RAMÓN GABRIEL. URBE Y ORDEN. EVIDENCIAS
DEL REFORMISMO BORBÓNICO EN EL TEJIDO LIMEÑO. EN O'PHELAN, SCARLETT. EL PERÚ EN
EL SIGLO XVIII. LA ERA BORBÓNICA. LIMA: INSTITUTO RIVA-AGÜERO, 1999.
EL ENTRAMADO URBANO
La llegada de
los borbones a la corona española significó el inicio de una serie de reformas
durante la mitad del siglo XVIII. Estas reformas estuvieron destinadas a
reorganizar el funcionamiento colonial desde lo económico hasta lo cultural.
En el ámbito
urbano los virreyes borbones propiciaron una drástica alteración del uso
oficial de la ciudad y la utilizaron como elemento clave del desempeño:
1) Impulsaron la creación de nuevas ciudades
2) Incidieron en las urbes existentes con el
fin de transfórmalas en centros de irradiación del mensaje colonial.
El virrey Marqués de Avilés dijo que Lima,
fundada en 1535, contaba con un tejido urbano que había superado largamente las
manzanas de origen.
Elementos
urbanos clásicos:
-NÚCLEO CENTRAL
como es el caso de la Plaza Mayor. Se puede dividir en dos formas: Adyacente a
la plaza y la otra por sus manzanas irregulares. Ubicada al interior de la
muralla construida a fines del S.XVIII por orden del duque de la Palata.
-REDUCCIÓN DE
SANTIAGO DEL CERCADO (1571). Pues se separa de la sección anterior por un área
de terrenos baldíos.
-SAN LÁZARO.
Conformado por manzanas rectangulares, exclusivamente la población indígena; el
nombre era por el leprosorio allí ubicado. Ubicada al interior de la muralla
construida a fines del siglo XVIII por orden del duque de la Palata.
Lima presentaba
una heterogeneidad socio intraurbana; es decir, no había clara distinción entre
las secciones de la ciudad. No había barrios exclusivos.
LA NUEVA FUNDACIÓN DE LIMA
El 28 de octubre de 1746 sucedió un
terremoto y luego un maremoto en Lima que provocó la destrucción de viviendas
en casi todas las manzanas. Esto ocasionó la desaparición de casi toda la
infraestructura limeña y puso en crisis la propia continuidad de la ciudad, hasta
se llegó a sugerir un traslado.
El terremoto provocó un replanteamiento
de los modos de ocupación de la ciudad, que tuvo como resultado la dispersión
espacial. El Conde de Superunda insistía en instituir el desplazamiento de la
gente. Las autoridades toleraron la permanencia de viviendas en los
alrededores, puesto que el alquiler resultaba útil para los dueños y la gente
adquiría alquiler no muy caro.
URBANIZAR AL PUEBLO
El terremoto
también tuvo repercusiones sociales. El Conde de Superunda ordenó una serie de
acciones policiales cuyos objetivos eran proteger la Casa de Moneda y evitar
los desmanes populares y el saque de viviendas abandonadas. Fue acompañada de
nuevas estrategias de control social a largo plazo.
El miedo fue
uno de los factores decisivos de la renovación urbana. Desde los primeros años coloniales, las
autoridades virreinales se hallaron preocupadas ante la amenaza de supuestas
invasiones indígenas (1536-1539). Para el siglo XVIII los temores se habían
multiplicado.
La
administración borbónica debía enfrentarse a ciertos pánicos como: invasión
militar inglesa, penetración ideológica del iluminismo francés, los embates
indígenas externos. Pero lo más temido era la insurrección interna como sucedió
en el conato rebelde de 1750. Este levantamiento conjugaba miedos internos y
externos. Dirigida por habitantes de la periferia limeña, ocupaban zonas apenas
urbanas y de intenso tráfico. Ocupaban el barrio de Santa Ana
Dichas
rebeliones debían estallar en fechas católicas y el procedimiento era incendiar
y luego inundar Lima; también alteraban la infraestructura urbana. La respuesta
oficial ante dicha revuelta fue de apresar a los principales líderes y
ajusticiarlos en la Plaza Mayor.
