En este periodo se dieron los
primeros actos administrativos en pro del objetivo de lograr un mayor
asentamiento de europeos en el Perú, es así que se creó la Comisión Consultiva
de Inmigración que pocos meses después de convirtió (mayo de 1873) en La Sociedad de Inmigración Europea,
compuesta de 25 miembros, agrupados en cinco secciones: Inglaterra e Irlanda;
Francia, Bélgica y Suiza; Alemania, Austria y Holanda; Suecia, Noruega y
Dinamarca; e Italia, España y Portugal.
Este organismo debía administrar
los fondos para promover la inmigración desde estos países; establecer
convenios; cuidar del viaje, alojamiento inicial y posterior ubicación de los
inmigrantes; así como dirimir diferencias entre inmigrantes y empleadores.[1]
La Sociedad, en su mayor parte
integrada por hacendados, contó con el apoyo gubernamental a través de una ley
aprobada por el presidente Pardo, por la que el gobierno se comprometió, entre
otras cosas, a invertir 100.000 soles al año para fomentar la inmigración
europea hacia terrenos costeños[2]. Uno de los aspectos definidos por la
referida norma fue que no se podía expropiar terrenos de la costa para asentar
colonos inmigrantes. Ello limitó la posibilidad de asentar colonos en la costa,
a menos que se fuesen contratados como trabajadores de hacienda, dada la
escasez de tierras en la zona costeña. Pese a ello, desde 1874 a 1875 la
Sociedad de Inmigración Europea patrocinó la llegada de alrededor de 3000
inmigrantes, la mayor parte de los cuales eran italianos, en menor medida había
algunos suizos y franceses.
Cabe resaltar que existía una adhesión de la élite
dirigencial italiana al civilismo, quizás la mayor expresión de coincidencia
entre los postulados civilistas y la ideología de los líderes de la colonia
italiana del Perú, se expresa en el libro publicado por Juan Copello y Luis
Petriconi, su ideología nacionalista y liberal se dejaba ver en Estudios sobre
la independencia económica del Perú.[3] En
este libro se aboga por el desarrollo de la industria nacional, postulando la
modernización del Estado peruano. Esta demostración de una coincidencia de
pensamiento económico entre gobernantes civilistas y la élite de la colonia
italiana propició el crecimiento económico y la estabilidad política de la
misma que se daría entre 1895 y 1930.
Imagen de Internet |
[1]
“Luego de instalarse, la Sociedad redujo sus miembros a 20 y las secciones a
cuatro (se eliminó la sección encargada de la inmigración desde Suecia, Noruega
y Dinamarca).” Bonfiglio, Giovanni, pg. 29
[2] García Jordán, Pilar.
Iglesia y poder en el Perú contemporáneo, 1821-1919. Cusco: Centro de
Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas", 1992.p. 203.
[3]
Copello, Juan y Petriconi, Luis. Estudios
sobre la independencia económica del Perú. Imprenta de “El Nacional”, Lima,
1876, 105 pp.
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