Acorde con Nesto García no es posible seguir colocando
a los nuevos procesos sociales bajo las categorías de culto o popular según sus
características, ya que los nuevos procesos sociales se están dando en los
márgenes y cruces de dichas categorías conceptuales, que utilizan las Ciencias
Sociales para centrar y ordenar su estudio.
Ante esto, muchos científicos sociales han
tratado de encasillar estos fenómenos bajo la denominación más abarcadora de
culturas urbanas, en donde se le asigna a la ciudad el papel de hacer más
masiva y anónima a la sociedad. Pero por el contrario, la ciudad, como consecuencia de su inseguridad y de la
violencia que se genera en ella, ha llevado a sus individuos a buscar espacios
más seguros y aislados para socializarse. Espacios más privados en donde los
sujetos pueden mostrar su subjetividad. De este modo la vida en las ciudades se
va fragmentando, pues incluso lo que les sucede a sus miembros fuera del
espacio privado se comenta dentro de ella. Además de ser la televisión, o la
radio, la que se encarga de dar cuenta de lo que acontece en la vida publica de
la ciudad, haciendo factible darle un sentido integrado a esta sociedad
fragmentada.
Ante eso, la cultura urbana se ve
reestructurada al otorgarle el control de los espacios públicos a las
tecnologías.
Con respecto a los monumentos simbólicos y a la
memoria histórica, que llevan dentro de sí el periodo y el estilo artístico que
los engendro, al interactuar con el proceso social de las culturas urbanas, se
vuelven hibridas, es decir culturas que han surgido producto del contacto entre
culturas; a diferencia de cuando están en los museos, sustraídos de su historia
y talvez de su sentido original, al interactuar con los procesos sociales, como
en manifestaciones o al ser representadas en los graffiti, los monumentos se
renuevan y se logran insertar en la vida contemporánea, es decir, que se
actualizan.
El orden clasificatorio de épocas pasadas, en
donde uno podía diferenciarse de los demás al poseer una cultura distinta, esta
agonizando, ya que la cultura urbana ha logrado transgredir todas las clasificaciones
y ordenes, tanto por ejemplo en la organización arquitectónica de las urbes
como en las actividades culturales de los grupos. Pues incluso hoy, una persona
puede combinar lo culto con lo popular en sus colecciones privadas gracias al
uso de nuevas tecnologías, como fotocopiadoras (que permiten extraer por
capítulos lo que a uno le interesa de un libro y agruparlo junto a otras copias
que uno posee sobre otros temas), videocaseteras o video clips. Ante esto, la
diferenciación social por los gustos se hace cada vez más difícil, puesto que
ahora la tendencia es que estos se vayan a mezclar.
Por tanto existe una gran dificultad al
intentar agrupar a las distintas manifestaciones culturales de una sociedad
bajo nociones totalizadoras, como la de
cultura urbana, o en nociones
culto o popular. Es decir que en estos tiempos, ello se ha vuelto cuestionable,
y que al volverse la cultura en hibrida, se hace imposible agruparla en una
sola categoría, pues en ella se confluyen los elementos de diversas culturas.
Por su parte los nuevos procesos de
globalización o internacionalización de la cultura, como el hecho de que ahora
una empresa pueda estar en diversos países, o que la información se pueda
trasladar de una región a otra vía satélite, hace que se produzca una
desterritorializacion de los productos
simbólicos de un país. A la vez que esto hace que los investigadores no puedan
seguir viendo a las interacciones entre países dominadores con los países
dominados como luchas frontales, es decir que el modelo de la dominación
imperialista ya no es suficiente para explicar los nuevos procesos híbridos que
se están sucediendo actualmente. Puesto que ahora, al emigrar latinoamericanos
a los países más prósperos, también llevan consigo su cultura, que en muchas ocasiones
producto de la interacción se mezcla con
la de los otros. Por ejemplo en la ciudad de Tijuana, una ciudad abierta
y cosmopolita, coexisten diversos idiomas, y el predominio lo tienen
conjuntamente, el castellano y el inglés.
Ante esto, las practicas culturales como las
artísticas ven mermados sus paradigmas, ya que ahora al volverse la cultura
posmoderna hibrida, al no poder agrupar las manifestaciones culturales en
colecciones y al desterritorializarla de su lugar de origen, el arte moderno
encuentra una gran gama de estilos para su elección, provenientes de distintos
lugares que coexisten junto con las nueva tecnologías. Como resultado de esto
podemos encontrarnos con el graffiti y con la historieta.
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