Los documentos históricos pueden verse afectados por múltiples factores (entre ellos el ataque de las termitas, la humedad, los hongos, la acción acidificante de las tintas, etc), que los degradan y maltratan a medida que pasa el tiempo. Por esta razón, se hace necesario que dichos documentos pasen por un proceso de conservación y restauración especializado, el cual se hace teniendo en cuenta las siguientes herramientas:
-Pinzas
-Espátulas (puede ser eléctrica)
-Microespátula
-Una plegadera
-Punzón o aguja con mango
-Tablero para corte
-Alcohol
-Tercal o tela de nylon
-Gaza
-Lápiz
-Material secante
-Brocha cerda suave
-Pinceles
-Borrador (puede ser borrador pulverizado)
-Lija ultradelgada
-Meticulosa, engrudo, cola o cargosimetil
-Guantes para evitar acidificar los documentos con los residuos de las manos
-Hilos de lino, cáñamo o algodón
-Piel curtida al alumbre
-Papel no adherente
-Cartón negro
-Papel injerto libre de ácido, PH estable (6, 7 u 8 de PH), puede ser papel Tisú o también papel japonés
Imagen tomada de Internet |
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