En el proceso de la
configuración artística latinoamericana se han sucedido diversas etapas,
sucedidas cada una como reemplazo de las anteriores; las cuales fueron en un
comienzo autóctonas, luego de influencias ibéricas, pasando luego por las
influencias estilísticas europeas y, en nuestros tiempos, a la vanguardia
norteamericana de los medios de masas.
En la época autóctona,
o la que conocemos como precolombina, la política, sociedad, costumbres
estuvieron regidas por la concepciones mágico- religiosas de mitos y es por eso
que, desde luego, el arte e ideas estilísticas estuvieran dominadas por dichas
concepciones.
La concepción de lo
bello se regia por un carácter netamente utilitario o con fines religiosos,
puesto que no habían obras que fuesen creados con fines profanos, todo tenia
una significación religiosa. Incluso el desarrollo de la arquitecta en mezo
América fue utilizado en ceremonias y eventos rituales. Las pinturas,
arquitecturas, esculturas, textiles, cerámicas, metalurgias, todas ellas
estaban subyugas al elemento mágico- religioso.
En la época de la
colonización no solo se impusieron normas políticas y económicas de explotación,
sino que también, formas de pensar, y entre estas, maneras de experimentar lo estético.
Pasando a Latinoamérica, y sobre todo a las clases hegemónicas, las
concepciones e ideales de belleza del mundo europeo, que supusieron una
alteración en las sensibilidades, sensorialidades y mentalidades propias, que
se convirtieron, al poco tiempo, en hábitos. Incluso con la evangelización se
puede apreciar que las imágenes sagradas que se les imponían a los indígenas se
asemejaban los dominadores europeos. Ante ello, y a la forma de verse inferior
de los indios con respecto a los conquistadores, se comienza a preferir lo traído
del extranjero y a rechazar lo autóctono. Formándose una mentalidad latinoamericana
dominada principalmente por tres erróneas ideas:
1)
Para esta época la adopción de productos y usos occidentales, entre las clases hegemónicas,
fueron consideradas como una modernización en Latinoamérica, modernización que obviamente
no era producida aquí, sino importada.
Con
estas adopciones externas a las clases pudientes, es que se comienzan a
manifestar las polaridades entre estos y los sectores populares, a los que se
los aislaba del avance traído desde Europa. Pero como es lógico, el declive de
España como potencia y la perdida de sus colonias en el continente americano,
hicieron que estas al descolonizarse adquiriesen, como forma de acelerar su modernización
atrasada, las tendencias francesas y luego inglesas en boga; es decir que se
reemplazada una dominación cultural por otra.
2)
Se comienza a creer que el avance cultural es debido a la raza del que la
construye; en otras palabras, que la cultura tiene una naturaleza racial y no geográfica
de adaptación al medio. Se enraíza la idea de que la cultura superior tiene que
ser la de los blancos, por tanto que en el arte sólo se plasman temas
relacionados con la raza humana blanca.
3)
Los intelectuales latinoamericanos no se preocuparon en crear concepciones científicas
propias a las realidades latinoamericanas, tan solo se limitaban a imitar o a
seguir el conocimiento ya abordado por los cronistas españoles.
Con la republica,
los criollos no intentaron emprender ningún cambio cultural (no se cuestionaban
los ideales estilísticos impuestos por occidente a América), aunque con el
contacto con otros países europeos, se introdujeron en Latinoamérica las
tendencias neoclásicas, románticas, costumbristas, positivistas.
La apertura de
Latinoamérica a estas corrientes, posibilitaron la gestación en las literaturas
nacionales de un nuevo espíritu de pensamiento critico y lógico, dándole la
facultad a ésta de reclamarle a los pintores de la época la necesidad de
“llevar el paisaje nacional a sus obras” (p.214).
Para la segunda
mitad del siglo XX, la fotografía estaba acaparando al publico de los pintores,
haciendo que las manifestaciones pictóricas, escultóricas y arquitectónicas se
limitaran, mas que todo, al uso que le dieran sus respectivas republicas.
La maduración del
pensamiento latinoamericano hizo que se comenzara a tomar conciencia de las
potencialidades culturales autóctonas, revalorizando lo precolombino y lo
popular. Logrando que para los años veinte del siglo XX se incluya al indio y a
las realidades internas en los productos culturales, incluso en algunos casos
se incluyen las dinámicas con el exterior.
Este fenómeno
cultural se vio estancado cuando, por influencia norteamericana, se comenzaron
a proliferar los medios de masas como la televisión y los medios audiovisuales en
las sociedades latinoamericanas, ocasionando que el consumo artístico se
reduzca a unas minorías.
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