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martes, 6 de marzo de 2018

TÚPAC AMARU ENTRE LAS REFORMAS BORBÓNICAS Y LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ DE SCARLETT O’PHELAN


TRADICIÓN Y MODERNIDAD EN EL PROYECTO DE TÚPAC AMARU. O'PHELAN, SCARLETT.

En 1812 la constitución de Cádiz promulgaba la abolición del tributo indígena y de la mita. Esta disposición no fue tan bien recibida ni siquiera por los propios diputados peruanos. Si bien, esta disposición no tuvo mucho énfasis en Venezuela, Chile o Argentina, con el virreinato del Perú fue diferente. Este proyecto no era nuevo, ya se había planteado en los programas políticos del siglo XVIII, pero fue retomado y viabilizado por la Cortes de Cádiz.

Definitivamente, remover tributos y la mita iba a alterar la estructura socio economía del virreinato peruano. Esto también se hizo para hegemonizar la sociedad colonial. Ya que la mita y el pago del tributo eran mecanismos de explotación que venia ya desde el siglo XVI y se notaba con mas frecuencia en el sur del país, (70 % de la población indígena) en las minas de Potosi. 

Túpac Amaru para el caso del tributo propuso una erradicación temporal y en caso de la mita se refirió a la de Potosí (mita minera)

En 1720 se decreta la abolición de la mita de obraje y chacra pero no la minera. No paso lo mismo con el tributo; y este, al continuar vigente implico la practicidad de la supresión de la mita. Los indios preocupados por lo que debían pagar, tenían que trabajar en centros productivos locales como minas, chacras, obrajes y hasta emplearse como mitayos. Los caciques enviaban una cantidad de mitayos a las haciendas y los propietarios se encargaban de pagar su tributo por medio de los caciques o directamente  con el corregidor.

Hubo un enfasis por erradicar la mita y el tributo en Oruro en 1739 (provincia indígena y minera), pero  fue abortado. También se hablo sobre el tema por el estallido de la rebelión de Huarochiri (provincia con gran presencia indígena) y con gran mita de obraje (cárceles para deudores). 

Para el clero si era importante abolir la mita y el tributo ya que ellos sentían que estos mecanismos los privaban de disponer un grueso de almas que se iban a las minas.

Con la legislación de 1756, los indios no solo debían prestar sus servicios para pagar sus tributos, sino también para cubrir los repartos.  Comunidades duplicaron sus esfuerzos. Las comunidades, caciques, clero querían librarse de los corregidores y de sus repartimientos de mercancías. Hubieron quejas porque el dinero del tributo ingresa a la caja real y el reparto complementaba el salario del corregidor.

MITAS Y TRIBUTOS: LA AGENDA INDÍGENA EN LA REBELIÓN

Al ser añadido el reparto al tributo, creció el monto por lo que los jefes étnicos debían responsabilizarse. Esto provoca deudas de los caciques con los hacendados y corregidores. Con la rebelión, la élite indígena se desquito de sus antiguos patrones saqueando las haciendas y quemando los obrajes.

La abolición de la mita fue formulada tibiamente por Túpac Amaru. ¿Por qué? Porque como los criollos no se beneficiarían con el tema de la mita, Túpac Amaru no quería ahuyentar a los criollos que simpatizaban con el movimiento y actuaban como escribanos o armeros.

Si bien es cierto, se planteó en la rebelión erradicar la mita minera (Potosí), no se habló de la mita de chacra y obraje, porque era más urgente la primera. Los propios mitayos la pedían. El cacique estaba más satisfecho en las mitas de hacienda u obraje, porque era más fácil cobrar el tributo, pero de la minera no (mitayos no regresaban a Potosí).

Por ello se explica por qué Túpac Amaru se oponía más a erradicar la mita minera: era la que generaba más inconvenientes para cobrar el tributo.  La mano de obra barata que se obtenía de la mita, bloqueaba la apertura de un mercado libre dentro de la región. 

Por su parte, cuando se instauró el reparto, lo que hubo fue consecuencias negativas. En vez de darle un salario a los indios, se tuvo el efecto contrario. Y si había algún excedente del mitayo luego de pagar su tributo, era rápidamente absorbido por el propietario.

Sin embargo, es importante observar que si bien es cierto Túpac Amaru ofreció suprimir el tributo de la mina, este solo sería temporal (por la rebelión) y perjudicaba a los caciques. En principio se sostuvo que se quería mantener en vigencia el tributo porque se necesitaba de eso para la rebelión y hay pruebas de ello:Túpac Amaru puso justicias mayores en Lampa, Chumvibilcas por cobrar el tributo correspondiente. Sin embargo, al erradicar el tributo, los perjudicados serían los caciques, ya que ellos se ocupaban de cobrar el tributo, vivían de ello (principal función). Además, ellos se ocupaban de la distribución de las tierras a los indios, y de esta manera ellos pagaban su tributo (pacto de reciprocidad)

Pero al notar la insistencia de los indios por la erradicación del tributo, da a pensar que los caciques no cumplieron con el pacto de la tierra. Para los caciques, la supresión de mitas y de tributo no era prioritaria en el programa (excepto el de Potosí).

DOS ETAPAS DE UN PROYECTO: REPARTOS Y ADUANAS

La abolición del reparto y extinción de corregidores se enfatizaron en los programas políticos también. Túpac Amaru mato al corregidor Arriaga por los repartimientos, alcabalas y aduanas.

La legalización del reparto tenía la intención de empujar al indio a diversificar su actividad económica: incursionar en el comercio o tener salario.

Según el autor el reparto solo haría distinciones internas: indios ricos, menos ricos, pobres, etc.

En el caso del Perú, durante el preámbulo de la rebelión no se entró en crisis económica. (cajas reales)
Las reformas borbónicas fueron el termómetro en los que se demostró que los efectos del reparto no habían sido uniformes. Sin embargo si los borbones querían modernizar la estructura, debieron remover tributos y mitas que luego, siguieron en alza. Pero esto solo se lograría en la constitución de Cadiz de 1812. En 1815, se decía que la decisión de la corte solo había perjudicado a los indios, dado que por el tributo que se pagaba, se le daba un poco de tierra. Es decir el tributo obliga al trabajo del indio.

En conclusión, según el autor, las dubitaciones de Túpac Amaru sobre la mita y el tributo son una señal que su movimiento no puede ser calificado de revolución. Su movimiento tuvo una naturaleza más  que nada reformista, que revolucionaria. Aunque si marco la historia de las colonias españolas.

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