jueves, 29 de junio de 2017

La Compañía de las Indias Orientales para los asiáticos y para Occidente

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Fundada el 31 de diciembre de 1600 y dotada de estatutos por la reina Isabel, la compañía inglesa fue una poderosa conglomeración de  diversas empresas mercantiles que se propusieron explotar riquezas de Oriente.

El acceso a los recursos facilitado por la estructura de la compañía como una sociedad anónima, les permitió reunir los fondos necesarios y los convirtió en un formidable competidor cuando se enfrentaron con las familias comerciantes indígenas de la India. Adquiriendo un poder considerable, similar al del Banco de Inglaterra, sus sobornos al gobierno alargaban su plazo de monopolio y renovaban su Carta con sólo ofrecer nuevos empréstitos o regalos al Gobierno.  Aún más con los acontecimientos de la Guerra de los Siete Años; la Compañía de las Indias Orientales de potencia comercial paso a transformarse en una potencia militar y territorial.

Otorgados el monopolio del comercio británico en Asia y el derecho de armar sus barcos para defenderse de los intrusos, la compañía decidió entrar en el comercio de las especias con las islas de las Indias Orientales. Durante el dominio británico se gestaron los actuales problemas que aquejan a Oriente. Este fracaso fue causado por la explotación brutal, consciente y sistemática de la India por el capital británico desde el comienzo mismo del dominio inglés.

La catástrofe que acarreo a la India la invasión del capitalismo británico asumió proporciones alarmantes. Como menciona Baran, claro está que el proceso de transición del feudalismo al capitalismo y el desplazamiento de recursos hacia la formación del capital que es parte integrante de esta transición, causó gran cantidad de sufrimientos, de miseria y de indigencia. El excedente económico de la sociedad no sólo se transfirió de un uso a otro con todas las sacudidas, luchas y privaciones consiguiente: la mayor parte de el se obtuvo de las masas subalimentadas y agotadas por el exceso de trabajo.

Sin embargo, este excedente (aunque sólo en forma incompleta y de manera irracional) se uso para la inversión productiva y sentó las bases para la futura expansión de la productividad y de la producción. De hecho no puede haber duda de que si la cantidad del excedente económico de la Gran Bretaña extrajo de la India hubiese sido invertido en esta última, el desarrollo económico de la India tendría en la actualidad poca similitud con este sombrío cuadro.

Inglaterra destrozó toda la estructura  de la sociedad hindú, sin que se haya manifestado hasta ahora ningún síntoma de reconstitución. Esta pérdida de su viejo mundo, sin conquistar otro nuevo, imprime n sello de abatimiento particular la miseria hindú y desvincula al Indostán gobernado por Gran Bretaña de todas sus antiguas tradiciones y de toda su historia pasada.

La política británica en la India, impositiva y agraria arruino la economía aldeana de la India, sustituyéndola por los terratenientes parásitos y los prestamistas. Su política comercial destruyo al artesanado hindú y creó los infames tugurios de las ciudades de la India, llenas de parias enfermos y hambrientos. Su política económica desbarato todos los intentos que hubo  a favor de su desarrollo industrial y promovió la proliferación de especuladores, pequeños negociantes, agentesy especuladores de toda clase.

El dominio Británico se consolido mediante la creación de nuevas clases y deintereses creados, que estaban ligados a este régimen. El volumen de riqueza que Gran Bretaña obtuvo de la India y que se agrego a la acumulación capital inglesa y fue este un periodo de vital importancia para el desarrollo del capitalismo británico, como ya se vio, en desmedro del desarrollo de Oriente.


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