la sociedad, pero difiere o se sale del marxismo en:

a)  Con respecto a la idea del consumo del marxismo- subordinado a las estructuras de producción, Bourdieu se centra aun mas en las relaciones de desigualdad y diferenciación social que se ve implícita en el consumo de las diversas clases sociales; o sea, que él ve en la manera de usar y producir los bienes una diferenciación en la constitución de las clases sociales.

b)  En lo que se refiere al valor del trabajo para el marxismo –costo de producción, materias primas y tiempo de trabajo, Bourdieu afirma que el valor de un bien se genera ya desde el mismo proceso de producción  a través de las relaciones que se dan para identificar al bien.

c)   Con la idea de la articulación entre lo económico y lo simbólico, Bourdieu dice que si una clase pretende ejercer el dominio sobre las demás, no solo debe prevalecer en el sector económico, sino que también debe articular  esto en las estructuras simbólicas o culturales de una sociedad, para poder legitimizar su poder. Así ambas estructuras se articulan en lo que Bourdieu llama campos, los cuales nos permiten hacer un estudio más complejo y preciso de las relaciones que se generan en una sociedad.

d) Con la idea del concepto de clase social determinada por su participación en el proceso productivo. Bourdieu dice que no solo basta con analizar las estructuras económicas para determinar el carácter de una clase social. En esta también influyen las prácticas culturales tales como el lugar en el que se vive, la educación y cultura que se recibe y que determinan las formas de elección o comportamiento de un individuo, que son también factores de exclusión o de inclusión entre clases sociales. Por tanto para explicar el carácter de una clase se necesita del análisis de varios factores que confluyen en ella.

En cuanto a los hechos sociales, nos dice que Bourdieu los organiza dentro del concepto de “campo”, es decir en un análisis que engloba tanto a las estructuras materiales o económicas como a las superestructuras sociales. Cuando analiza una obra de arte bajo esta visión de campos, la analiza tomando en cuenta el contexto del artista, sus formas de pensar, la clase social a la que pertenece y las superestructuras que impulsan a este artista a la realización de su obra. Y por estar la vida moderna divida en campos económicos, políticos, científicos y artísticos, considera que se deben de analizar las dinámicas ocurridas en cada campo, teniendo en cuenta, por tanto, que dentro de estos campos se generan luchas por la hegemonía de cada clase; puesto que en un campo compiten varios actores con posiciones de clase enfrentadas.

En lo que respecta a los modos de producción y al consumo cultural, Bourdieu los organiza en niveles culturales a los que denomina gustos. Esto quiere decir que en una sociedad podemos encontrar gustos estéticos legítimos, representados por las clases burguesas; gustos medios, representados por las clases pequeño burguesas y medias; y los gustos populares. En todas estas se expresan la naturaleza e ideólogas político estéticas de cada grupo y que coexisten al mismo tiempo en la sociedad capitalista.

1)  Estética burguesa. La practica cultural burguesa esta muy desligada de los conflictos económicos que padecen las otras clases. Y por ser ella de capacidad holgada puede darse el lujo de invertir el tiempo en el estudio de conceptos culturales que le permiten estar al tanto de las corrientes intelectuales y artísticas. El modo de producir y consumir burgués autónomo de las estructuras económicas, hace que se genere un cierto distanciamiento de las cases sociales menos instruidas con respecto a las obras culturales. Ya que los gustos estéticos burgueses requieren de una preparación y disposición frente al objeto cultural, los sectores medios y populares se ven de cierta forma relegados a este consumo. Como nos dice García de la estructura burguesa “Coloca el resorte de la diferenciación social fuera de lo cotidiano, en lo simbólico y no en lo económico, en el consumo y no en la producción. Crea la ilusión de que las desigualdades no se deben a lo que se tiene, sino a o que se es.”

Un ejemplo de esto lo encontramos en los museos de arte, en donde indirectamente se le exige a su publico el manejo de ciertos conceptos previos para poder entender las manifestaciones artísticas de la clase burguesas, ya que estas están diseñadas para hacer prevalecer la forma sobre el fondo es muy difícil que cualquier persona logre entenderlas.

2)  La estética de los sectores medios. Esta estética  depende mucho del gusto masivo para producir a gran escala dentro de una industria cultural, puesto que se busca la competencia mercantil en la distribución de estos productos, por lo cual vemos que esta estética depende de las estructuras económicas de la demanda. Un ejemplo de esto lo encontramos en la práctica fotográfica muy arraigada en la pequeña burguesía. Por medio de ella se puede hacer un examen sociológico de las estructuras ideológicas del gusto y de las preferencias en los individuos; dado que en ella no solo prima el afán de retratar una reunión familiar o cualquier otra actividad simbólica digna de fotografiarse. Sino que también devela las intenciones de este sector en diferenciarse de los sectores populares y acercarse a los sectores burgueses. Ya que en estas fotografías se registran las actividades que demandan la disponibilidad de recursos económicos como el turismo, cosa que no pueden hacer las personas pertenecientes a la clase popular.

3)  La estética popular. Esta estética se ve muy limitada por el poder adquisitivo de sus consumidores y productores; es por tanto una estética practica y funcionalista por cuanto se ve dividida en actividades y lugares técnicos, funcionales y suntuarios. Incluso esta última se ve también limitada por el aspecto económico aunque trate de imitar a los sectores dominantes. Sin embargo, ocurre que no siempre este sector trata de imitar al dominante, pues la estética popular también se autonomiza y crea sus propios paradigmas culturales, como lo es el hecho de intentar poseer una fuerza mayor que los burgueses a través del consumo abundante de comida. Con cual pretende ser mejor que el burgués en fuerza.

A parte su análisis de los modos de producción cultural, Bourdieu construye el concepto de Habitus, la cual entiende como la asimilación inconciente, desde muy pequeños, de la cultura de su propia clase social. Entendiendo que las ideologías y maneras de pensar y actuar de la clase social a la cual se pertenece se arraigan en el individuo de tal forma que uno no se da cuenta de ello, pero que esta dentro de nosotros y se evidencia en nuestro consumo, elecciones o clasificaciones.

De la misma forma, las estructuras simbólicas también estructuran nuestra concepción del mundo. A través de determinaciones sociales apegadas a los intereses de cada clase social, los símbolos- entre ellos los usados en la comunicación- nos posibilitan la comprensión del mundo, pero por ser estos productos de los intereses de legitimizacion de una  clase encontramos un sustento político de dominación en la cultura. Entonces se podría decir que las relaciones de comunicación y de conocimientos develan una estructura de poder, puesto que sus ideólogos y difusores son participes de una determnada clase social.