11)
Crisis convulsivas generalizadas
Convulsiva
a) convulsiones
toniclonicas generalizada (gran mal)
No
convulsiva
b) ausencia
(pequeño mal)
22)
Crisis convulsivas parciales o focales
Simples
a) convulsión
motoras focales y jacksonianas
b) convulsiones
somato sensoriales
c) vegetativas
d) psíquicas
Complejas
a) epilepsia
psicomotora
b) epilepsia
lóbulo temporal
I. I. CRISIS CONVULSIVAS GENERALIZADAS
O CONVULSIONES TONICLONICAS (GRAN MAL):
Se
caracteriza por la pérdida brusca de la conciencia, las convulsiones generalizadas,
espuma por la boca y relajación del esfínter vesical, las crisis duran
comúnmente entre 3 y 5 minutos, el paciente despierta obnubilado y poco después
va aclarando su estado de conciencia, hasta su recuperación total luego puede
presentar cefalea, sensación nauseosa, mareos e hipersomnia, por lo que algunas
veces se queda dormida. Estos ataques son más frecuentes en los adultos.
El
paciente puede sentir que se aproxima al percibir uno de diversos fenómenos
subjetivos. Durante algunas horas el paciente
se puede sentir apático, deprimido, irritable muy rara vez, lo contrario o sea
en éxtasis. La de una o más sacudidas mioclonicas del tronco o las
extremidades al despertad puede añadir la ocurrencia de una crisis convulsiva
más tarde durante el día.
Esta
forma es la más frecuente y se la conoce y denomina habitualmente como “Crisis
de Grand mal”, básicamente se trata de movimientos tónico-clónicos
generalizados, de presentación abrupta, con alteración aguda de la conciencia,
que duran pocos minutos y que generalmente cursan con tres fases definidas:
Fase
tónica: Pérdida de conocimiento brusca con caídas e hipertonía
muscular generalizado.
Fase
clónica: Movimientos alternativos de
flexo-extensión, con sacudidas rítmicas a nivel cefálico y los cuatros
miembros simultáneamente Es habitual que se acompañe de mordedura de lengua y
labios e incontinencia urinaria.
Fase
poscrítica: Recuperación paulatina de la
conciencia, con amnesia de lo ocurrido, cefalea, dolores musculares difusos; al
cabo de una hora el paciente se halla habitualmente recuperado.
II.
II. AUSENCIA (PEQUEÑO
MAL)
Porque
el cuadro clínico remeda esta situación y la población la denomina “como que se
va” “ como una ida” “como que se desconecta” y cuando no como “ausencia” Se presentan en la edad escolar y se
caracterizan por múltiples crisis durante el
día que básicamente se caracterizan por una alteración breve de
conciencia, sin caída al suelo, pérdida de contacto con el ambiente que lo
rodea a veces con un parpadeo rítmico muy evocador Se caracterizan por ser
fácilmente provocadas por la hiperventilación.
Su
pronóstico es favorable, aunque algunas veces puede cursar con trastorno de
aprendizaje. Son notables por su brevedad y su escasez de actividad motora, de
hecho puede ser tan breves que los propios pacientes no se percatan de ellos.
Para el testigo presencial parecen un momento de abstracción de la mente o de
ensoñación diaria.
El
ataque, que sobreviene sin advertencias consiste en interrupción repentina del conocimiento que
recibe el nombre ausencia. La
ausencia es la epilepsia más característica de la infancia: rara vez se inician
las convulsiones ante de los cuatro años de edad o después de la pubertad .Más a menudo se
relaciona con periodos de falta de atención
y ocurre en horas del salón de clase cuando el niño está sentado
tranquilamente, en vez de participar activamente en sus lecciones.
Si
son frecuentes puede desarrollarse trastornos de la atención y el pensamiento
al punto que el niño tiene muy mal rendimiento escolar. La única manifestación
motora consiste en movimiento mioclónicos pequeños y sutiles a un ritmo de tres
por segundo acompañado por anomalías continuas de espigas y ondas del
encefalograma.