CONSTRUIR EL ORDEN
Endurecer su política de control social
ante la ola insurreccional indígena. En cualquier momento Lima podía
convertirse en un campo de batalla y para evitarlo era necesario apaciguar a
los subordinados. Para el ex-corregidor Canas y Canchis lo cierto es que no hay
otro remedio con los indios bárbaros que el de la defensiva.
1. NUEVA TRAZA LEGAL
Una de las primeras medidas que se tomó
para “recuperar” Lima fue sancionar legalmente su propuesta de ciudad y nombrar
autoridades correspondientes. En 1769 se promulgó el Reglamente de la policía
según en la cual los alcaldes de barrio debían vigilar el orden y velar por el
mantenimiento de las infraestructuras.
En 1785 aparece la Nueva división de
cuarteles y barrios y instrucción para el establecimiento de alcaldes de barrio
de Lima y al año siguiente, aparece el nuevo reglamento de policía agregado a
la instrucción de alcaldes de barrio. En
el primero, Lima fue divida en 4 cuarteles, cada cuartel estaría a cargo de de
un alcalde de barrio y cada barrio de un comisario con título de alcalde. Las
calles tenían su nombre y respectivo número. En el segundo, mejorar el
alcantarillado, empedrado sistema de iluminación entre otros. Evitar que las
carreteras se deterioraran por mal estado de las calles. Se debía ubicar y
retirar a todos los muladares y basurales de intramuros. Está prohibido arrojar
desperdicios en la calle. El fin era refinar el sistema de administración
urbano.
2.- ILUSTRAR LA URBE
Basura y plebe. La primera era
inevitable, por lo tanto, se debía reubicar, pero, ¿qué hacer con la plebe?
Puesto que había un numero alto de este grupo y su crecimiento iba en contra
los objetivos de la ciudad borbónica. Este nueva actitud fue escrita en el
Mercurio Peruano, el cual fue fundado por la Sociedad de Amantes del País.
Una de las principales preocupaciones de
los autores del Mercurio Peruano fue impulsar una especie de nacionalísimo
localista tratando de reivindicar el país, en especial Lima.
El crecimiento demográfico era el
requisito del desarrollo económico.
Preocupación principal: erradicar a la
plebe.
Acabar con todo espacio propicio para la
germinación y difusión de enfermedades.
3.- LOS EDIFICIOS
El intentente Jorge Escobedo ordenó la
confección de un mapa de Lima (1787). Destinado a servir como guía del sistema
hidráulico urbano y de los nombres oficiales de las calles.
•
Las ciudades hispanoamericanas tenían un patrón regular de calles en
cuadrícula.
•
Las transformaciones se limitan a la aparición de nuevos edificios y a un leve
urbano en la periferia.
•
En la primera mitad del siglo XVIII predominan los recintos eclesiásticos.
•
Las iglesias eran edificios públicos más comunes.
• La
tendencia de estos edificios en esta época son que cronológica, funcional y
espacial.
Cuarteles
El cuarto, al sur de la ciudad, a pesar
de ser amplio solo albergaba 3 nuevos edificios: La Iglesia de Huérfanos, el
Coliseo de Gallos y el Cuartel de Santa Catalina. Hubo más edificios en el
tercer y quinto cuartel (zona del Rímac).
La zona del Rímac paso de ser zona
plebeya a zona con las más modernas edificaciones de la ciudad.
El cuartel tercero tenía más
edificaciones por ser el más amplio y porque había más terrenos baldíos a
intramuros.
La edificación del Hospital de
Incurables (1804), el Cementerio General (1808) y el Colegio de Medicina (1808)
releva otra de las facetas del proyecto y evidencia el rol protagónico que la
profesión médica alcanza en Lima.
El fuerte Santa Catalina era una obra
situada en la periferialimeña y servía de alojamiento para las tropas militares.
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