Así como en otras colonias, la presencia europea en el
virreinato del Perú fue escasa ya que la corona española no permitía el libre
ingreso a sus dominios. Sin embargo, durante el reinado de Carlos V (Siglo XVI)
hubo cierta tolerancia en cuanto al ingreso de los extranjeros a las indias, es
así que en 1539 dio una Provisión sobre el ingreso de súbditos a las Indias,
haciendo mención explícita a los genoveses a quienes les concedía permiso para
pasar a las colonias de América[1].
Los extranjeros provenientes de Italia (en su mayoría
genoveses) y de Países Bajos se les trataba como súbditos de soberanos amigos o
aliados de España, eran tratados como “extranjeros de consideración” a
diferencia de los llamados “extranjeros sospechosos” como los ingleses,
holandeses y franceses.
Durante los siglos XVI y XVII, algunos europeos (entre
ellos italianos) ingresaron a los dominios españoles como miembros del séquito
de los virreyes o las órdenes religiosas, trayendo consigo artesanos (pintores,
músicos, joyeros) y sirvientes, así como también banqueros y comerciantes
genoveses que se establecían en España y en tierras americanas. Debemos decir
que la razón por la cual la mayoría de italianos en el Perú fueron genoveses, era
porque la República de Génova estuvo aliada con España desde 1528, y formó
parte del sistema de influencias políticas y económicas españolas, hasta el
siglo XVII.
Giovanni Bonfiglio ha realizado una exhaustiva
investigación sobre la presencia de italianos en el Perú, a través de la
revisión de actas notariales, cabildos en Lima y archivos parroquiales. Se encontró
una presencia documentada de 343 italianos, para el período comprendido entre
el inicio de la conquista hasta mediados del siglo XVII. Él nos presenta
importante información acerca de su lugar de origen, ocupaciones y actividades
desarrolladas. De los 343 casos presentados, existe información acerca del
lugar de nacimiento de 231, siendo los genoveses el grupo más numeroso con 124
personas, constituyendo el 53% del total, seguidos por 28 venecianos, 28 corsos,
15 napolitanos, 11 milaneses, 10 romanos y 5 sicilianos y un número menor
restante de italianos de otras regiones. Los genoveses en su mayoría se
dedicaban como maestres y “capitanes de naos”, mercaderes que se dedicaban al
transporte de pasajeros y mercancías a lo largo de la costa del Pacífico.
Posteriormente durante el siglo XVIII, tras el ascenso de
los Borbones al poder (dinastía que tenía fuertes intereses y vínculos con
Italia), hubo un relajamiento en cuanto
a las estrictas prohibiciones sobre el comercio, navegación e ingreso a las
colonias de América, a su vez la declinación del monopolio comercial de España
y la invasión napoleónica de la misma,
significó el inicio de la atracción de viajeros, exploradores y
mercaderes europeos, arribando a nuestras costas, expediciones de científicos y
geógrafos impulsados por el deseo de descubrimientos, propio del iluminismo. Un
factor importante que explica el por qué de la llegada de italianos al Perú es
explicada por el temor a las revueltas antimonárquicas, la revolución francesa
iba de la mano con grandes acontecimientos como la caída de la monarquía
Borbónica en el sur de Italia, muchas familias aristocráticas migraron a España
a fines del siglo XVIII por temor a las mencionadas revueltas, después de una
estadía en España muchos de ellos viajaron a las colonias de América[2].
Es así que un censo realizado en Lima en 1775 indica la
presencia de 120 europeos de origen no español, entre ellos 53 italianos[3] (ya que en las últimas
décadas se había dado un incremento paulatino de italianos en el Perú) su
predominio fue permanente durante todo el virreinato. Este incremento se dio a
causa de la crisis del monopolio comercial español en las colonias de América,
la cual se dio desde fines del siglo XVIII y su agudización a causa de la
invasión napoleónica de España.
Imagen de Internet |
[1] “Cuando en 1539 Carlos V dio una Provisión sobre el ingreso de sus
súbditos a las Indias, hacía mención explícita a los genoveses y les concedía
permiso para pasar a las colonias de América. La Provisión decía textualmente:
‘Damos licencia a los súbditos naturales de todos nuestros reinos y señoríos,
asy mismo a todos los súbditos del imperio y ansy genoveses para que puedan
pasara las dichas Indias y estar y contractar en ellas”. (Radicati di Primeglio
En Bonfiglio cita a Radicati 1986 ).”
[2] “En el Perú se dio el caso de las familias Bandini y Marabotto, que
habían migrado desde Italia a España en 1795.Otro caso es el de Gennaro Aggiuro
quien era natural de Sorrento (Nápoles) y llegó al Perú también a fines del
siglo XVIII.” Bonfiglio, Giovanni. Los
orígenes de la presencia italiana en el Perú. Pg. 30.
[3] En Censo realizado de extranjeros residentes en Lima de 1775.
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