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lunes, 8 de mayo de 2017

La racialización en La colonialidad del poder de Anibal Quijano

Uno de los problemas que plantea Aníbal Quijano en su libro Colonialidad del poder y clasificación social, es el problema político de la “racialización” en las relaciones de poder. La cual tiende a segregar del dominio de la sociedad a personas que no sean  de una raza y cultura europeas.

Al autoproclamarse Europa la madre de la civilización, explorando y conquistando regiones para luego someterlas a su dominación, infunde en el inconsciente de sus conquistados la idea etnocéntrica de la superioridad racial. De la cual se apoya para justificar y garantizar su hegemonía dentro de las relaciones de poder, con respecto a sus dominados; haciéndoles creer la existencia de una superior y de otra inferior, en la cual estarían inmersos todos aquellos que fueron incorporados al dominio europeo desde la conquista de América.

Estas ideas de raza y en consecuencia de una cultura superior, llegaron a propalarse por todo el dominio europeo, como un mecanismo ínter subjetivo que garantizara la subordinación y la explotación de la mano de obra de las colonias; manteniéndose hasta nuestro días, como un rezago de nuestra forma de pensar y actuar colonial.
De Internet
Eso se puede percibir claramente en nuestro país, en donde se hace muy difícil encontrar a autoridades importantes de piel cobriza, mestiza o tal vez de piel morena.

Remontándonos a nuestro pasado, podremos ver que prácticamente desde que se inicio la vida republicana en el Perú, nuestros jefes de gobierno, salvo excepciones, han sido de raza blanca. Una de estas excepciones fue el caso del presidente Santa Cruz, que fue depuesto del gobierno por un grupo de personas aristócratas que no toleraban que el manejo del estado fuese ejercido por una persona de rasgos andinos. Y no hay que irnos tan lejos en el tiempo para hallar un ejemplo similar, el caso del ex presidente Alejandro Toledo es muy didáctico al respecto; él durante casi todo su gobierno fue objeto de constantes y duras criticas, acusándolo de no poder manejar eficientemente el control del estado, alegando diversos motivos de distinta índole; cuando sabemos que muchas de estas criticas tienen en sí un trasfondo racial, que muchos no quieren ni pueden aceptar.

Lo que vemos en la sociedad del siglo pasado y en la de ahora es algo que se nos impuso desde la conquista de América por los españoles, y de la cual también debemos de emanciparnos, puesto que no podemos pretender ser una sociedad moderna si es que esa visión etnocéntrica aun hoy permanece entre nosotros.


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