III. III. CRISIS CONVULCIVAS PARCIALES
O FOCALES
Todas
las formas de convulsiones, posiblemente incluso los tipos generalizados
primarios en los que no hay una causa manifiesta, se considerada originadas en
un foco que las descargas situado en alguna parte de la corteza cerebral; en
este sentido la epilepsia es de naturaleza focal. Pero en los casos de
convulsiones generalizadas sin aura no se conoce la localización del foco que
las origina, y no hay motivo para pensar, si es que lo hay que se encuentra en
la corteza cerebral. En contraste a lo que se está haciendo referencia aquí
como convulsión focal es claramente, el producto de una lesión demostrable en
alguna parte de la corteza cerebral.
Las convulsiones simples se originan a menudo en focos de corteza
motosensorial
Las convulsiones complejas tienen
más a menudo su origen su origen en el lóbulo temporal.
III.
1. SIMPLES
a)
CONVULSIONES MOTORAS FOCALES Y JACKSONIANAS
Aquí el foco se halla en la corteza
frontal prerrolándica, la expresión clínica está dada por contracciones
musculares, en forma de crisis, involuntarias, localizadas en territorio del hemicuerpo
contra lateral (cara y/o brazo y/o miembro inferior) que provocan
desplazamiento de los segmentos afectados.
Las convulsiones motoras focales o
parciales se atribuyen a una lesión del lóbulo frontal opuesto que produce
descargas. Su manifestación más frecuente es el giro de la cabeza y de los ojos
hacia el lado opuesto del foco de irritativo, que se acompaña a menudo de
contracción tónica del tronco y las extremidades de ese lado. Esto puede
constituir todo el ataque convulsivo, o ir seguido por movimiento clónico focal
y, a continuación, generalizados; la generalización del ataque convulsivo puede
ocurrir antes de la pérdida del conocimiento de una manera simultánea con esta.
Por otra parte la lesión del lóbulo frontal puede originar una crisis
convulsiva generalizada mayor sin que giren inicialmente la cabeza y los
ojos.se ha postulado que ambos tipos de convulsiones, en el que tiene
movimiento de giro de cabeza y los ojos y el que no tiene, hay una diseminación
inmediata de la descarga desde el
lóbulo frontal hasta un centro integrador en la formación reticular talámica de
la parte alta del mesencefaloque explica la pérdida de conocimiento.
Las convulsiones que inician con desviación
sostenida forzada de la cabeza y los ojos, y a veces todo el cuerpo, se conoce
como versivas o adversivas. Como los movimientos de giro ocurren casi
invariablemente hacia el lado opuesto del foco irritado, un término más
correcto sería contraversivas los movimientos no forzados, no sostenidos o al
parecer al azar de la cabeza hacia un lado durante el ataque no tiene valor
localizaste.
Puede decirse lo mismo de los
movimientos giratorios de la cabeza y los ojos que se producen al final de la
fase toniclónica generalizada de las convulsiones versivas. la desviación
contraversivas de la cabeza y los ojos
se puede inducir de manera más sostenida mediante estimulación eléctrica de la
región frontal superolateral (área 8),justamente por delante del área 6.menos a
menudo, se puede lograr los mismos movimientos si se estimula las porciones más
anteriores de la corteza cerebral, la parte posterior de la circunvolución frontal superior (área
motora complementaria) y las cortezas temporal u occipital, posiblemente por
propagación de la descarga ictal hacia
el área frontal contraversivas. En las
convulsiones que se origina en e l lóbulo temporal los movimientos
contraversivos, si ocurre, van precedidos por miradas quietas y automatismo.
Las convulsiones motoras jacksoniana se
inician con contracción tónica de los dedos de la mano, un lado de la cara o un
pie. Estos se transforman en movimientos clónicos en esta parte de manera análoga
a lo que ocurre durante las convulsiones tonicoclonicas generalizada. En
ocasiones ocurre una seria de movimientos clónicos de frecuencia creciente que
se convierte en contracción tónica. Los movimientos pueden quedar localizado o
diseminados (marcha) desde la parte afectada en primer lugar, hacia otros
músculos del mismo lado del cuerpo. en la forma jacksoniana clásica, la crisis convulsiva
se extiende desde la mano, hacia arriba del brazo, hacia la cara y hacia las
piernas; en otros casos el primer movimiento ocurre en el pie, y la convulsión
marcha hacia arriba por la pierna, baja hacia los brazos y se dirige
hacia la cara, por lo
general en cuestión de 20 a 30 segundos.
