Cuando se intentan hacer esbozos de periodificaciones
históricas siempre se suele caer en darle homogenización al periodo histórico
al cual uno está estudiando, enmarcando las manifestaciones de una época dentro
de un carácter homogenizante. Pero en el posmodernismo, entendido no como un
tipo de estilo, sino como una pauta
cultural globalizante, en donde los rasgos característicos de sus
manifestaciones pueden ser diferentes y a la vez coexistir dentro del mismo
periodo histórico, no se puede aplicar tal método.
Esto se debe a que en el posmodernismo, por su misma
esencia económica, se intenta continuamente de innovar a través de la
experimentación de diversos estilos, con el fin de acrecentar la producción. Por
ejemplo Con el posmodernismo se abre un nuevo horizonte cultural que había sido
limitado por la estética modernista: esta es la estética popular, la de la gran
industria cultural.
Por ende, es que es erróneo decir que en la etapa del
Posmodernismo exista una homogeneidad cultural, que desde luego por su misma
naturaleza, no podría existir.
Y con respecto al otro postulado que se ha hecho del
posmodernismo, colocándolo como una fase posterior al Modernismo, también es
esa una afirmación no acertada, puesto que muchos de sus preceptos ahora
vigentes fueron duramente criticados cuando aparecieron dentro de la sociedad
Moderna.
La moral Moderna, veía a las iniciales manifestaciones
posmodernas de una forma discordante, ya que nombraba a tales manifestaciones
culturales con adjetivos tales como inmorales, subversivos, repugnantes y
antisociales. No pensaban que dichos esquemas pudiesen ser aplicados dentro de
la estética de una sociedad.
Pero es a mediados de la década los años 50, que la
sociedad empieza a considerar a tales ideales Modernos como retrógrados, pasados,
dejando de ser validos y se comienzan a instaurar, e incluso institucionalizar
dentro de los patrones de la sociedad, a los preceptos posmodernistas.
Inclusive las diversas instituciones de la sociedad han
comenzado, en estas épocas, a apoyar las tendencias heterogenias de la
posmodernidad. Evidenciándose ello en ayuda brindada a sus artistas, que se
hace mucho más notorio en las construcciones arquitectónicas, puesto que están
éstas más ligadas a la vida económica en general, factor este ultimo que se
preconiza dentro de la sociedad capitalista.
Por todo esto, es que no se puede hablar de correspondencia
o continuidad entre modernidad y posmodernidad, ya que ambas están dentro de
sistemas económicos y culturales evidentemente diferentes. Pues en los tiempos
posmodernos se observa la utilización de una nueva tendencia de dominación
militar y económica que adquiere dimensiones globales llevadas a cabo por
Estados Unidos.
Ante esto la única manera de estudiar la esencia de la
construcción cultural posmoderna es
considerándola heterogénea, es decir que en ella se pueden confluir los
distintos enfoques estilísticos sucedidos en la historia, sin entran en
conflicto.
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