Cuando nos herimos la piel, la primera pregunta que se nos viene a la mente es ¿qué tan grande o fea nos va a quedar la cicatríz? o ¿cuánto nos saldrá el tratamiento para cubrirla?; no obstante, hay un método de cicatrización muy poderoso que no cuesta más que el precio de una cebolla. Este es un método que usaban las enfermeras de antaño y que se perdió con el paso de los años, debido en parte al negocio de las cremas reparadoras, que ganan más cuando la cicatriz ya está allí, que cuando se pueden evitar tenerlas. Lo único que se necesita es una cebolla, actuar rápido y tener paciencia.
INDICACIONES:
1. Lavar la herida y desinfectarla.
2. Partir una cebolla fresca y buscar la película transparente que se haya entre capa y capa; es decir, la conocida telita de la cebolla, arrancar un pedazo tamaño del corte que se tiene en la piel.
3. Cuando haya parado de sangrar, coger la telita de la cebolla y colocarla encima de la piel lacerada a modo de una vendita o curita. De tal forma que la telita una ambos lados de la piel cortada (ver imagen debajo).
4. Apretar un poco (sólo un poco) ambos extremos, a fin de que la piel debajo de la telita se pegue mejor y ayude a la cebolla a juntar ambos extremos. No retirar la telita de la cebolla de la piel lacerada, hasta el día siguiente. Tener paciencia y simplemente esperar hasta que se seque. Reemplazar con otra telita cuando se seque.
Esperamos este truco te ayude en caso tengas algún accidente; o, en todo caso, que te ayude el saberlo para puedas ayudar a otras personas.
MUCHAS GRACIAS
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