Rara vez la primera contracción muscular
ocurre en el abdomen, tórax o cuello. En algunos casos la actividad convulsiva
de un lado, va seguida por un giro de la cabeza y los ojos hacia el lado que se
convulsiona, y en ocasiones hacia el lado opuesto, y por una convulsión
generalizada con pérdida de conocimiento. No se pierden el conocimiento si los
síntomas sensitivo motores se conservan confinados de un lado
Las descargas convulsivas que se
originan en las áreas corticales del lenguaje pueden dar por resultado un
trastorno afásico breve o más a menudo paro vocal. La afasia
b)
CONVULSIONES SOMATO SENSORIALES
El foco se localiza en áreas parietales
y occipitales. La expresión clínica se caracteriza por compromiso de uno o más
de los cinco sentidos, además de vértigos y alucinaciones.
Las convulsiones somato sensoriales ya
sean focales o de marcha extendida hacia otras partes del cuerpo en un mismo lado
casi siempre indica un foco en la circunvolución postrolandica, o cerca de
ella, en el hemisferio cerebral opuesto. Penfield y kristiansen han encontrado el foco epiléptico en la circunvolución
poscentral o precentral de 49 de 55 casos de esta clase. El trastorno sensitivo
suele describirse como adormecimiento, prurito o sensación de pinchazos, y en
ocasiones como si hubiera insectos caminando sobre la piel, descargas de
electricidad o movimiento de la parte.
Puede ocurrir dolor y sensaciones térmicas, pero
son poco frecuentes. En la mayoría de los casos la iniciación de las crisis
convulsivas ocurre en los labios, dedos de la mano o dedos de los pies y la diseminación
hacia las partes adyacentes del cuerpo que sigue un patrón que depende de las distribuciones
sensitivas de la circunvolución poscentral del lóbulo parietal. Si los síntomas
sensitivos están localizados en la cabeza, el foco se encontrará en las partes
más baja de la circulación o junto a esta, cerca de la fisura de Silvio; si los
síntomas se encuentran en la pierna o en el pie, estará afectada la parte
superior de la circunvolución, cerca del seno sagital superior o sobre la
superficie medial del hemisferio.
Las convulsiones visuales tienen
también importancia localizadora. las lesiones de la corteza estriada o
cercanas a esta en el lóbulo occipital suelen producir sensaciones visuales
elementales de oscuridad o de centellas y destellos de luz, que pueden ser
estacionarias o moverse y ser incoloras o no tener color.
Según Gowers, el color más frecuente es
el rojo, y le sigue azul, verde y amarillo. Esta imagen puede referirse al
campo visual del lado opuesto de la lesión, o manifestarse directamente por
delante del paciente. Si ocurre en un lado del campo visual el paciente suele informar
que solo está afectado un ojo (el que se encuentra en el lado opuesto al de la
lesión), probablemente porque la mayoría de las personas se percatan solo la
mitad temporal de un defecto de campo homónimo.es curioso que la lesión que se
origina en el lóbulo occipital puede producir momentánea en ambos ojos.
Se ha observado que las lesiones sobre
la superficie lateral del lóbulo occipital (áreas 18y 19 de brodmann) tienden a
producir una sensación de luces titilantes o pulsátiles, las alucinaciones
visuales más complejas o formadas suelen deberse a un foco en la parte
posterior del lóbulo temporal, cerca de su unión con el lóbulo occipital, y se
puede acompañar de alucinaciones auditivas. A menudo las imágenes visuales ya
sea alucinatorios o no alucinatorias, se encuentran deformadas y son demasiado
pequeñas o demasiado grande o esta distribuidas de manera no natural.
III.2. COMPLEJAS
Las convulsiones parciales complejas no son
peculiares de ningún periodo de la vida, pero manifiestan incidencia
incrementada durante los años de la adolescencia y de la vida adulta. La duración de las convulsiones
parciales complejas es notablemente variable, los automatismos de la conducta
rara vez dura más de un minuto o dos, aunque pueden persistir confusión y
amnesia postictal durante un tiempo mucho más prolongado, algunas convulsiones
parciales complejas consisten solo en un cambio momentáneo de la expresión
facial y una crisis de mente en blanco que da la impresión de ausencia.
c)
EPILEPSIA PSICOMOTORA Y EPILEPCIA LOBULO TEMPORAL
Presentan una sintomatología compleja
más un compromiso de la conciencia. Se expresan con automatismos que consisten en movimientos involuntarios con una
actividad motora coordinada, repetitiva y que no tiene sentido. Los
automatismos más comunes son: Movimientos de masticación, movimientos orales de
chupeteo, caminar, automatismos gestuales. El foco epìleptogénico se localiza
habitualmente en zonas tempero-frontales. Pero su localización puede ser
diversa. Las crisis parciales complejas pueden iniciarse como crisis parciales
simples y luego progresa a generalizada.
