martes, 9 de mayo de 2017

El estado mafioso de Manuel Dammert

Dentro de los sistemas de comunicación actual, se ha superado la tensión que existía entre la comunicación alfabética y la comunicación audiovisual a través de una nueva comunicación electrónica que integra dentro de sí a la comunicación oral, escrita y audiovisual en una especie de supertexto o metalenguaje.

Todo este cambio en la comunicación también se ha reflejado en una modificación de la cultura, la organización social, e incluso en las formas de poder social. En esta ultima, se nota que se viene produciendo una relación entre los medios de comunicación audiovisuales, especialmente con la televisión, y el control del poder.

La televisión se ha convertido en el objeto fundamental de la comunicación dentro de la sociedad; ella es el “centro simbólico de la sociedad”, pues es la principal transmisora y articuladora de los mensajes simbólicos. Además de que ahora  la televisión se ha convertido en la principal formadora de la personalidad social del grupo.

En el Perú, nuestra consciencia colectiva se ha formado en torno a la televisión, sin que antes se haya alfabetizado a las mayorías como sucedió en otros lugares. La escritura concedía poder a quienes podían utilizarla, mientras que los otros se veían relegados al acceso al poder por tales motivos. Pero en la década de los 70’s, con la llegada de la televisión y su difusión por el Perú, se pudo interconectar a los distintos habitantes de todo el territorio, formándose una comunidad nacional articulada  fundamentalmente por la televisión.

Con esto se comienza a notar que la televisión se convierte en una nueva forma de dominación, pues se ve como llega a todo el Perú, y que lo integra en torno a ella. Además de ser una fuente de configuración de la personalidad social, pues es quien difunde y muestra indirectamente las normas y patrones sociales a través de su pantalla.

Es así que a partir del año 1992 el régimen político dictatorial del Perú toma las riendas del control de la televisión a través de la subordinación de todos los canales de señal abierta (que llegan a toda la población) y de la prensa escrita. La televisión a partir de entonces jugó un rol importantísimo en el control social a favor del poder político de los que la dominaban. Se la convirtió de forma exclusiva en la única que podía transmitir información, limitando a los otros medios, como a las editoras; y más que servir al entretenimiento del publico se le asigno la función de ser un medio entre el pueblo y el estado, es decir el de asumir un papel de asistente social capaz de procurar la obtención de servicios sociales a su publico, mayormente pobre, con la emisión de programas que trataban los casos supuestamente privados, como públicos.

Es por eso que los políticos intentan controlar a la televisión de alguna manera, además de que intentan aparecer en ella con el fin de obtener el reconociendo por el publico.



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