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martes, 6 de diciembre de 2016

La civilización del Occidente Medieval de Jacques Le Goff

Con respecto a las técnicas e innovaciones materiales producidas en Europa Occidental durante los siglos X al XIII, se observa un pobre desarrollo. Las máquinas no habían alcanzado grandes progresos, los materiales para trabajar la tierra, principal actividad económica del Medioevo, eran defectuosos y no rendían lo suficiente.

La mayor parte de las técnicas usadas durante este periodo provenían del conocimiento grecolatino, lo cual se sabe por las descripciones que dan de las técnicas usadas por los medievales, los escritores de la antigüedad. Sin embargo, en la Edad Media, si bien se tomaron los modelos de la antigüedad, muchos de estos se perfeccionaron y mejoraron, difundiéndose las técnicas alcanzadas. Así  tenemos el molino de agua, que ya era conocido en la antigüedad por Vitrubio, quien la describe, y expandiéndose su uso en el mundo medieval entre los siglos XI y XIV, y al que se le hacen algunas mejoras. De otro lado, tenemos también el arado, al cual, por una descripción de Plinio el Viejo, sabemos que ya se usaba en el siglo I; arado al que se perfecciona y difunde en la edad media.

Muchos avances en la evolución de la técnica de la edad media se deben en parte a la actividad cotidiana de las principales fuerzas sociales de la edad media,  como la aristocracia y la Iglesia. Por ejemplo, en la Iglesia, la necesidad de un computo de tiempo más exacto para los cultos, llevó a progresar las técnicas para la medición del tiempo, así como la expresión cristiana de construir iglesias más vistosas contribuía al progreso del conocimiento de técnicas de construcción y en la creación de instrumentos para hacerlas, como los transportes, etc. Del mismo modo, la actividad guerrera de la nobleza favorecía un desarrollo en las técnicas militares y en  la artillería.

Sin embargo a todo ello, era muy poco lo que se había avanzado en comparación con la antigüedad, en equipos, técnicas; con progresos muy pobres en el maquinismo, pues lo que se sabía de esto era lo que había legado del conocimiento antiguo.

Los materiales con los cuales podían realizar sus herramientas los hombres medievales era la dada principalmente por la madera, la cual era además exportada hacia Oriente, siendo considerada la madera como un material universal, pues con ella se construían casi todo. La piedra fue otro material muy usado en la edad media, sobretodo en la construcción, convirtiéndose en un símbolo de estatus social. Otro material muy usado fue el hierro, destinado en su gran mayoría a la producción de armamento militar, y otra parte en la fabricación de utensilios para la agricultura y para el trabajo con madera. Sin embargo el arado no satisfacía plenamente la técnica agraria, ya que los arados no removían suficientemente la tierra y por tanto, la tierra era mal trabajada, agotándose muy pronto, pese a la técnica de rotación trienal usada en la edad media.  

Imagen de Internet



[1] Le Goff, Jacques. La civilización del Occidente Medieval. Barcelona: Paidos, 1999.

lunes, 4 de enero de 2016

La disciplina Histórica: Perfil y campo del historiador

La historia como ciencia social tiene como fin buscar un conocimiento científico de las sociedades humanas, descubriendo las relaciones entre las sociedades del pasado con las del presente. En tal sentido, para el historiador será de mucha ayuda actitudes personales como la vocación, el interés, la buena memoria, el gusto por el pasado, etc. Así como factores sicológicos y académicos como: dominio de idiomas, capacidades cognitivas, dominio de redacción, acceso a materiales, utilización de métodos de estudio, buena lectura, realización de excursiones, visitas a museos, etc. Sobre todo una actitud receptiva a nuevos temas. Al abordar un tema el historiador no puede cargar con prejuicios. Se puede tener una idea previa del periodo, pero ello no tiene que ser una traba para la investigación histórica.

Por otra parte, su proyección en el trabajo de la investigación estará dada por tres factores principales, mencionadas por Jacques Le Goff: La investigación, la enseñanza y la vulgarización de su investigación. La investigación es vital para el avance del conocimiento de la Historia, la cual tiene que hacerse a partir de la consulta de los documentos del periodo que se estudia, con la intención de plantear problemas o reformular esos mismos problemas. No hay que olvidar que esta es una ciencia social y como tal tiene que contribuir al desarrollo de la sociedad y no tan sólo limitarse a erigir simples narraciones del pasado.

La enseñanza le permitirá al historiador poder explicar sus investigaciones. Y, finalmente, la vulgarización será vital para el historiador, ya que con esto podrá difundir a un público mayor sus investigaciones.