Estas convulsiones difieren de las
generalizadas, y de las de ausencia que se han descrito, en que:
i.
El aura (es decir, suceso inicial en
las crisis convulsivas) puede ser una convulsión focal de tipo simple o una alucinación
o una ilusión perceptual, que suele indicar origen en el lóbulo temporal.
ii.
En vez de la perdida completa del
control del pensamiento y de la acción, hay un periodo de trastorno de conducta
y el conocimiento con respecto al cual el paciente resulta amnésico.
Los componentes
motores de las convulsiones ocurren durante la fase tardía y adoptan la forma
de automatismo como chasquear los labios, movimiento de masticación o
deglución, salivación, movimientos torpes de la mano o locomoción arrastrando
los pies. El paciente puede moverse atolondradamente o actuar de manera
inapropiada (se desnuda en público, habla de manera incoherente, etc.). Quizás
prosigan ciertos actos complejos que se iniciaron antes de perder el
conocimiento, como andar, masticar alimentos, volver las páginas de un libro o
incluso conducir un vehículo. Sin embargo, cuando se realiza una pregunta
específica o se le da una orden, el paciente está claramente fuera de contacto.
Puede no haber reacción alguna, o el paciente mira al examinador con el rostro
perplejo o expresara unas cuantas frases estereotipadas.
En
un número muy pequeño de los pacientes con convulsiones del lóbulo temporal se
presentó cierto grado de capacidad de reacción (a las preguntas simples y a las
órdenes motoras) en presencia de automatismos prominentes como chasquidos del
labio y deglución repetitiva. Tienen interés que en este pequeño grupo de
pacientes que reaccionaban las convulsiones se lateralizaban hacia el lóbulo
lateral derecho. El paciente, en su estado confuso e irritable, puede
resistirse a las órdenes o agredir al examinador. La violencia y la agresión que
se dice caracterizan a los pacientes con convulsiones del lóbulo temporal
suelen adoptar esta forma de resistencia opcional no dirigida como reacción a
las limitaciones durante el periodo de conducta automática (llamado así porque
el paciente actúa al parecer como un autómata).
Después
del ataque el paciente suele no recordar nada, o solo recuerda fragmentos de lo
que dijo o hizo. Cualquier tipo de convulsiones parciales complejas pueden
proseguir hasta espasmos tónicos u otras formas de convulsiones generalizadas
secundarias.
Si
el paciente funciona a nivel superior durante el ataque, como puede ocurrir, y solo
se observa amnesia después de la crisis convulsiva habrá cierto parecido con la
amnesia global transitiva. Sin embargo, brevedad del ataque, falta de amnesia
retrograda, falta de percepción del trastorno de la memoria y, desde luego,
antecedentes de epilepsia establecen la distinción entre las convulsiones
amnésicas puras y la epilepsia temporal.
En
el caso de las convulsiones que se originan en el lado izquierdo, es probable
que se produzca a fase global y no fluida; y si se origina en el lado derecho
producirá desorientación prolongada en tiempo y espacio.
BIBLIOGRAFÍA
CECIL
TRATADO DE MEDICINA INTERNA. J.B. Wyngaarden, Ll. H. Smith. México, 1988.
EPILEPSIA
Y EPILÉPTICOS. Liga francesa contra la epilepsia.
HISTORIA
CLÍNICA DE EPILEPSIA. Francisco Morante Goachet. Perú, 1998.
INTRODUCCIÓN
A LA NEUROLOGÍA. Enrique Uiberal y Alberto Politoff. Editorial Andrés Bello, 1965.
LAS
EPILEPSIAS EN CENTROAMÉRICA. Marco T. Medina H., Franz Chaves S., Nelson
Chinchilla C., Fernando Gracia G. 1ra edición – noviembre, 2001.
PRINCIPIOS
DE LA NEUROCIENCIA. Adams-Víctor-Popper. Editorial McGraw, Hill interamericana,
1999.
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