MEMORIA QUE EL EX – SECRETARIO DE ESTADO, MANUEL PARDO Y LAVALLE, EN EL
DESPACHO DE HACIENDA Y COMERCIO PRESENTA AL JEFE SUPREMO PROVISORIO DE
REPÚBLICA EN 1867[1]
I.
El Perú a mediados
del siglo XIX: El “Boom guanero”
A mediados del siglo XIX el Perú vio beneficiado
por las rentas que obtuvo por la comercialización del guano, un recurso a
primera vista insignificante que sin embargo,
para el siglo XIX, resultaba muy rentable. Este es el siglo de la
revolución industrial, en donde países como Inglaterra necesitaban repotenciar
sus campos para aumentar su producción industrial, y es allí donde el guano
peruano va a jugar un rol destacado, como fertilizante y también como materia
prima para el armamentismo europeo.
El guano le va a permitir al Perú salir de la
bancarrota fiscal en la cual se había sumido producto de las guerras por la
independencia del Perú y por la ineficiencia de los gobiernos militares, que
habían mermado tanto la política como la economía nacional. Estos primeros
gobiernos, que se enmarcan dentro del primer militarismo, resultaron ser gobiernos
que generaron un caos mayor para el Perú luego de su emancipación y que no
encontraban fundamentos para sacar al país de su postración económica.
A mediados de 1840 exploradores europeos al
investigar nuestras costas, logran encontrar, lo que ya antes los antiguos
peruanos habían explotado, un fertilizante natural de gran potencial: el guano.
Y con ello, el Perú irá obteniendo recursos.
Sin embargo, como indica Shane Hunt, la mayor
cantidad de lo obtenido por la comercialización del guano se derivó
principalmente hacia la expansión de la burocracia, tanto civil como militar,
en detrimento de una economía industrial que hubiese podido convertir al Perú
en una potencia sudamericana. Con el dinero del guano se empezaron a pagar las
deudas que tenía el estado peruano tanto con el extranjero como con los
nacionales, esperando capitalizar a una élite que pese a contar con los
recursos no vio como una oportunidad la industrialización y prefirió vivir de
las rentas que le podían proporcionar otras inversiones.
Durante este periodo, de bonanza y de crecimiento
económico, los recursos del Perú fueron ambicionados por España, que para la
década de 1860 le declara la guerra al Perú. De esta suerte, se intenta
negociar una pacificación mediante el tratado Vivanco-Pareja en el gobierno de Juan
Antonio Pezet, generando la indignación popular que abandera Mariano Ignacio
Prado y que lleva a este a la subida al poder, nombrándosele presidente
provisorio.
Con Mariano Ignacio Prado en el Poder se retomará
la lucha en contra del retorno del dominio español en el Perú, pero también se
organizará un gobierno que intente organizar el Perú luego de la crisis que
vendrá producto de la guerra con España. De esta época se recuerda al “Gabinete
de los talentos” del gobierno de Mariano Ignacio Prado.
II. Hacienda Pública durante el gobierno de Mariano
Ignacio Prado.
Dentro del “Gabinete de los Talentos”, se
encontraba quién más adelante sería el primer presidente civil
del Perú: Manuel Pardo y Lavalle, quien asume la secretaría de Hacienda en
1865, llevando a cabo varias reformas que incluían austeridad y nuevos
impuestos a la propiedad, la industria, el trabajo, la renta y las
exportaciones, restaurándose además la contribución indígena.
Para esta época, 1865, el Perú necesitaba reactivar
su economía, decaída por la guerra y con un mal manejo dentro de sus finanzas,
que reportaban gastos mayores a sus ingresos. Como hace constar el mismo Pardo
en su Memoria:
“En fin de 1865 se debía a los consignatarios del guano
una cifra que, sin indicar los gastos inherentes a la consignación de ese
artículo, alcanzaba á la suma de S 10.121, 487.20, que calculando en 11.000,000
de soles el producto neto anual del guano y en 4.000,000 S. el pago anual de
interéses y amortización de deudas externas, esto es en 7.000,000 de soles el
producto disponible por el gobierno, presentaba como absorbida anticipadamente
la principal renta de la Nación por todo el año de 1866 y porte de 1867.” (Pg.5)
III. Política económica
de Manuel Pardo y Lavalle.
En el rubro Hacienda y Comercio del gobierno de
Mariano Ignacio Prado, Manuel Pardo y Lavalle lleva a cabo reformas tendientes
a favorecer un incremento en los ingresos del Estado, y que durante este
periodo de crisis, resultaban sumamente necesarios. Impulsó una agresiva
política de impuestos que afectó a muchas personas y que a su vez generaron
protestas y sin sabores que molestaron a la población.
En su Memoria Manuel Pardo manifiesta que “el
capítulo referente a la deuda pública, manifiesta la cifra á que ascendían los
libramientos girados por el Gobierno anterior contra el empréstito emitido en
Lóndres, cuyos libramientos no habían podido ser cubiertos en dinero sino en
Bonos, y cuyos tenedores reclamaban del Gobierno el pago al contado de las
sumas giradas, más gastos de protesta y resaca.” (Pg. 6)
Situación económica difícil para el gobierno que
además: “No hago mención de los demás obligaciones que pesaban sobre el tesoro,
ya por créditos contraídos por la administración pasada, ya por sueldos
atrasados de todos los Departamentos de la República, ya por ajusticiamiento
del Ejército Restaurador durante toda la campaña,…” (Pg.6)
De esta suerte Manuel Pardo decide, en materia de
consignaciones del guano, revisar todos los contratos de consignación y
adelantos sobre guano celebrados por el gobierno anterior. Estos contratos eran
con: España, Portugal, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Italia, Holanda,
Alemania, y otros.
En materia de administración fiscal, los tres
puntos principales de su política económica son:
-Reorganización de la Secretaría de Hacienda,
llamada a centralizar ordenadamente su acción.
-Reorganización del Tribunal Mayor de Cuentas, a
regular recursos que ingresan al Estado.
-Amovilidad de los empleados de la Hacienda.
El decreto del 4 de diciembre de 1865, sentó las
nuevas bases de la Secretaría de Hacienda, dividiéndola en cuatro direcciones:
-Contribuciones
-Contabilidad
-Crédito
-Huano
Centralizando la contabilidad fiscal a fin de una
mejor recaudación y de una eficiente administración estatal.
IV. La figura de Manuel Pardo y Lavalle
Manuel Pardo (1834-1876), hijo de una notable
familia de ascendencia colonial, educado en Europa y con estudios en Economía,
estuvo siempre ligado con las decisiones del poder. Durante el gobierno de Juan
Antonio Pezet se le asignó la misión de viajar a Europa a conseguir un
empréstito.
Durante el gobierno de Mariano Ignacio Prado se le
asignó el Ministerio de Hacienda y Comercio. Posteriormente va a ser elegido
alcalde de Lima y fundará en 1871 el Partido Civil, junto con el cual llegará a
la presidencia de la República del Perú en 1872.
Imagen de Internet |
[1] Memoria que el ex secretario de Estado en el despacho de Hacienda y
Comercio presenta al Jefe Supremo Provisorio de la República. Lima: Imprenta
del Estado, 1867.
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