Sobre la base de la economía agrícola y control de mano de
obra, el Estado construye un modelo político centralista, jerarquizado, con
espacios para alianzas e interacción con grupos étnicos. Su base es el ayllu.
El centralismo debe ser entendido no como algo geográfico,
sino como un Estado dirigido por personas organizadas en un solo lugar. No hay
un centralismo absoluto, pues tienen que negociar con otros líderes, pero sí un
‘sello Cuzco’ a lo largo de todo el territorio incaico.
Existe un ‘enjaulamiento’ territorial/político: patrones
duales, naturaleza.
YANANTIN à La dualidad
Los incas buscan la institucionalización/ritualización de las
formas de intercambio y alianzas: integración política, espacio estatal.
La organización administrativa se da en categorías decimales
para el cómputo y distribución:
Chunka = 10; Piska = 5; Waranqa = 1000; Hunu = 10000.
Instrumentos logísticos:
Para la contabilidad (censos,
tierras, productos): el quipu.
Para la prevención y diferentes
categorías de lugares de distribución: depósitos o colcas.
Oposición/complementariedad de
criterios.
Las élites políticas eran parte crucial del aparato político
inca que administra el sistema redistributivo real y ritual. Sin embargo, finalmente,
son los curacas la clave del modelo inca y de las relaciones interétnicas,
además de manejar la reciprocidad y redistribución. Los curacas son partícipes
ellos y sus linajes de una burocracia privilegiada en el sentido de una
negociación con los modelos del régimen, ya sea incaico o español.
COSMOVISIÓN
Y RELIGIOSIDAD ANDINA
Las sociedades agrarias y preindustriales ya tienen un vínculo
con la naturaleza/geografía.
El mundo es visto como espacio
sagrado, ordenado y renovado por las divinidades: Cosmos y Caos.
Fuerzas de la naturaleza, ciclos
agrícolas, seres/objetos (huacas), espacios sagrados de origen (pakarinas).
Las fuerzas (Cámac), lo ordenador (Wiraqocha), lo asociado a la
fertilidad (la Luna), seres/objetos sagrados (huacas).
Parentesco ritualizado: el ayllu existe solo gracias al mallqui
(momia).
Se presenta un dualismo[1]:
divinidades opuestas/complementarias.
Los rituales religiosos (organizados, cíclicos, recurrentes,
con un lenguaje reconocible) definen la jerarquía y control: sacrificios
humanos (qhapaq
huchas) y ofrenda a huacas à lo material y lo espiritual.
RELIGIÓN
INCA
La religiosidad incaica tiene como función legitimar el poder
del inca. Acorde con una política estatal, se tiene una fuerza
creadora/ordenadora: Cámac, Inka, Enqa (el
mundo se ordena, no se crea de la nada).
Los dioses ordenadores del mundo: Wiracocha (divinidad celeste), Pachacámac (divinidad subterránea) à dualidad opuesta y complementaria.
Otras divinidades son la Pachamama, Illapa, etc.
La institucionalidad se observa en el centralismo,
jerarquización, burocracia, en el contexto de interactuar con la religiosidad
local.
Lo religioso ordena lo social,
económico y político.
Es importante el factor logístico de
visibilizar el poder del inca.
Se dieron sacrificios de toda índole
(humanos, animales, runas, textiles, alimentos, metales, etc.). Cabe decir que
no son cualquier producto, sino que tienen un carácter ceremonial.
Se vale también de aspectos míticos como las leyendas de
Manco Cápac y Mama Ocllo y los Hermanos Ayar.
Inti o
Punchao: Divinidad inca por excelencia, culto
elitista, asociado a élite cuzqueña, vinculado a prácticas económicas
redistributivas.
EXPANSIÓN
Y PODERÍO INCA
La base de la fuerza inca es el manejo de la mano de obra a
través de mecanismo de reciprocidad-redistribución. Su éxito se sustenta en una
constante expansión territorial: acceso a tierra, más mano de obra y más
excedentes.
Incorpora prioritariamente elementos de reciprocidad ritual y
redistribución, junto a esquemas militares. El crecimiento territorial implica incorporar
autoridades locales claves al aparato burocrático/jerárquico: las panacas,
que exigen participación y distribución de recursos, solo obtenibles por medio
de la expansión territorial. También hay problemas en la administración (mano
de obra movilizada que pierde su pertenencia, luego organizada en el modelo del
yanaconaje).
El territorio se organiza en cuatro suyos con el Cuzco como
centro y eje:
Presencia Wari previa evidenciada en
Pikillacta.
El Cuzco era la base para formas de
autoabastecimiento y excedentes que dio origen a poder local gracias a la
redistribución.
¿Eran centros administrativos o
ciudades? à Desde los centros se redistribuye.
Donde existiera colcas se puede llamar centro administrativo.
MOMENTOS
DE LA EXPANSIÓN INCA
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