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sábado, 19 de marzo de 2016

ABRIR LAS CIENCIAS SOCIALES, de Immanuel Wallerstein Capítulo 3: ¿Qué tipo de Ciencia Social debemos construir ahora?

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 RESUMEN: 


A raíz del surgimiento de nuevas disciplinas dentro de las Ciencias Sociales, el presupuesto hacia las viejas disciplinas ha tendido a la disminución; esto ha conllevado, obviamente, a que se propongan debates con el fin de evitar las divisiones dentro de las disciplinas ya establecidas.

Pero muy aparte de las cuestiones económicas, se tiene otro problema que es de absoluta relevancia. Lo ideal dentro de una categoría del conocimiento es que dentro de ella sus disciplinas puedan complementarse entre sí; sin embargo, en las Ciencias Sociales, esto no se ha podido realizar, puesto que la mayoría de sus disciplinas no permite al estudioso, adentrarse a terrenos fuera de sus limites. Esto hace que se dificulte el avance  hacia la obtención de un conocimiento más universal, y por ende más objetivo.

A pesar de ello, en la última década han comenzado a aparecer revistas, en las cuales se puede observar un cierto viraje hacia la Interdisciplinarización de las Ciencias Sociales.

El estanco que proporciona el particularismo dentro de las universidades, hace reflexionar acerca del futuro de estas instituciones, como centros del saber, con respecto hacia los medios de comunicación que, difunden con mayor rapidez la información, incluso lo hacen de manera interdisciplinaria.

Continuando, se puede observar tres problemas metodológicos centrales:

  • Uno de ellos es el cuestionamiento que se hace de la visión de la realidad del estudioso; en otras palabras, no se puede hablar de la existencia de un científico social “neutro”. Esto se basa en el concepto de que todo estudioso pertenece a una determinada ideología; por ende, se puede deducir que la investigación adquirirá la subjetividad del que lo redactó.

  • Otro problema es que siempre se ha tendido a ignorar las cuestiones de tiempo y espacio dentro del análisis, considerándolas como constantes. Esto es un problema que se hace necesario solucionar; puesto que, dificulta la mejor interpretación de la realidad del científico.

  • El tercer problema tiene que ver con la separación que hace el científico analizar las distintas disciplinas unas de otras, sin tener presente que ellas pueden complementarse mutuamente con el fin de obtener un conocimiento mas global y universal.

Otro problema que aqueja a las Ciencias Sociales es el tipo de raciocinio empleado para su análisis. Es decir, que en sistemas tan dinámicos y complejos como son las sociedades, se hace necesario adquirir un raciocinio que pueda analizarlas de manera integra y no por partes (extraídas de la realidad, para luego ser estudiadas de acuerdo con la experiencia de su investigador), como se suele hacer.

Son muchos los problemas y también muchas las soluciones propuestas, pero de entre todas ellas se tiene que elegir a la más idónea, que permita enfocar la visión del científico social hacia una determinada realidad de manera universal.






ABRIR LAS CIENCIAS SOCIALES, de Immanuel Wallerstein Capítulo 1: La construcción histórica de las Ciencias Sociales desde el sigo XVIII hasta 1945

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 RESUMEN:

Como toda disciplina del saber las ciencias sociales han atravesado por una historia de creación, desarrollo y consolidación. Es precisamente esa dinámica con  la cual se fue estructurando a través de los años, las Ciencias Sociales que conocemos hoy; con una ruta que la llevó a la separación en ramas y que le permitió desarrollar un conocimiento mas preciso de la realidad, ya sea en el caso de la Historia, la Economía, la Sociología, la Ciencia Política o la Antropología.

A medida que se conocía más el mundo con los viajes de exploración, se hacia necesaria una ciencia que pudiese explicar los nuevos avances y descubrimientos. En aquel entonces las únicas categorías del conocimiento existentes eran la Filosofía y las Ciencias Naturales, teniendo en el siglo XVIII mayor preponderancia la primera; pero a su vez, las Ciencias Naturales se mostraban como las ciencias que podrían explicar el mundo de manera objetiva y no de manera subjetiva como lo hacia la Filosofía. Había una lucha sobre quien controlaría el conocimiento.

En el siglo XVIII algunos historiadores, con el propósito de “ayudarse” de las Ciencias Naturales, atrajeron a estas, hacia las universidades. Esto produjo que se creara una tensión dentro de las universidades, puesto que en el pasado la Ciencias Naturales trabajaban fuera de las universidades.

En este contexto, las Ciencias Sociales se hacían necesarias (según Comte las cuestiones sociales deberían ser analizadas por un pequeño grupo de intelectuales), el problema era definir a que categoría del conocimiento pertenecía, o si es que debería existir en una categoría aparte. En países como Gran Bretaña, Francia ya se comenzaba a definir como una categoría propia. Pero sólo fue reconocida formalmente, en las principales universidades, entre 1850 y 1914.

La vida de las Ciencias Sociales se ve marcada por constantes divisiones además de acoplar a ella disciplinas no creadas dentro de las universidades, sino dentro de los viajes de exploración, o sea dentro de sociedades, como la Sociología y la Antropología.

Por medio de esta lectura se llega a la conclusión de que las Ciencias Sociales surgieron a raíz de  una  necesidad propia del mundo, una necesidad de analizar, reflexionar, interpretar, cuestionar y criticar las estructuras de la sociedad con el fin de llegar a soluciones que impulsen su cambio. Y esta necesidad solo podría ser resuelta a  través de una ciencia que sistematizara todos los conocimientos aplicados dentro de la misma sociedad.